Un año después

Las primeras señales de alarma aparecieron a los pocos días

“El sistema no castiga a sus hombres: los premia. No encarcela a sus verdugos: los mantiene”.
“Quién mató a Rosendo”. Rodolfo Walsh.

 

 

Hace un año irrumpieron los “Cuadernos de Centeno”. En este espacio se señaló que se abría una enorme oportunidad de auscultar la obra pública en nuestro país y que la Justicia tendría la chance de reconciliarse con la sociedad civil.

Vimos a los principales empresarios arrepentirse y en consecuencia desfilaron importantes ex funcionarios por los tribunales de Comodoro Py.

A los pocos días aparecieron las primeras señales de alarma.

Los apuntes originales de Centeno no aparecieron. Los abogados de los empresarios denunciaban que su arrepentimiento estaba incentivado por el abuso de las detenciones de la dupla Claudio Bonadio-Carlos Stornelli. Los de los ex funcionarios decían que la investigación estaba direccionada por intereses del gobierno.

Unos meses después explotó en Dolores el “caso D'Alessio” y con él un manto de sospecha sobre el accionar del juez Bonadio y el fiscal Stornelli, condimentado con escuchas, fotos y videos.

Paralelamente se formaron dos grandes grupos. Los que estaban del lado de los “Cuadernos” y los que lo impugnaban desde “Dolores”.

En medio de ello se metió la política oficial, que tomó partido e inició las denuncias ante el Consejo de la Magistratura para remover al juez Alejo Ramos Padilla y permitió que el fiscal Carlos Stornelli se fotografiara a metros del Presidente de la Nación en el acto en que se recordó el Día del Ejército.

También en ese contexto navegan los hechos de corrupción que, en el fondo, casi no se discuten. La parte más significativa del expediente se encamina hacia la etapa de juicio oral.

Los ciudadanos conservamos la esperanza inicial de conocer qué pasó y reconciliarnos con la Justicia. Aunque hay que ser realista. Hace casi un año dije que fuentes cercanas al caso le dijeron a esta cronista que nos enfrentábamos a una película de terror basada en hechos reales.

Ojalá se hayan equivocado.

Como contracara, las causas que involucran al gobierno permanecen “estacionadas”, salvo el caso del “Correo”. En efecto, es el mayor escándalo protagonizado por Mauricio Macri, después de los “Panama Papers” que duermen en el fuero penal económico.

Pese a los embates del gobierno contra la fiscal Gabriela Boquín, el desplazamiento del fiscal Juan Pedro Zoni y las presiones ejercidas a través del Consejo de la Magistratura contra el juez Ariel Lijo, el caso progresó en su aspecto penal y se espera que el magistrado resuelva las situaciones procesales de algunos acusados, entre los que sobresale el ministro Oscar Aguad. El lado comercial más allá de la fiscal Gabriel Boquín, no logra atravesar la bruma que envuelve a ese fuero.

No obstante, en Comodoro Py se cuecen a fuego lento el caso derivado del pase de manos de los “Parques Eólicos”, la reciente investigación iniciada por Stornelli en torno a los peajes y la venta de “Mc Air”. Los tres afectan directamente a la familia presidencial.

Es imposible abstraer estos casos del ecosistema judicial argentino. Esto quiere decir que las encuestas y el resultado de las elecciones van a influir en la temperatura a la que se cocinen estos expedientes.

Lo mismo de siempre.

 

 

 

* Publicado en #DosJusticias

 

--------------------------------

Para suscribirte con $ 1000/mes al Cohete hace click aquí

Para suscribirte con $ 2500/mes al Cohete hace click aquí

Para suscribirte con $ 5000/mes al Cohete hace click aquí