Una manera de obrar

No fue por arte de magia que el sistema de salud bonaerense no haya colapsado

 

No fue magia que el sistema de salud no haya colapsado en la Provincia de Buenos Aires producto de la pandemia. Fue una decisión política acertada del gobernador Axel Kicillof, que volcó todos los recursos y el trabajo de funcionarios para fortalecer el sistema sanitario. El ministro de Infraestructura y Servicios Públicos, Agustín Simone, cuenta en diálogo con El Cohete a la Luna que estuvo abocado a la tarea de ampliar, remodelar, culminar obras y comenzar otras para que no existiera ningún bonaerense que por falta de infraestructura sanitaria se viera privado de atención. Nadie quedó abandonado por desidia estatal como ocurrió en otros países, con gente que moría en las calles o en sus casas sin asistencia. El Ministerio, además, lleva adelante obras de viviendas, viales, hidráulicas y de servicios públicos esenciales, que no sólo brindarán mejor calidad de vida sino que buscan ser el motor dinamizador que permita generar empleo y fortalecer el mercado interno en los distritos.

Cuando Simone asumió al frente del Ministerio de Infraestructura y Obras Públicas se encontró con una deuda muy grande y todas las obras paralizadas. “Algunas desde agosto de 2019 y otras desde antes”, recuerda el funcionario. Explica que el gobierno de María Eugenia Vidal creó la figura de “neutralización de obras”, por la que contratistas en conjunto con el Estado acordaron su paralización. “Así encontramos toda la obra pública en la provincia de Buenos Aires. Tanto la que estaba financiada con recursos propios o con préstamos del exterior”, apunta. Hasta el día de hoy, desde el área están pagando y cerrando expedientes de obra de 2019.

Ante la emergencia derivada de la pandemia se impulsó un plan de reactivación y finalización de obras sanitarias en los diferentes distritos bonaerenses. “Definimos 125 obras que estaban paralizadas, con distintos niveles de avances. Tres tipos de obras: en terapias intensivas, en las guardias y por último los Centros de Atención Primaria de la Salud (CAPS), ya sea por remodelaciones o nuevos”, señala.

El listado de obras emprendidas es largo de enumerar. En el partido de General Pueyrredón, en su hospital Doctor Oscar Alende, ya se ejecutó el 63% de las obras de adecuación edilicia de consultorios externos y están en etapa de finalización cuatro unidades funcionales. En el hospital Doctor José Penna, de Bahía Blanca, se realizaron obras de refacción y reparación en guardia y emergencia. En el municipio Almirante Brown, en el hospital Doctor Arturo Oñativia, obras en áreas de terapia intensiva, intermedia, neonatología, refacción y puesta en norma de quirófanos, sala de partos, lactancia y esterilización. El nosocomio se había incendiado en diciembre de 2018. “Fue la obra más grande que encaramos”, expresa Simone. “Se había comenzado una obra de refacción y se la había dejado paralizada”, recuerda en referencia a la desidia que caracterizó al gobierno de Vidal. “El Hospital estaba al 10% de su capacidad de atención cuando llegamos. Rápidamente nos pusimos a trabajar para terminarla. Fuimos habilitando distintas zonas del hospital para ampliar la capacidad de camas y con la entrega de unos quirófanos que restaban se concluyó y se inauguró con el gobernador y tenemos un Hospital que quedó nuevo después de ese incendio”. La inauguración fue el 28 de abril. El gobernador Kicillof expresó allí que “resignamos cosas para que no se nos muera la gente”. También remarcó que “el imperativo es reducir la cantidad de contagios” y se refirió al avance en la vacunación. Por su parte, el ministro de Salud Daniel Gollán destacó que “estas ocho camas no son más que un ejemplo de que continuamos ampliando la capacidad de camas de terapia intensiva en la provincia de Buenos Aires”. Precisó que la recibieron “con 883 camas y hoy tenemos más de 2.100 camas públicas en el AMBA”.

 

 

 

También se encaran obras en La Plata, en el hospital Sor María Ludovica, con la construcción de la sala psiquiátrica, y se impulsó un plan de reactivación y finalización de obras sanitarias en diferentes distritos, entre los que se destaca la ejecución de 97 CAPS en toda el área metropolitana. El ministro remarca la importancia de afrontar la pandemia teniendo las salas de guardias terminadas “por la movilidad y porque además muchas de estas salas permitían que hubiese acceso diferenciado en los hospitales para poder separar zonas de Covid o no Covid. Las terapias intensivas obviamente había que terminarlas, porque cuando hicimos un recorrido necesariamente era imperioso ampliar la cantidad de camas y los CAPS como una manera de comprimir la atención por temas no Covid y también para que la gente no tuviera que utilizar el transporte público para concurrir a un hospital”. En eso se centraron las obras: en la amplitud, mejoras y construcciones nuevas, para que la atención sanitaria no desbordara por falta de infraestructura.

Desde el Ministerio también se pensó desde agosto de 2020 en el Plan Quinquenal, que era lo proyectado antes de asumir la gestión para reactivar la economía y el empleo. En lo que respecta a vialidad, ese mes se firmó un convenio con Vialidad Nacional para reactivar las obras de semi-autopista del Corredor del Atlántico, paralizadas desde septiembre de 2019. “Estamos con el Plan de obras Viales más grande que tiene la Provincia desde hace muchos años”, destaca Simone sobre las obras en las rutas provinciales 11 y 56, fundamentales para los municipios de General Lavalle, Tordillo, Maipú, Madariaga y La Costa. El proyecto contempla la repavimentación de calzada, la reconstrucción de banquinas y obras complementarias de la ruta provincial 11 en el tramo comprendido entre el Complejo Chapadmalal y la intersección con la ruta provincial 77, de acceso a la ciudad de Miramar.

