¿Tú lo sabías?

¿Por qué Netanyahu ignoró todas las advertencias sobre el ataque de Hamás?

 

La catástrofe humanitaria que ha ocasionado la sangrienta respuesta de Israel, dos meses después del atentado terrorista perpetrado por Hamás contra ciudadanos de ese país, dio lugar a que el 6 de diciembre el secretario general de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, invocara el artículo 99 de la Carta Fundacional de la Organización para convocar a una reunión extraordinaria del Consejo de Seguridad. Dicho artículo –invocado por primera vez durante su mandato, iniciado en 2017– le otorga el derecho a llamar la atención del Consejo de Seguridad sobre cualquier asunto que, en su opinión, pueda amenazar la paz y la seguridad internacionales.

Dos días después, Emiratos Árabes Unidos presentó un proyecto de resolución que Estados Unidos vetó. En el texto se exigía, además del cese de fuego inmediato, el cumplimiento del derecho internacional y la protección de la población civil, la liberación de todos los rehenes sin condiciones y el acceso a ayuda humanitaria. Este fue respaldado por 13 de los 15 miembros del Consejo de Seguridad mientras que el Reino Unido se abstuvo. Para que una resolución sea adoptada se requiere al menos nueve votos a favor y ningún veto de los cinco miembros permanentes (Estados Unidos, Rusia, China, Francia o Reino Unido). Así, una vez más, el Consejo de Seguridad fue imposibilitado de dar una solución a la guerra en Gaza.

Haciendo abstracción de la masacre que Israel ha infringido a la población civil palestina, el representante estadounidense ante Naciones Unidas, Robert Wood, anunció que no apoyaría el llamado a un alto el fuego inmediato porque solo sembraría las semillas de una próxima guerra, ya que Hamás no quiere ni una paz duradera ni la solución de los dos Estados. Además dijo que el texto no reconocía el derecho de Israel a defenderse.

Durante su intervención, Guterres condenó sin reservas los atentados de Hamás, pero dijo que, si bien el lanzamiento indiscriminado de cohetes por parte de Hamás contra Israel y el uso de civiles como escudos humanos contravienen las leyes de la guerra, esa conducta no absuelve a Israel de sus propias violaciones. El secretario general alertó sobre la existencia de un alto riesgo de colapso total del sistema de ayuda humanitaria en Gaza, lo que tendría consecuencias muy graves pues resultaría en una ruptura total del orden público y una mayor presión para el desplazamiento masivo hacia Egipto, hechos devastadores para la seguridad de toda la región. Señaló que no existe una protección eficaz de los civiles, que viven una espiral de pesadilla humanitaria. Con el 60% de sus viviendas destrozadas o dañadas "se les dice que se muevan como bolas de pinball humanas, rebotando entre zonas cada vez más pequeñas del sur, sin ninguno de los elementos básicos para su supervivencia”.

 

 

El ministro de Relaciones Exteriores de Israel, Eli Cohen, dijo que el mandato de Guterres representa un peligro para la paz mundial pues “su petición de activar el artículo 99 y el llamamiento a un alto el fuego en Gaza constituyen un apoyo a la organización terrorista”.

Mientras Guterres invocaba el artículo 99 el Presidente ruso, Vladimir Putin, realizó una visita a Emiratos Árabes Unidos y Arabia Saudita antes de recibir en Moscú al Presidente iraní, Ebrahim Raisi, el 7 de diciembre, eventos en los que se abordó la situación en la Franja de Gaza y la necesidad de detener las operaciones militares, así como proteger a los civiles. Putin ha criticado a Israel desde el comienzo de la guerra con Hamás, denunciando la catástrofe humanitaria en Gaza y pidiendo la creación de un Estado palestino.

En una declaración conjunta entre Rusia y Arabia Saudita, ambos líderes se pronunciaron a favor de aplicar las resoluciones internacionales relativas a la solución de los dos Estados para garantizar la creación de las condiciones adecuadas para la coexistencia pacífica y el desarrollo económico de Israel y Palestina. Esta solución también permitirá al pueblo palestino “hacer realidad sus derechos legítimos a establecer un Estado palestino independiente y soberano en las fronteras de 1967 con Jerusalén Este como capital”.

 

La masacre en cifras

La sanguinaria respuesta de Israel tiene características de “limpieza étnica” y exterminio de la población palestina. Desde el inicio de la guerra, el 7 de octubre, Israel ha sufrido unos 1.200 muertos y cerca de 5.500 heridos, mientras que en los territorios palestinos hubo cerca de 17.000 muertes y unos 43.600 heridos.

Israel ha dejado a Gaza sin electricidad, alimentos ni combustible, según lo prometido por el ministro de Defensa de tratar a la población civil como animales. La Organización Mundial de la Salud afirma que la situación humanitaria en la Franja de Gaza “empeora cada hora”, pues el Ejército de Israel continúa bombardeando hospitales e intensifica sus ataques contra las zonas a las que ordenó huir a los civiles.

Catherine Russell, directora ejecutiva de UNICEF y ex embajadora y ex asesora de los Presidentes Biden y Obama, ha calificado a Gaza como el lugar más peligroso del mundo para ser niño o niña. Desde el inicio de la guerra, el 7 de octubre, han muerto más del doble de niños que en todos los conflictos ocurridos en el mundo durante 2022.

