Un proyecto de poder y sus métodos

Las confesiones de Mariano Macri ponen en evidencia los procedimientos de su hermano Mauricio

 

“No sé cuán legal o ilegal era, pero lo hacés discutir en la Justicia y, mientras tanto, sobreviviste”, sostiene Mariano Macri al comenzar su relato en Hermano. La definición está referida a la causa por contrabando agravado de autos de comienzos de los '90 donde el ex Presidente Mauricio Macri y su padre Franco Macri fueron procesados, pero expone las costumbres familiares. Con variaciones e innovaciones que incluyen sociedades offshore, autopréstamos, balances truchos, deudas impagas, testaferros y cuentas bancarias secretas, la estrategia para hacer negocios de la familia se repite en cada una de las historias que Mariano Macri le contó al periodista Santiago O’Donnell.

Mariano Macri le reclama al ex Presidente su parte en los negocios familiares heredados: apenas 30 millones de dólares. De acuerdo a la valuación patrimonial adoptada por el empresario, son 21 millones por Socma y los 9 millones restantes corresponden al Correo Argentino. La demanda está dirigida a su hermano mayor porque asegura que, a pesar de los artilugios contables y las ventas simuladas a distintos familiares desde que comenzó su exploración política, Mauricio mantuvo el control accionario y siguió al frente de las decisiones más importantes del holding.

“No es que mi hermano se quedara con la caja, sino que la usaba para su proyecto de poder. Toda una caja negra que controlaba a piacere sin que nosotros tuviéramos la más mínima información ni la más puta idea”, asegura Mariano al explicar con resignación la maniobra desplegada por el ex Presidente para mantenerse oculto al frente del grupo. Esa operación que profundizó su desplazamiento fue dolorosa para Mariano porque en distintas instancias contó con la participación de Franco Macri, en un intento por proteger sus negocios chinos hacia el final de su vida.

Los presuntos testaferros del ex Presidente que enuncia Mariano son cinco: los hijos de Mauricio; su primo Angelo Calcaterra; el CEO de lo que queda del grupo, Leonardo Maffioli; el hermano de la vida del ex Presidente, Nicky Caputo; y, sobre todo, el otro hermano varón, Gianfranco Macri. “Mauricio ha hecho muchos negocios en forma oculta sin aparecer abiertamente”, sostiene al asegurar que su hermano abraza la opacidad desde mucho antes de asumir como alcalde porteño.

Mariano expone el desprecio y resentimiento personal que le guarda al ex Presidente pero también distintos reclamos poco conocidos que, siguiendo una arraigada tradición familiar,  interpuso en el Tribunal Arbirtal de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires y el fuero comercial. ¿El objetivo? Frenar lo que considera las maniobras fraudulentas para desmantelar, liquidar y vaciar Socma (de cuyos beneficios habría sido excluido).

Hermano no forma parte de la producción académica (sociológica, antropológica y económica) sobre el comportamiento de las elites argentinas ni puede ubicarse entre las investigaciones periodísticas realizadas alrededor de sus miembros prominentes. Tampoco debe ser indexado dentro del género (auto)biográfico. El relato que propone el libro se asemeja a una filtración como Wikileaks o Panamá Papers, pero en este caso voluntaria.

Con esa clave de lectura, las motivaciones personales y económicas que empujaron a Mariano Macri a ofrecer su testimonio pierden relevancia frente a las revelaciones (indicios, rastros y pistas) sobre las estructuras utilizadas para ocultar la la fortuna familiar, la proliferación de testaferros del ex Presidente, el desmantelamiento de Socma, el uso extendido de las sociedades offshore, los negocios con el Estado y las maniobras financieras del holding.

Como cualquier relato en primera persona, Hermano puede ser (será) objeto de cuestionamientos sobre omisiones, ausencias, errores, exageraciones y contradicciones. Fragmentado, incompleto, interesado, ingenuo o parcial, el testimonio del hermano del ex Presidente ofrece un aporte novedoso en la siempre inconclusa reconstrucción del rompecabezas de las actividades de la familia Macri. Las forma de hacer negocios del ex Presidente, su padre, sus testaferros y sus hermanos que Mariano decidió relatar no están reservadas a su familia sino que constituyen un denominador común entre los principales exponentes de la oligarquía diversificada argentina.

 

 

Panamá Papers y Paradise Papers

Mariano intenta a lo largo de todo el libro reivindicar la figura de Franco. Y, sobre todo, cuestiona el destrato a su padre del ex Presidente. No obstante, cuando se trata de las operaciones financieras canalizadas a través de Panamá, Bahamas, Luxemburgo, Suiza, Austria o Uruguay, los hermanos coinciden: la culpa es del otro. Hace quince años pude haber firmado algo que me pidió el viejo. Yo lo hacía sin preguntar y, además no entendía muy bien esas cosas de las offshore, sobre las cuales hicimos un curso acelerado en los últimos años”, señala al presentar su visión sobre el entramado de sociedades offshore de la familia que salieron a la luz con las distintas mega filtraciones de información financiera.