Se llevan adelante obras de vialidad para completar y mejorar corredores viales estructurales como en las rutas provinciales 4, 6 y 41. La 51 es uno de los principales Corredores Viales: con una longitud de 735 kilómetros, trazada en sentido norte-sur, va desde Ramallo –empalma con la ruta nacional 9– hasta Bahía Blanca, empalmando con la ruta nacional 3-, sirviendo al transporte de productos y servicios. La obra tiene importancia para los municipios de Coronel Pringles, Azul, Tapalqué, Bahía Blanca, Carmen de Areco, Chacabuco, Chivilcoy, Alberti, 25 de Mayo, Saladillo y Olavarría. Si bien las obras no abarcan al partido de Ramallo, donde nace la ruta, debería tenerse en cuenta ya que presenta un deterioro importante producto del tránsito pesado. La repavimentación de la ruta provincial 65 abarca los municipios de 9 de Julio, Bolívar, Daireaux, Junín, Guaminí y General Arenales. La repavimentación y ensanche de la ruta provincial 215 comprende los municipios General Paz, Cañuelas, Brandsen y Monte. En proceso licitatorio se encuentra la repavimentación de la ruta 31, que comprende los municipios de Salto y Rojas. Otra obra abarca el tramo de la ruta nacional 188, ruta nacional 8 y 191. La repavimentación de la ruta provincial 32 y el tramo de la ruta nacional 188 que abarca los distritos de Pergamino y Salto forman parte de un plan que abarca mucho más que las rutas aquí mencionadas.

La obra pública no solamente apunta a fortalecer el sistema sanitario y vial, también prioriza la vivienda, ya que Kicillof es consciente del déficit habitacional existente. “Tenemos 4.000 viviendas ya en ejecución dentro del plan que Axel nos pidió, de hacer 10.000 viviendas por año”, expresa el ministro, y menciona las obras de servicios de agua y cloacas junto con las obras hidráulicas como los ríos Salado, Lujan y Reconquista. Con respecto al impacto en el mercado interno de las obras que se realizan desde su cartera, expresa que “la vivienda es la que genera mayor empleo en forma más rápida. Una vivienda tarda doce meses en hacerse y emplea durante todo el tiempo a cuatro personas que no son las mismas, que van cambiando de acuerdo a las etapas de la construcción. Solamente 10.000 viviendas implica que haya 40.000 trabajadores avocados a esa construcción”, explica. Al comienzo de la gestión del gobernador Kicillof, el 50% de las obras de construcción de viviendas se encontraban paralizadas por falta de fondos. Para 2021, con el objetivo de iniciar obras para 10.373 viviendas, se diseñó una estrategia de financiamiento. En el siguiente cuadro se detallan las distintas fuentes y los montos.

 

 

“La obras viales, las obras hidráulicas, no tienen un impacto directo tan grande como tienen las obras de viviendas, pero son obras que generan mucho empleo indirecto por el insumo que conllevan: sectores de la economía que tienen que estar detrás de esa obra”, expresa Simone. Para que el endeudamiento estrepitoso del gobierno de María Eugenia Vidal no impacte en el presupuesto actual y genere una paralización, lo que hicieron desde el Ministerio fue “recurrir mucho más a los organismos multilaterales, que dan préstamos a tasas muchísimo más bajas con un período de gracia importante. Porque la infraestructura se tiene que financiar con préstamos a largo plazo y no de corto, porque es cuando vas amortizando lo que hiciste y cuando lo que hiciste genera esas nuevas divisas y así poder pagar esos préstamos”, explica.

El bajo nivel de inversión en los cuatros años del gobierno de Vidal “ha generado grandes fallas en infraestructura”, dice Simone. “Así como el déficit habitacional, encontramos lo mismo con las rutas provinciales. Por dar un ejemplo, la ruta 11 y la 56, que van a la Costa Atlántica,  por donde viajan miles de argentinos todos los veranos para  vacacionar, todavía eran de una sola mano. Un montón de problemas de ese nivel”, repasa. También menciona la ruta 2, que “no tiene una tarea de mantenimiento o de repavimentación desde hace muchísimos años, y que tiene mucho tráfico en verano. Igual la ruta 51, la 56. O la ruta 88 en el sur”, enumera. Sobre los caminos rurales, expresa que es un área que el gobernador pidió reactivar “porque no había ningún programa de mantenimiento de caminos”.

Un tema no menor es el de las denominadas Casas de la Provincia. “La Provincia tiene una cantidad de oficinas distribuidas en todos los municipios que son casas alquiladas. Eso le genera un gasto tremendo en alquileres, mantenimiento. Lo que nosotros apuntamos con Casa de la Provincia es que exista una unidad administrativa, un edificio provincial en cada municipio, donde pueda tener todas las oficinas de atención al público y que los trabajadores puedan estar trabajando en buenas condiciones y los bonaerenses puedan ser atendidos como corresponde”.

El ministro señala también el gran déficit que existe en plantas de tratamiento de residuos cloacales, generando que se arrojen sin tratar a las distintas cuencas o campos y generando contaminación. “Estamos haciendo obras que no se habían realizado hace muchísimo tiempo”, afirma. Agrega que “nos encontramos en un montón de lugares con falta de infraestructura en los pozos de agua, donde había agua con poca presión o de mala calidad, pozos viejos desmoronados, contaminados. Estamos haciendo 100 pozos de agua en toda la provincia”. Con marketing no alcanza, explica Simone, sino que “hay que gobernar y gestionar”. Su trabajo territorial da cuenta de ello porque el gobernador entiende el rol fundamental del Estado, sobre todo con una pandemia que ha causado estragos y conscientes de que no será el mercado quien dinamice la economía bonaerense.

 

 

 

 

 

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