La lucha de los aceiteros, que ya lleva dos semanas largas de duración, es el conflicto más importante del año. Dos centenares de barcos están fondeados en el Paraná sin recibir la carga con un costo de 25.000 dólares por día y por barco. CIARA, la cámara empresaria, balbucea explicaciones no convincentes para sus negativas. Glencore, la multinacional suiza con sede en Bélgica, capitanea el lote de los empresarios más duros y nada de lo que reclaman los sindicatos les cae bien. En general suelen acatar los términos del convenio colectivo. Esta vez no lo hicieron para precipitar la medida de fuerza.