TERRORISTAS DE MANUAL

El juez Adrián Grünberg aporta un panorama de lo que fue la última dictadura militar

 

Para buena parte de la población, un manual evoca aquellos baluartes enciclopédicos escolares, los modos de uso de un electrodoméstico o de un automóvil, algo así. Distinto es para los estudiantes de derecho o abogados ya en ejercicio, quienes cuentan con los códigos (libracos que contienen las leyes), los tratados (ensayos específicos sobre alguna temática) y los Manuales. Estos últimos obran como esas buenas guías turísticas destinadas a facilitar el acceso a un país o ciudad, señalando sitios de importancia, recorridos, referencias históricas, algunas claves para la circulación y costumbres locales. Los manuales jurídicos se abocan a las diferentes especialidades; sin perder rigor se presentan con menos tecnicismos en un lenguaje más accesible, procuran funcionar como introducción o vía rápida de acceso a la práctica jurídica.

En tal espíritu y marco metodológico, Adrián Federico Grünberg (Buenos Aires, 1965) propone este Manual sobre terrorismo de Estado en Argentina, destinado al público lego tanto como a despabilar profesionales del derecho y afines. Sin desatender aspecto teóricos, en lenguaje llano y en 350 páginas (contando los apéndices), desenvuelve de punta a punta las características y desarrollos de la última dictadura militar 1976-1983 con tanta amplitud como detalles. Y tiene con qué: recibido de abogado en la UBA a los 24 años, penalista, desarrolló una prolífica carrera en el Poder Judicial recorriendo todo el escalafón hasta llegar a juez federal, docente y camarista. Intervino —y sigue haciéndolo— en el juzgamiento de delitos de lesa humanidad como los de los centros clandestinos de detención, tortura y exterminio Automotores Orletti, Sheraton, las vejaciones sexuales en a ESMA y el Plan Cóndor, entre muchos otros. Experiencias estremecedoras que lo pusieron “cara a cara con el horror”, motivando la construcción del volumen que nos ocupa.

 

El autor, Adrián Grünberg.

 

Nadie mejor que el autor para dar cuenta del libro: “El presente trabajo tiene como objetivo transmitir de una manera clara, simple y lo más didáctica posible, en qué consistió ese terrorismo de Estado en Argentina. No pretende ser una obra erudita, dirigida a académicos o a personas con una adquirida formación sobre el tema. Tampoco ha sido escrita con tecnicismo y las filigranas propias de una sentencia. Por el contrario, es interés de este autor que los dolorosos y terribles sucesos padecidos por nuestro pueblo puedan ser conocidos, principalmente, por las jóvenes generaciones. Sobre todo, en estos tiempos en que reaparecen discursos negacionistas que pretenden, por distintos medios, tergiversar la verdad, forzar una contramarcha de la justicia y pisotear la dignidad de la memoria. Ante estos embates, no cabe duda de que sería erróneo dejarlos fluir sin oponerles una firme reivindicación de aquellos valores; esto es, continuar con el juzgamiento de los responsables del terrorismo de Estado y mantener en alto los estandartes de la verdad y la memoria”.

Jurista prolífico, discreto y de bajo perfil; como corresponde sienta su criterio a través de sus fallos, desarrolla ideas en sinnúmero de textos publicados y toma posición en elaboraciones sistemáticas como este Manual. Tras una presentación a cargo del Premio Nobel Adolfo Pérez Esquivel, el autor aporta a la historia reciente a partir de los años '70 bajo el capítulo “Quién fue”, desde la muerte de Perón hasta el golpe de Estado, perpetrado con el pretexto de combatir una guerrilla ya en franca vías de extinción. En segunda instancia –“Por qué pasó”— presenta el marco ideológico general de los golpistas, basado en la Doctrina de Seguridad Nacional, las metodologías provenientes de las escuelas de guerra francesa y norteamericana, sostenes de un proyecto político, económico y social. A tales fines, Grünberg se basa en documentación proveniente de las mismas fuentes oficiales, castrenses, organismos sectoriales, eclesiásticos, económicos, etc. Eventualmente se remite a notas periodísticas o autores de idoneidad comprobada. Conjunto que logra un cuerpo informativo de eximia sistematicidad, profunda en el despliegue histórico y un nivel probatorio de veracidad irrebatible.

En el tercer apartado –“Cómo se llegó”—, hace un alto en las referencias generales para retroceder y desplegar  los antecedentes más inmediatos de las luchas populares y el accionar represivo. Recorta tres momentos “que funcionaron a modo de experimentación o ensayo del terrorismo de Estado que se iba a implementar en 1976 (… ) la actuación de la asociación ilícita de ultraderecha denominada Alianza Anticomunista Argentina (o Triple A), las operaciones militares desarrolladas por el ejército en la provincia de Tucumán (Operativo Independencia) y, en tercer lugar, la represión llevada a cabo por fuerzas militares, policiales y parapoliciales en la zona industrial ribereña del río Paraná, con epicentro en la ciudad de Villa Constitución, provincia de Santa Fe (Operativo Serpiente Roja del Paraná)".

 

Massera, Videla, Agosti.

 

Una vez encuadrada la problemática, en el cuarto capítulo cuenta con las condiciones de producción para definir al Estado terrorista en su particular edición argentina, cuyo fin primordial ha sido “producir una reforma a sangre y fuego del orden socio-económico argentino, lo que obviamente no podía realizarse sin pisotear los derechos laborales básicos, como el ejercicio del derecho de huelga y del de libre agremiación, que estaban –y siguen estando– amparados por la Constitución Nacional”. Es en el quinto apartado –“Cómo lo hicieron”— donde se explaya acerca de la metodología represiva, la “persecución reglamentada”, secuestro, tortura y muerte, dirigido por un aparato de inteligencia (que desprecia y ofende la inteligencia), con lujo de detalles testimoniales. El despliegue terrorista no habría sido sostenible sin la complicidad del poder económico (principal beneficiario), la prensa adicta y el aparato de propaganda, la aquiescencia eclesiástica y del Poder Judicial, además de los intentos de reformas en la cultura y educación, expuestos en el sexto capítulo.

El séptimo y último apartado –“Dónde ocurrió”— Grünberg lo dedica íntegramente al Plan Cóndor, de extensión continental del aparato represivo “regional concertado entre los gobiernos dictatoriales de Argentina, Chile, Uruguay, Paraguay y Bolivia. Luego se incorporó, parcialmente, Brasil, y más tarde Perú y Ecuador”. Tal vez en razón y congruencia con que el autor fuera juez en esa causa, el factor testimonial aparece como elemento coagulante de las respectivas políticas de terror extraterritoriales, réplicas de las puestas en acción al interior de cada país.

En el “Epílogo”, Adrián Grünberg resume las consecuencias expuestas en el Manual sobre Terrorismo de Estado en la Argentina, bajo los conceptos de verdad, justicia, memoria y reparación. Caracterización integradora, hace del libro un dispositivo de consulta singularmente riguroso en el que —al modo del fallo judicial— presenta como sucesivos soportes hechos probadamente documentados, de público conocimiento, a veces de no tan sencillo acceso, reunidos en un corpus racional, avalado por los datos históricos. Volumen que bien podría integrar la currícula educativa, desde los últimos años de la secundaria, ineludible en la formación de abogados, se torna perentorio en estos tiempos negacionistas y regresivos.

 

 

 

FICHA TÉCNICA

Manual sobre Terrorismo de Estado en la Argentina

Adrián Federico Grünberg

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Buenos Aires, 2024

352 páginas

 

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