Transformación integral en salud mental

 

En tiempos de alarmante concentración mediática y alianzas de ese poder comunicacional con una parte del poder político y Judicial, informar aquello que se encargan de ocultar con el fin de instalar propuestas electorales consistentes en que dinamitar (Milei) o semi-dinamitar (Macri-Bullrich) el Estado es lo mejor para la ciudadanía, informar sobre la transformación que desde el Estado —en este caso, el gobierno bonaerense— lleva adelante es brindar la posibilidad de asegurar el pleno ejercicio del derecho a la información a las y los ciudadanos, que esa concentración mediática restringe. Ese ejercicio periodístico es tan necesario como la propia transformación en Salud Mental que “sigue en marcha y con avances significativos”, tal como lo cuenta en diálogo con El Cohete la subsecretaria de Salud Mental, Consumos Problemáticos y Violencias, Julieta Calmels.

Esa transformación es integral y se enmarca en lo que el gobernador Axel Kicillof aprobó como compromiso en materia sanitaria en general, parte del Plan Quinquenal para la provincia de Buenos Aires. Eso implica un proyecto de salud para cinco años donde la salud mental continuará teniendo un rol preponderante. “Esto —explica Calmels— se definió en la ciudad de Mar del Plata, en un congreso provincial de salud (en abril), con más de diez mil participantes, trabajadores y trabajadoras”. En esa instancia, el gobernador presentó el Plan y la salud mental como parte fundamental de ese programa.

 

 

Es por eso que la reforma en materia de salud mental en la provincia no se detiene. Julieta Calmels explica que el enfoque tiene tres aspectos: por un lado, la “transformación y sustitución de los hospitales neuropsiquiátricos; otro nivel que tiene que ver con los hospitales generales, el fortalecimiento y la ampliación (del área de salud mental), particularmente la indelegable función de atender las cuestiones de emergencias y de internación, y un tercer nivel que tiene que ver con lo que se llama dispositivo de base comunitaria, territorial y de abordaje más inmediato. Es decir, de aquellos espacios de prevención, de acompañamiento y de cuidado en los distintos distritos de la provincia. Son esos tres niveles los que configuran la reforma en salud mental bonaerense, enmarcados en el cumplimiento de la Ley de Salud Mental, una ley que estamos mostrando que es posible cumplir”, sostiene.

Pero ese cumplimiento no solamente es algo que puede pensarse desde la Subsecretaría de Salud Mental, Consumos Problemáticos y Violencias, sino que “obliga a transformar muchos aspectos del sistema de salud. Y eso, para el gobierno de Axel Kicillof y para el propio Ministerio de Salud, es una oportunidad de producir transformaciones que hacen que la salud se vuelva más humana y más accesible como derecho esencial de nuestro pueblo”, subraya la funcionaria. Consultada sobre el avance en la transformación de los hospitales neuropsiquiátricos, Julieta Calmels expresa “que se avanzó en el cierre de pabellones de larga estadía, donde transitan y viven personas que no tienen criterios para ser internadas; es decir, no están ahí por una necesidad clínica de internación, sino por falta de una alternativa social de vida y que eso incluye la necesidad de acceso a la vivienda y de acompañamiento de los equipos de salud en la vida comunitaria”.

 

 

Reforma en los hospitales neuropsiquiátricos

La provincia de Buenos Aires tiene cuatro hospitales públicos monovalentes: el Hospital “Dr. Domingo J. Taraborelli”, ubicado en el municipio de Necochea; el “Dr. José A. Esteves”, en Lomas de Zamora, Temperley, que es un hospital solo de mujeres; el Hospital Interzonal Colonia “Dr. Domingo Cabred”, situado en el partido de Luján, en la localidad Open Door (antes el hospital tenía ese nombre), que tiene 600 hectáreas; y el Hospital “Dr. Alejandro Korn” de La Plata, ubicado en la localidad Melchor Romero (también llevó ese nombre). Todos ellos están siendo transformados. “Lo que nosotros impulsamos en el marco de las reformas de los neuropsiquiátricos, en principio, fue la readecuación y reforma de cada uno de los hospitales, trabajado con el Ministerio y con los trabajadores en cada uno de los hospitales y aprobado”, explica la psicóloga Julieta Calmels.

