Querida encogí a las FFAA

El presupuesto no miente: a los gobiernos de centro derecha no les interesa la defensa nacional

 

Hace algunos años, asado y vino tinto por medio, enzarzados en la eterna discusión sobre si las ciencias sociales eran o no ciencia con respecto a las ciencias exactas, un amigo me decía categóricamente: “Las matemáticas no mienten”. Obviamente él no podía prever la presentación del proyecto de ley de presupuesto 2019 ni que los periodistas oficialistas afirmarían que “el Ministerio de Defensa obtendrá un 24,7% de aumento”.

Si analizamos concienzudamente el proyecto de ley de presupuesto 2019 [1] y dejamos de lado los fantasiosos números nominales que presenta el vocero de prensa, la realidad es bastante distinta.

El presupuesto de la “función defensa” para el año 2019 será de $ 71.042.483.247, mientras que el del Ministerio de Defensa ascenderá a $ 102.838.290.570. Esto significa en términos nominales un aumento del 24,98% y del 25,83% respectivamente. ¿A qué se debe esta distinción que estamos haciendo? Los datos de la función de defensa agrupan aquellos programas destinados específicamente a la defensa; mientras que los correspondientes al Ministerio incluyen presupuestos destinados a las funciones educación y salud, por ejemplo.

¿Qué pasa si pasamos estos datos a dólares? Tomando como base un dólar a $ 40 para el 2018 y de 49,25 para el año 2019 [2], el optimismo decae rápidamente, como la imagen del gobierno. El presupuesto de la “función defensa” ascendería a U$S 1.442.486.969,48; es decir, un aumento del 1,51%. En cuanto al Ministerio de Defensa pasaría a U$S 2.088.087.118; es decir, un aumento de apenas 2,20%.

Estos datos indican una caída del -41,64% para el Ministerio de Defensa con respecto al año 2015 y del -42,18% si medimos la “función defensa”. Observemos detenidamente los siguientes gráficos.

Si tomamos como referencia el peor año del gobierno de Raúl Alfonsín (base 100=1989) podemos observar cómo el presupuesto destinado a la defensa nacional desciende durante los años '90, se recupera durante el kirchnerismo y vuelve a descender durante la gestión del actual gobierno. Claramente a los gobiernos de centroderecha argentinos no les interesa la defensa nacional: en vez de ser halcones son palomas. El proyecto de país del neoliberalismo no necesita Fuerzas Armadas sino “Guardias Nacionales”. Esto, además, surge de la lectura del Decreto Nº 683/2018 y de la Directiva Política de Defensa Nacional 2018.

 

 

Si se desagrega el presupuesto por “objeto del gasto”, es decir a qué se destina, la situación es aún más desoladora. Mientras que el Inciso 1 corresponde a sueldos y pensiones, el Inciso 4 corresponde a Bienes de Uso: es en este último donde se imputa la adquisición (compra o fabricación propia de sistemas de armas).

 

 

Algún devoto oficialista podría sostener “casi” con justeza que la defensa nacional no ha sido prioridad de los gobiernos desde que se alcanzara el control civil en 1990. Sin embargo, no todo es blanco y negro, y los matices importan.

 

 

Los picos muestran las principales adquisiciones que se han realizado durante los últimos años. Aquí no se está efectuando una valoración cualitativa sobre lo que se compró, pero podemos señalar brevemente que a fines de los años '90 se incorporó el sistema de armas A4 AR, sin que se garantizara la cadena logística. El año pasado empezaron a llegar los Texan T-6 que, pese a las declaraciones del gobierno, no sirven para la lucha contra el narcotráfico sino simplemente para aprender a volar. A esto último agreguemos que, de acuerdo a las declaraciones del Jefe de la Fuerza Aérea Argentina, nuestros pilotos no se entrenarán más en aviones a reacción. (¿Será el fin para el desarrollo nacional del avión a reacción IA 63 Pampa?)

Finalmente, la distorsión presupuestaria de la defensa nacional tampoco será resuelta a futuro; por el contrario, la relación empeorará. Mientras que en el año 2015 el inciso 1 (sueldos y pensiones) representaba el 77,15% del total, en el 2019 esa cifra ascenderá al 83,52%. Por su parte el inciso 4 (equipamiento) pasará del 4,57% al 2,51%. Es sintomático que estos números también empeoren durante los gobiernos neoliberales. Observemos el cuadro que se presenta a continuación del gráfico.

 

 

Por todo lo anterior resulta inexplicable que, luego de la experiencia de los años '90, nuestros hombres y mujeres de armas hayan votado masivamente a este gobierno. ¿Creyeron también, como gran parte de la población, que se produciría un cambio? ¿Pensaron que la centroderecha y que la presencia de los acólitos carapintadas de la Fundación Pensar en la gestión del Ministerio de Defensa supondría el inicio de la recuperación de la defensa nacional? Pese a que controlan las áreas del planeamiento estratégico del Ministerio de Defensa, claramente CEO con Excel mata al deslucido carapintadismo planificador. Otro ejemplo es la apropiación de la caja del IAF. No se trata solo del ajuste al que está siendo sometido todo el Estado nacional, sino que estos números responden al proyecto de convertir —como hemos dicho más arriba— a las Fuerzas Armadas en Guardias Nacionales.

El Sistema de Defensa Nacional necesita urgentemente de un Planeamiento a 20 años, de una Readecuación a la realidad internacional, regional y nacional y, por supuesto, Inversión acorde al nuevo escenario estratégico. Esto no será posible sin un modelo de país que apueste al desarrollo con inclusión social.

Ignoro qué diría mi amigo, pero seguramente el Coronel Cañones podrá festejar a fin de año en su casa, exclamando: “Querida, encogí a las Fuerzas Armadas”.

 

 

[1] https://www.minhacienda.gob.ar/onp/presupuestos/2019

[2] http://www.ambito.com/economia/mercados/indices/rofex/

 

 

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