Según el presidente de Med Global, Zaher Sahloul, uno de cada 140 niños palestinos ha sido asesinado en dos meses. El ritmo de muertes de civiles ha sido mayor que los acaecidos en otros conflictos recientes. El único que podría equipararse es quizás el genocidio de Ruanda de 1994. Muchas más mujeres y niños habrían fallecido en dos meses en Gaza que en el primer año de la guerra de Irak.

La ONU ha informado que 130 funcionarios de esa organización han perdido la vida desde el inicio de la guerra. El comisionado general de la agencia de Naciones Unidas para los refugiados palestinos (UNRWA), Philippe Lazzarini, ha advertido que se está llegando a un “punto de no retorno” en Gaza, “donde el flagrante desprecio por el derecho internacional humanitario marca nuestra conciencia colectiva”. En una misiva al presidente de la Asamblea General de la ONU, Lazzarini urge también a un alto el fuego y dice que en sus 35 años de trabajo en emergencias nunca habría esperado escribir una carta así, prediciendo el asesinato de su personal y el colapso del mandato que debe cumplir.

 

 

Martin Griffiths, coordinador de ayuda de emergencia de esa organización, ha dicho que la campaña militar israelí en el sur de Gaza ha sido tan devastadora como en el norte, creando condiciones apocalípticas y poniendo fin a cualquier posibilidad de operaciones humanitarias significativas. Además ha señalado que la pequeña cantidad de ayuda que se permite entrar en Gaza ya no se puede distribuir. El Comité para la Protección de Periodistas ha informado la muerte de 61 profesionales a manos de las fuerzas armadas israelíes, en uno de los episodios más sangrientos desde su creación en 1992.

 

Una generación de ira y extremismo

Dos meses después del inicio de esta guerra sigue flotando la pregunta: ¿Cómo es posible que la inteligencia de Israel no hubiera previsto al que denominó “nuestro 11 de septiembre”?

Según una reciente publicación del New York Times, Israel sabía de los planes de Hamás desde hacía más de un año pues tuvo acceso a un documento, denominado “Muro de Jericó”, que incluía la descripción detallada de los atentados, que fueron desestimados por los funcionarios israelíes porque no pensaron que el grupo armado tuviera capacidad de ejecutarlo.

 

 

El diario afirma que Hamás siguió el plan con una precisión asombrosa. En julio, una analista de la agencia de inteligencia israelí advirtió que Hamás había realizado un ejercicio de entrenamiento intenso similar a lo que detallaba el plan. Según correos electrónicos cifrados revisados por el NYT, ella había rechazado rotundamente que se tratara de “un escenario imaginario” tal como un coronel en la división de Gaza afirmó, ignorando su advertencia. La analista del servicio de inteligencia señaló que el entrenamiento de Hamás era idéntico al “contenido de Muro de Jericó”. “Es un plan diseñado para iniciar una guerra”, alertó.

Al día siguiente de la denuncia del NYT, el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, John Kirby, dijo a ABC News que Estados Unidos “no puede verificar el informe” y no proporcionó ningún detalle cuando se le preguntó si el Presidente Joe Biden había visto el informe, ni tampoco si la Casa Blanca discutiría el tema con el gobierno israelí.

El periodista francés Thierry Meyssan plantea algunas interrogantes al respecto. ¿Cómo pudo Hamás excavar y acondicionar 500 kilómetros de túneles a 30 metros de profundidad sin llamar la atención? ¿Por qué Benyamin Netanyahu desmovilizó las fuerzas de seguridad en la noche del 6 de octubre? ¿Por qué el director del Shin Bet, el contraespionaje israelí, convocó a los responsables de todos los servicios de seguridad a una reunión para analizar el segundo informe de la CIA estadounidense que advertía sobre la preparación de una operación de gran envergadura por parte del Hamás el 7 de octubre a las 8 de la mañana? Asimismo, señala que Netanyahu ignoró a todos los que le avisaron sobre un gran ataque de Hamás. Menciona al jefe de la inteligencia de Egipto, Kamel Abbas, al coronel Yigal Carmon, director del Middle East Media Research Institute (MEMRI), a la CIA que envió a Israel dos informes de inteligencia que avisaban sobre un gran ataque de Hamás y a su propio ministro de Defensa, el general Yoav Galland, quien advirtió al gabinete sobre una “tormenta perfecta” preparada por Hamás.

Por otro lado, las autoridades de Israel están investigando una actividad especulativa inusual en la bolsa que tuvo lugar pocos días antes del 7 de octubre. Los profesores de Derecho Robert Jackson Jr, de la Universidad de Nueva York, y Joshua Mitts, de la Universidad de Columbia, afirman en un análisis preliminar que operadores desconocidos podrían haber conocido el plan de Hamás de atacar Israel y utilizado esta información para operar en las bolsas de Tel Aviv y Estados Unidos. “Nuestras conclusiones sugieren que los operadores informados de los próximos atentados se beneficiaron de estos trágicos acontecimientos”.

El veto de Estados Unidos al proyecto de resolución en el Consejo de Seguridad de la ONU para frenar la masacre en Gaza es un tiro directo a la línea de flotación de su propia credibilidad y de su supuesta condición de adalid de la defensa de los derechos humanos. El gobierno pasa por alto la gravedad de lo que señala el coordinador de ayuda de emergencia de la ONU, Martin Griffiths: “Hay una lógica en esto, que es horrible y trágica y francamente apocalíptica y no se me ocurre una mejor manera de crear una generación de ira y extremismo que esta”.

 

 

 

 

 

 

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