El ex Presidente fue uno de los cinco mandatarios en funciones que figuraron entre los Panamá Papers mientras que el nombre del hermano presidencial Gianfranco emergió en los Paradise Papers. Mariano, el menor de los hermanos varones, los acompaña como director o beneficiario final de las sociedades y cuentas reveladas por ambas mega filtraciones. “Durante muchos años, se usaron muchas estructuras offshore, pero no creo que hayan sido el problema que es hoy, ni que comportasen el tipo de violación a leyes que comportan hoy”, ensaya Mariano al recurrir al mantra familiar sobre el uso de las guaridas fiscales y financieras. Desde su perspectiva: “Más que lavar, lo que hacían era mantener una punta, una cuenta negra, fuera del radar”.

 

 

Blanqueo

“En un momento, Gianfranco me planteó: ‘Hemos decidido que lo que vamos a hacer es blanquear, porque al blanquear se hace un tapón fiscal y, con eso, no hay averiguación del origen de los fondos’. No querían que se descubriera el origen de una cuenta que supo tener, según dice la causa, más de quince palos. ‘Podés blanquear vos, puedo blanquear yo o podemos blanquear los dos”. Yo le dije: ‘Ni en pedo me meto en las pelotudeces que ustedes hacen’. Esta reunión se hizo en Socma y no estaba Mauricio. Mauricio hace muy bien su papel de no figurar”, recuerda Mariano al referirse a los 35,5 millones de dólares (entonces 622 millones de pesos) ingresados al “sinceramiento fiscal” en 2016 por el hermano presidencial Gianfranco Macri. Tras la revelación del hecho en una nota publicada por Horacio Verbitsky, el ex Presidente dijo furioso que el país estaría mejor si él pudiera poner a ver al director de este portal en un cohete y enviarlo a la luna junto a otras 562 personas. Ése fue el origen de El Cohete a la Luna.

 

 

Un banco austriaco para fugar los activos de Socma

A lo largo de su relato Mariano elige revelar detalles de un fallido intento donde el grupo simulaba una venta inflada de Socma a través de un autopréstamo con el Meinl Bank de Austria con el objetivo de desembarazarse de una deuda por más de 100 millones de dólares con el BNDES, el banco de desarrollo brasileño. En lugar de pagar, el plan del ex Presidente y sus socios controlantes era vaciar Socma a través del banco austríaco y fugar sus principales activos a sociedades offshore, así cuando vinieran los brasileños a reclamar la deuda se encontrarían con una cáscara vacía incapaz de afrontar pago alguno. El Meinl Bank era propiedad de Odebrecht, como también reveló Verbitsky,  y se usó para canalizar las coimas que la constructora brasileña pagó en toda América.

“El fraude consistía en poner a un banco austríaco como testaferro y nosotros quedar como accionistas ocultos a través de fundaciones en Luxemburgo y como dueños de unas sociedades en Panamá”, detalla Mariano al referirse a la frustrada operatoria. “Ahí me di cuenta de que empezaba a ver la ruta negra. En un momento se me prendió el foquito y me dije: ‘Si estos pelotudos pasan un solo dólar desde la empresa hasta el accionista, van a alumbrar el camino del negro y a poner todo en evidencia’. Me quedaba clarísimo que no tenían intención de pasar ni un dólar. Lo del banco austríaco lo venían poniendo sobre la mesa desde 2011 y recurrentemente volvía a surgir. Estaban preparando el terreno. Se nos venía el momento de firmar papeles para constituir la fundación de cada uno a través de la cual quedaríamos como dueños de acciones, pero en forma oculta. Así empieza todo ese proceso que iba trasluciendo el esquema que estaban armando”.

Las maniobras no avanzaron, sostiene Mariano, porque él logró frenarlas, pero sus reclamos continúan ante la frustración de las distintas mediaciones en dos opacas instancias que las elites argentinas utilizan para evacuar sus controversias familiares: el fuero comercial y el tribunal arbitral de la bolsa porteña. Las últimas demandas iniciadas en marzo de 2020, apenas siete meses antes de la publicación del libro, el hermano menor del ex Presidente denuncia violaciones a su derecho a la información y a designar representantes, y en la más reciente pide “la urgente designación de un veedor o un coadministrador en Socma”. Las presentaciones realizadas por los abogados de Mariano apuntan a los negocios opacos del grupo denunciados en los medios como Avianca, Yacylec y Autopistas del Sol.  Las presentaciones ofrecen precisiones sobre cómo se oculta, disimula o subestima la deuda con el BNDES de Brasil y cómo la gerencia de Socma estaría ejecutando una maniobra de vaciamiento con la complicidad de los accionistas mayoritarios, la comisión fiscalizadora y, sin nombrarlo, el verdadero líder desde las sombras del grupo empresario, su hermano Mauricio.

