¿Sobra la plata?

El gobierno porteño subjecutó 130.000 millones de pesos del Presupuesto 2022

 

La semana pasada se publicaron los resultados de la ejecución del Presupuesto 2022 para la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. El análisis de cómo se distribuyeron más de 1,3 billones de pesos permite entender las prioridades y la hoja de ruta del modelo que lleva adelante el jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta.

Pese a las permanentes declaraciones del GCBA sobre el impacto de la disminución de la coparticipación en las arcas públicas, el dato que llama la atención es el superávit financiero del ejercicio 2022. La Ciudad no gastó $130.000 millones de pesos del total recaudado. Es decir, el 10% del Presupuesto, le “sobró”.

Este dato permite reflexionar sobre tres cuestiones:

 

  • Los 130.000 millones equivalen al cuádruple de lo que el GCBA recaudó con el Impuesto a los sellos (1,2%) sobre los consumos con tarjetas de crédito, creado supuestamente para paliar la quita de coparticipación decidida por el Estado Nacional y que fue cuestionada ante la Corte Suprema. Esto demuestra que Rodríguez Larreta pudo haber eliminado ese impuesto en 2022 o directamente nunca haberlo incorporado. De hecho, por Ingresos Brutos, el GCBA obtuvo casi $80.000 millones adicionales y en patentes recaudó casi $8.000 millones más de lo planificado. El denominador común de todos estos impuestos que generaron este superávit es que salieron de los bolsillos de las y los porteños.

 

  • Evidentemente, el impacto de la rebaja en la coparticipación no fue tan dramático, como se encargó de repetir Horacio Rodríguez Larreta durante todo 2022, argumento para justificarse por no invertir un solo peso en la extensión del subte, por dar un ejemplo. Con este monto se podrían construir entre 4 y 5 kilómetros de subte en un año. También alcanza para construir 130 escuelas, considerando que la última que se licitó en la Ciudad fue por 1.000 millones de pesos ($1.001.385.400), con dinero de Nación.

 

  • Los 130.000 millones de pesos que “sobraron”, ¿son una muestra de eficiencia en la gestión o son el producto del recorte y ajuste presupuestario en las áreas sociales? ¿O es un ahorro para ser utilizado durante el año electoral?

 

Cabe recordar que, en la Ciudad de Buenos Aires, la población en situación de pobreza es el 17,6% y en situación vulnerable y frágil, el 16%.

 

 

 

Una caja sin control

En 2022, la venta de tierras públicas y la subasta de edificios públicos recaudaron un 606% más de lo que se había acordado al momento de votar el Presupuesto a fines de 2021.

Previeron recaudar $ 2.819 millones, pero en los hechos terminaron vendiendo tierras públicas por más de $17.100 millones de pesos, una cifra que supera todo lo que recaudó la Ciudad en Venta de Bienes y Servicios (que incluye la facturación del Teatro Colón, el Teatro San Martín, el Servicio de Policía adicional y por prestaciones médicas, entre otros rubros).

Los más de 17.100 millones recaudados son una cifra muy abultada, pero no dejan de ser mucho menos que el valor real que tienen las tierras y edificios públicos que el GCBA sistemáticamente viene rematando. Para dar una idea de los precios irrisorios que se obtienen por la venta de nuestra tierra pública, una de las últimas subastas de un inmueble público fue la de Paseo Colón 255, donde durante años funcionó el Ministerio de Educación. Ese edificio, de más de 13.000 metros cuadrados y ubicado a dos cuadras de la Casa Rosada, fue subastado en 7.714.000 dólares, es decir, a 593 dólares el metro cuadrado. Este número ya es una ganga, pero aún hay más: el comprador no paga en dólares, sino en pesos al cambio oficial. Es decir, va a pagar la mitad del valor en dólares porque el mercado inmobiliario se maneja con el dólar blue. La avidez por recaudar para hacer caja política es tan elocuente que la empresa que se quedó con el edificio no va a poder utilizarlo hasta 2025, ya que actualmente es la sede de la Universidad de la Ciudad (UniCABA) y seguirá siéndolo por dieciocho meses más.

Este desguace del patrimonio público atenta contra las verdaderas necesidades de quienes habitamos la Ciudad. Es inadmisible desprenderse de edificios y terrenos públicos cuando actualmente hay 52 jardines, escuelas primarias, secundarias y centros de formación educativa que no tienen edificio propio y deben alquilar, al igual que cuatro sedes comunales, ocho Defensorías Zonales y más de 50 organismos públicos, entre los que se encuentra la propia Dirección General de Patrimonio.