Una resolución del gobierno de Axel Kicillof fue la que determinó el cierre en el ingreso y reingreso de las personas a pabellones de larga estadía, “que son justamente aquellos desde los cuales se producen las externaciones para la vida en comunidad”, dice Calmels, que realiza una diferenciación en su descripción: “Nosotros tenemos en los hospitales neuropsiquiátricos otro sector, que no son los de larga estadía o de crónicos, que es lo que en la jerga sanitaria se denomina las áreas de internación de pacientes agudos. Es decir, de personas que atraviesan una situación de crisis por salud mental y requieren una internación —sea voluntaria o involuntaria—, y esas áreas nosotros no las cerramos”, remarca. “Ni bajamos ni cerramos esas camas de agudos. Siguen todas esas camas funcionando en los hospitales neuropsiquiátricos y con una altísima ocupación”, aclara. Pero sí están cerrando “a través de procesos de externación cuidados, aquel otro sector de los hospitales donde las personas que entraban por una cuestión de urgencia continuaban en esos pabellones y ahí terminaba su vida”.

Es en la “parte puramente manicomial”, grafica la subsecretaria bonaerense de Salud Mental, Consumos Problemáticos y Violencias, donde se “están produciendo la externaciones”. Así fue que se cerró la mitad de los pabellones de larga estadía. Reduciendo a la mitad toda la institución manicomial. La externación de esos pacientes hace que muchos de ellos vuelvan con sus familias a la vez que son acompañados con equipos de salud a esa vida. Otros que no tienen familias fueron a vivir progresivamente en casas asignadas a través del Programa de Rehabilitación y Externación Asistida (PREA). Actualmente, “son 540 personas que se encuentran viviendo en casas de la comunidad, en 181 casas, bajo distintos niveles de financiamiento a través de alquileres, con equipos de salud que las acompañan”, explicó Calmels.

En algunos casas —en aquellas situaciones que lo necesitan—, los equipos viven con los pacientes, ya sea porque no tienen la total autonomía para vivir y necesitan un primer tiempo estar acompañados, para habituarse a la convivencia social y adquirir autonomía. En otras casas —en las situaciones que requieren menos apoyo—, son visitados regularmente por los equipos de salud. “Hay 377 trabajadores de salud: psicólogos, psiquiatras, acompañantes terapéuticos, cuidadores, enfermeros, personal de limpieza, etc., que trabajan en el sostén y acompañamiento de estas 181 casas en la comunidad”, expresa la subsecretaria de Salud Mental bonaerense.

“Hemos desplegado una política nueva que acompaña con cuidados de salud a aquellas personas que tienen la posibilidad de vivir en la comunidad y que necesitan esto que se denomina apoyo para la vida en la comunidad, según los marcos de la Convención de los Derechos de las Personas con Discapacidad”, dice Julieta Calmels. Y en ese sentido, el Comité de la ONU, que examina al Estado argentino sobre el cumplimiento de dicha Convención, destacó especialmente los avances significativos en la provincia de Buenos Aires.

La sustitución en el uso de esos pabellones forma parte de la reforma que se está llevando adelante. Julieta Calmels cuenta que estuvieron esta semana “en el hospital Cabred (en Luján) con el ministro de Salud y con el secretario de Derechos Humanos de la Nación, realizando el cierre de un pabellón más. Y a la vez, inaugurando —en un pabellón que se había cerrado unos meses antes— el segundo polo educativo del hospital, que es la reconversión de esas viejas salas de internación en espacios de formación educativa para el desarrollo de tecnicaturas —que nuestro Ministerio brinda— de enfermería, acompañamiento terapéutico y laboratorio, como otros aspectos más de clínica médica”. Son 18 pabellones los que ya se cerraron.

 

 

La producción como inserción social y laboral

En todos los hospitales neuropsiquiátricos —explica Julieta Calmels—, se proyecta la instalación de espacios de proyectos socio-productivos que tienen que ver con el derecho a la inclusión y los aprendizajes para incorporarse al mundo del trabajo. En el hospital Cabred se firmó un convenio importante con el Ministerio de Desarrollo Agrario, donde concurrió Javier Rodríguez con todo su equipo de la cartera, para acordar un programa denominado Producir Salud Mental. Este convenio “implica, en el caso del hospital Cabred, el desarrollo de un polo productivo a través de ganado porcino seleccionado que se instaló en los espacios donde se realiza la reproducción porcina. Y está proyectado para ovejas, gallinas y producción de miel”, informó Calmels.