 

 

Testaferros

“Se escucha mucho que Mauricio, en los últimos años, se enriqueció. Hoy en día, su mayor problema es que multiplicó de manera exponencial sus testaferros y está afuera del poder. Cuando estás en el poder, nadie ni sueña con traicionarte, pero ahora su desvelo debe ser cómo hacer para que ya no haya más un solo testaferro y que sea él el dueño. El testaferro no saca los pies del plato, y si se muere o se te retoba y te roba, cagaste. Esta debe ser su primera preocupación”, ensaya Mariano en lo que parece una invitación/convocatoria a que alguno de los socios ocultos del ex Presidente lo traicione.

El menor de los hijos varones de Franco Macri señala como a testaferros del ex Presidente a:

  1.  Los hijos de Mauricio: “Vos, que repetís como un boludo lo que te dice tu tío Gianfranco, ¿por qué no te ponés los pantalones largos?”, recuerda haberle dicho a Caico Macri, el único hijo varón del ex Presidente, en una tensa reunión de accionistas convocada por su hermano en 2015 donde se propuso prohibirle a Franco la entrada a las oficinas de Socma. “¿Qué querés? Yo hago lo que dice papá”, recuerda Mariano que le respondió Caico.
  2. Calcaterra: Al referirse a la venta de la constructora Iecsa a su primo Angelo Calcaterra, Mariano considera que “ahí Mauricio debe haber quedado como socio importante. ¿Cómo habrá hecho? De la misma manera que con todo lo demás. El viejo se daba cuenta de todo. El viejo leía abajo del agua. Cuando se enojaba por algo con él, más de una vez lo escuché decirle a Ángelo: ‘Andá a hablar con tu jefe’. Y a Ángelo le quedaba clarísimo que se refería a Mauricio y no le contestaba nada”.
  3. Caputo: “No hay dudas de que entre Nicky y Mauricio existe una cofradía. A lo largo de los años, Nicky pasó a ser un testaferro muy fuerte de Mauricio y, a su vez, se habrá independizado mucho. Habrán encontrado un entendimiento entre alguien que devino muy poderoso económicamente, como Nicky, y alguien que también devino muy poderoso, pero políticamente, como Mauricio”.
  4. Gianfranco: “En el caso de los parques eólicos, Gianfranco hizo de testaferro de Mauricio, sin duda alguna. Gianfranco no ha tenido ninguna experiencia ni entidad como para llevar adelante la conducción y el crecimiento de todo el grupo durante los últimos años. Le sirvió a Mauricio como testaferro, y Mauricio encontró en el management su garantía de ejecución”.
  5. El CEO Maffioli: “Al transferirnos las empresas, mi padre había impuesto dos condiciones y ninguna se cumplió. Una, que todo se decidiese por consenso. La segunda, que el gerente general no siguiera siendo Leonardo Maffioli. Lo puso por escrito. Pero Maffioli sigue hasta el día de hoy. Mauricio usó esto a su favor para demostrarle a Maffioli que lo defendía a pesar de que nosotros estábamos en contra de que continuase. Era una alianza perfecta entre ellos dos, secundada por Gianfranco”.

 

 

Negocios grandes y chicos

Mariano ofrece destellos sobre distintas maniobras utilizadas por la familia Macri para hacer negocios y los roles desempeñados por el resto de los hermanos y sus respectivo hijos así como el papel adoptado por familiares directos (los primos Calcaterra y el tío Blanco Villegas), amigos (Nicolás Caputo, José Torello y Gustavo Arribas) y el management de Socma (Leonardo Maffioli y Orlando Salvestrini, entre otros). El recorrido atraviesa la privatización del Correo Argentino, las operaciones con la automotriz Sevel, los negocios con Boca, el caso de Mirgor, la concesionaria de Autopistas del Sol, la operación con Avianca, los parques eólicos, las inversiones inmobiliarias, el desembarco fallido en Brasil, los negocios chinos de Franco, el Belgrano Cargas y las negociaciones frustradas con Donald Trump en Nueva York. El libro también cuenta detalles de algunas operaciones poco conocidas: “Antes de Mirgor, Mauricio tuvo negocios chicos. Cartecolor, ese cartel electrónico luminoso que estaba en la 9 de Julio, sobre un edificio, y con ese ganó su primer millón, su primer palo verde. En un momento dado dijo: ‘Che, debo tanta plata [a Socma] y la devuelvo’", cuenta Mariano.

 

 

 

 

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