Otra fuente de recaudación vinculada al negociado inmobiliario son los Convenios Urbanísticos, excepciones a la planificación para construir torres en lugares no permitidos (la compra de una ley a medida, un verdadero privilegio normativo). Cuando se votó el Presupuesto, este ítem representaba una entrada de 239 millones de pesos, pero terminó recaudando once veces más: $2.680 millones.

 

 

 

¿Dónde está el ahorro?

El gobierno porteño ahorró en Infraestructura y Mantenimiento Escolar: subejecutaron más de $ 1.250 millones de pesos que habían sido votados a lo largo del año. También en Becas estudiantiles, cuyo presupuesto no sólo no fue actualizado, sino que fue recortado en 130 millones de pesos, en un año que tuvo 95% de inflación.

El presupuesto votado para 2022 para la Dirección General de la Mujer fue de $ 838 millones. Pese a la inflación, el monto fue recortado en $ 134 millones. El que se terminó ejecutando, de alrededor de 700 millones de pesos, equivale a tan solo 22 días de lo destinado a Publicidad y Propaganda.

Para Detección, Protección y Asistencia a Víctimas de Trata de Personas, el presupuesto durante todo 2022 fue de $ 433.00 pesos, es decir, $ 1.186 pesos por día.

Otra de las áreas sociales que tuvo un recorte significativo fue la Dirección General de Desarrollo de Infancias y Adolescencias, cuyo presupuesto no sólo no fue actualizado por inflación durante todo el año, sino que además sufrió un recorte del 21%, es decir, casi 1.000 millones de pesos.

En una Ciudad donde uno de cada tres habitantes se encuentra en situación de pobreza y de vulnerabilidad, la Dirección General de Políticas Alimentarias se dio el lujo de subejecutar su presupuesto en más de $ 600 millones. Eso sí, si tu paladar es gourmet, despreocupate: la Secretaría de Políticas Gastronómicas ¡cuadruplicó su presupuesto! De 116 millones pasó a $ 558 millones, un 380% de aumento. Sólo a Eventos de Desarrollo Gastronómico, como el Mundial del Asado, se destinaron más de un millón de pesos por día. El monto equivale a la mitad de lo destinado durante todo 2023 a la Dirección General de la Mujer.

Sobre los $ 1.470 millones destinados a la Asistencia Integral a los Sin Techo, el Ministerio de Desarrollo Humano y Hábitat terminó utilizando $ 1.200 millones, es decir, recortó más de un 15% del dinero ya presupuestado.

El Programa de Asistencia Sociohabitacional también sufrió la tijera de Rodríguez Larreta: de los $ 712 millones asignados, se utilizaron $ 689 millones.

 

 

 

 

 

Rodríguez Larreta, el estratega

La Jefatura de Gobierno y la Jefatura de Gabinete de Ministros terminaron manejando un presupuesto de más de $ 157.000 millones de pesos, monto mayor al destinado al Ministerio de Seguridad, y que duplica lo destinado al Ministerio de Desarrollo Humano y Hábitat.

En esta estructura podemos encontrar a la Secretaría de Asuntos Estratégicos, la Subsecretaría de Asuntos Públicos Estratégicos, la Dirección General de Articulación de Proyectos Estratégicos, la Dirección General de Coordinación y Vinculación Estratégica y la Subsecretaría de Proyección Estratégica. Estos cincos organismos representaron un gasto de casi 750 millones de pesos.

También conviven un sinnúmero de direcciones generales y gerencias operativas, entre las que se destacan la Dirección General de Planificación y Discurso, cuyo presupuesto ascendió de casi 35 millones a 64 millones, o la Dirección General Opinión Pública, que pasó de no tener presupuesto a contar con la asignación de $ 115.982.864 por decisión del jefe de Gobierno.

 

 

 

Pauta, pauta y más pauta

El presupuesto votado en 2022 para el ítem Publicidad y Propaganda era de $ 3.473 millones, similar al destinado a Infraestructura Escolar. Sin embargo, a lo largo del año, el GCBA lo fue incrementando hasta llegar a los $ 11.633 millones, es decir, un 240% más de lo votado en la Legislatura.

Rodríguez Larreta gastó en Publicidad y Propaganda casi $ 32 millones por día, lo que equivale a $ 1,3 millones por hora. En los últimos 4 años, el presupuesto destinado a Publicidad y Propaganda creció un 486%.

 

 

 

 

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