Todo ese trabajo interministerial está acompañado por técnicos del Ministerio de Desarrollo Agrario que también realiza el financiamiento y que otorga una habilitación de comunidad productiva que permite intercambio comercial. Es en ese marco del programa donde también se habilitan otros proyectos de otros hospitales, como en el hospital Taraborelli, de Necochea, en el que se venden mermeladas a través de la habilitación otorgada por el Ministerio, que permite que entre la producción  en los mercados bonaerenses.

Si bien estas actividades socio-productivas les permite a los externados una inserción social, no les asegura una subsistencia económica, pero la pensión por discapacidad que poseen y el subsidio para externación (cerca de 800 personas cuentan con este beneficio que brinda el Ministerio de Desarrollo de la Comunidad), como también la articulación con el Ministerio de Trabajo de la Nación, con el programa Promover Trabajo que financia estas instancias productivas. Hay 750 personas bajo el programa que reciben un ingreso económico, sumado a la posibilidad de vender su producción. Así, van garantizando una actividad que permite contar con ingresos para sus vidas.

En los planes de transformación, tanto el hospital Korn como el hospital Cabred, ganaron subsidios de fundaciones españolas para la preservación de archivos. “Están trabajando en la preservación de historias clínicas, de lo que es la inmensa larga y difícil historia de estas instituciones”, refiere Calmels, que también explica que es un trabajo vinculado a la cultura y a la memoria. Por ejemplo, el director del hospital Cabred refiere que 50.000 personas pasaron por allí y esas historias clínicas se encontraban en total abandono, entre excrementos de aves. “Con ese trasfondo, de esos lugares e historias abandonadas, se está haciendo un trabajo que demanda mucho tiempo, pero que está en curso con el esfuerzo de trabajadores y trabajadoras”.

 

 

A pesar de algunos círculos conservadores que pretenden formular críticas infundadas e inconducentes en un año electoral, toda la tarea de transformación que se lleva adelante desde la Subsecretaría de Salud Mental se realiza con el consenso y debate de las y los trabajadores, con profesionales de todas las disciplinas que entienden que la Ley Provincial de Salud Mental 14.580, adherida a la ley nacional 26.657 que establece —entre otros puntos— que las personas con padecimientos mentales deben ser tratadas en hospitales comunes y no en instituciones psiquiátricas, debe ser respetada y aplicada. Para ello se necesita una transformación social integral.

 

Viviendas para los externados

Entre los avances en los neuropsiquiátricos, también está la construcción de viviendas nuevas que van a quedar para el Ministerio de Salud y que van a permitir terminar de externar a las personas que faltan y que no cuentan con posibilidad de vivienda. Son 100 viviendas las que se están construyendo en el marco de distintos proyectos. Uno es en Lomas de Zamora, en un predio libre de seis hectáreas del hospital Esteves —obra que ya se inició—. Allí se lleva adelante el desarrollo de 1.000 viviendas, de las cuales 50 son para externación. También, ya inició la obra en el hospital Korn de La Plata, donde se está trabajando desde el Ministerio de Hábitat de la provincia. Y en el hospital Taraborelli de Necochea, dentro de tres meses, se terminan de construir las dos primeras casas y un lugar comercial para la venta de los productos que allí se generen.

Como explicó Julieta Calmels, las personas externadas de los pabellones de crónicos de los neuropsiquiátricos son aproximadamente 800. De ellas, más de 540 viven en casas comunitarias que se alquilan desde el programa para quienes no tienen la posibilidad de contar con hogar o familiares que los reciban. El resto lo hace con sus familias, pero no dejan de tener un acompañamiento del Estado. La inversión que se realiza en el desarrollo de las viviendas es de casi 2.000 millones, en lo que respecta a las viviendas que van a quedar para Salud Mental de la provincia.

 

Trabajo con hospitales generales y talleres

Desde la Subsecretaría, se trabajó en un segundo componente, que tiene que ver con los hospitales generales. Allí se refleja claramente la extensión del sistema de salud: un 60 % de ampliación de camas por motivos de salud mental, sin cerrar las camas de agudos de los hospitales neuropsiquiátricos. “La ampliación de camas se lleva adelante con ampliación de equipos para las urgencias. Hay 38 equipos nuevos de urgencias en salud mental en los hospitales generales, con 112 trabajadores específicos para esos equipos, además de una incorporación de mayor personal”, enumera Calmels.

Julieta Calmels cuenta la visita reciente al hospital Allende de Mar del Plata. “Ese hospital con rejas en sus puertas fue transformado instalando cerramientos adecuados para la instancia de cuidado. Se colocaron puertas acordes a las necesidades de las salas y cambiaron los vidrios rotos. También se compraron mesas de luz, acolchados y se pintó el lugar. Se colocaron sillas y sillones en sala de espera” relató Calmels y agregó que, aunque parezca increíble, todo eso no existía y hacía que las condiciones fueran de enorme indignidad”. Para el cuidado de las personas se sumaron 21 trabajadores y se inauguró fuera de la sala de internación un hospital de día para brindar impulso también a la continuidad del cuidado después del proceso de internación.

Las reuniones con los hospitales se realizan por regiones. Se trabaja sobre los criterios, sobre las modalidades de los circuitos de derivación. Todo este trabajo requiere “una transformación profunda de las culturas institucionales, pero que se está produciendo. El hospital Oñativia de Almirante Brown creó todo un sector nuevo para la internación. El hospital Erill de Escobar, lo mismo. El hospital Belgrano, de San Martín, abrió su guardia de salud mental. Logramos en el hospital Mariano y Luciano de la Vega, de Moreno, que tenía un trabajo histórico, poder pasar a esos trabajadores a la planta provincial y tener un sector de internación nuevo”. Entre los espacios de atención de salud mental, la provincia cuenta con 160 lugares, a los que se agregaron 18 nuevos centros comunitarios de día con talleres para que sean espacios inclusivos. Algunos en conjunto con los municipios como son los casos de Colón, Carmen de Areco, Almirante Brown, La Plata y Mar del Plata. A la vez, hay en proceso de licitación, 12 nuevos centros comunitarios de día, exclusivamente provinciales.

Producto de la post-pandemia, se atraviesa un momento de mayor demanda en la salud mental. “La salud mental es también un hecho social, es singular, pero es un hecho social y entonces en esta doble inscripción es que hay que pensar los dispositivos de atención y cuidado”, subraya Julieta Calmels. “El año pasado tuvimos 25.570 internaciones por motivos de salud mental en todo el sistema público, tanto provincial como municipal, donde también se interna con el esfuerzo de las jurisdicciones y los municipios en sostener esos procesos de cuidado. En total, nuestra provincia incorporó para los dispositivos provinciales 2.230 nuevos trabajadores de la salud en hospitales generales, en acompañamiento en las casas de la comunidad y en los dispositivos comunitarios”, manifestó Calmels.

También, conforman esos nuevos trabajadores los que se han incorporado al programa Infancias y Juventudes, ya que en el 80 % de todos los centros comunitarios de atención bonaerense, se atienden pacientes de esas franjas etarias. Para Julieta Calmels constituye una “novedad histórica que permite llegar mejor a los niños y niñas que tanto necesitan y para los que tanto ha costado brindar respuesta”. Pero también la incorporación de recurso humano se hace en otro programa, que se denomina “La Salud Mental es entre todos y todas”, y en el que se trabaja articulando con el Ministerio de Educación y se desarrolla en el marco de escuelas secundarias, en las que se realizan talleres para conversar con les jóvenes. Un total de 28.000 estudiantes participaron en 1.200 talleres. “De esos talleres surgen situaciones que requieren atención por salud mental con relativa urgencia”, en esos casos que así lo requieren, se hacen las derivaciones a lugares de atención para jóvenes, pero también funcionan como espacios de cuidado y acompañamiento.

Julieta Calmels sostiene desde su cartera “que la salud mental no sólo se hace desde lo que un profesional pueda dar a un paciente, sino también con lo que socialmente podamos construir: como apoyos, cuidados y ruptura del factor más grande de estos tiempos, que es la soledad o el aislamiento”. Así, se tejen solidaridades y “mayor comprensión de lo que le pasa al otro”. La reforma y transformación que se está realizando la enmarca en lo que el modo en el que gobernador manifiesta sobre “poner a la provincia de pie”: no solamente implica reparar lo que está dañado, sino construir las nuevas cosas para que el Estado sea moderno acorde al siglo en que vivimos y sea lo suficientemente fuerte para ordenar lo desordenado, pero a la vez, lo suficientemente empático para escuchar al otro.

 

 

 

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