Vuelo sincronizado

Halcones y palomas se acoplan en una nueva campaña de desprestigio hacia el sistema universitario

 

La hembra halcón se proyecta en picada y comienza la cacería: a todo o nada. Las universidades argentinas “están vacías de alumnos, tenemos casi la mitad de la matrícula de alumnos extranjeros que vienen y toman las posibilidades que la Argentina da y los argentinos quedan en un cementerio en el colegio secundario”, arremete Patricia Bullrich.  El vacío que divisa la precandidata presidencial está compuesto, en realidad, por 2,5 millones de estudiantes. Para menoscabar los derechos de una parte de la población que pretende representar, primero hay que negarlos simbólicamente. Si no existen, es posible ajustarlos sin tapujos. La halcón atrapó una presa, un chivo expiatorio para nada original en la narrativa las derechas globales: los extranjeros que vienen a tomar—según el verbo elegido por la ex ministra de Seguridad (2015-2019) y de Trabajo (2000-2001)— lugares en la educación, en los hospitales, que le sacan los puestos de trabajo a los argentinos, que traen inseguridad, narcotráfico y otras pestes. Este mito es parte de un vetusto artilugio para condensar posiciones en torno a un nacionalismo reaccionario, cuando el problema que alarma al mundo es la acelerada caída de la tasa de natalidad.

 

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💬 Patricia Bullrich: "En las universidades públicas casi la mitad de los alumnos son extranjeros". Este es FALSO ya que, según datos oficiales de la Secretaría de Politicas Universitarias de la Nación, en 2021 había 117.820 extranjeros matriculados en las 133 instituciones universitarias argentinas, lo que representaba un 4,3% de los 2.730.754 estudiantes de nivel superior del país. En el caso de las universidades públicas, el porcentaje caía al 4,1%. #uba #universidaddebuenosaires #patriciabullrich #bullrich #extranjeros #educacionpublica #politica #juntosporelcambio #educacionsuperior #testimonios

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Estas aves de rapiña pueden sustraerse de las reglas de la institucionalidad democrática sin un mínimo recato. Convocada por la Cámara Nacional Electoral, Bullrich había suscrito el día anterior a sus declaraciones el Compromiso Ético Digital 2023, un acuerdo para combatir la desinformación en redes sociales. No obstante, manipuló las estadísticas de forma obscena: no son la mitad, sino un 4% los estudiantes de otras nacionalidades en Universidades Públicas argentinas. Hasta acá, los plumíferos planean sobre un territorio conocido: la promesa de recortar lo público, que califican como ineficiente o innecesario. Sin ir más lejos, el jefe de la bandada había incursionado en este tópico en su campaña electoral en 2015. En ese entonces, en un congreso en la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos Aires, Mauricio Macri se espantaba: “¿Qué es esto de universidades por todos lados?”

 

 

 

Las palomas pululan. Revolotean por lo bajo, se meten donde hay bullicio y rebuscan entre cualquier carroña que caiga al piso. “No estoy de acuerdo (con Patricia Bullrich) y ella misma rectificó sus dichos", se diferenció su contrincante en la interna de Juntos por el Cambio, Horacio Rodríguez Larreta. El alcalde porteño no se arriesga a desconocer la estructura universitaria de los correligionarios en los que recuesta su fórmula: "Soy de la Universidad Pública, soy de la UBA… Para mí es un orgullo la Universidad Pública en la Argentina”, profundizó la distancia con su competidora egresada de la Universidad privada de Palermo.

Las palomas pueden parecer inofensivas, hasta que te defecan en la cabeza (un dato relevante para tomar las precauciones necesarias: estos desechos pueden transmitir hasta 40 enfermedades). “Este país sí tiene arreglo”, sostiene Rodríguez Larreta en su spot de campaña. La provincia de Jujuy es hoy la descarnada muestra de cómo pretenden hacerlo. El encargado de encabezar el embate contra las universidades en esta fracción fue el palomo número dos. Gerardo Morales sindicó a “los de la Universidad de Buenos Aires” como los responsables de incentivar los cortes en Tilcara y amenazó con expropiar los terrenos de la universidad y con perseguir a sus trabajadores: “Sabemos quiénes son… tenemos la identificación. Todos esos van a tener condena”.

Desde FEDUBA, el sindicato de docentes de la UBA, instaron al gobernador de Jujuy a “cesar en su actitud de criminalización” contra los trabajadores universitarios y le recordaron que la UBA “no debe ser prenda de negociación en las internas de los radicales en Juntos por el Cambio”.

Las palomas también muestran las garras y la Universidad Nacional de Jujuy no estuvo exenta de la escalada represiva. Este miércoles, efectivos de la policía jujeña irrumpieron armados, sin identificación y sin orden judicial, a una sesión ordinaria del órgano máximo de gobierno de esa Casa de Estudios, el Consejo Superior, que se había convocado para debatir un repudio en torno a la nueva Constitución jujeña y condenar la persecución del gobierno provincial hacia integrantes de la comunidad académica. Este hecho vulnera la autonomía y autarquía de las universidades nacionales (consagrada en el artículo 75, inciso 19, de la Constitución Nacional) y viola el artículo 31 de la Ley de Educación Superior que impide que las fuerzas públicas ingresen a las instituciones universitarias sin mediar orden escrita previa y fundada de juez competente. Un comunicado de la UNJu calificó a los hechos como de “suma gravedad institucional”.

El jueves, el precandidato a vicepresidente de JxC compartió un comunicado de la UCR jujeña que se refería a la incursión de la policía de la provincia en la UNJu como un “abuso de poder” y aseveró que había pedido sanciones para los efectivos involucrados. Mientras tanto, el Poder Judicial de Jujuy avanzaba contra los manifestantes: hubo allanamientos y detenciones bajo la arcaica figura del delito de sedición. En paralelo, los docentes de la provincia se encontraban con descuentos de hasta 150.000 pesos en sus recibos de sueldo por haber adherido a la huelga. La vara para medir el uso y abuso del poder está en manos del contador Gerardo Morales.

 

Dos modelos

El ministro de Educación, Jaime Perczyk, dialogó con El Cohete y puntualizó que es un gran mérito que se haya avanzado en fundar universidades en lugares donde hacían falta. Hacía referencia al proceso de expansión del sistema universitario durante las presidencias de Cristina Fernández de Kirchner: entre 2007 y 2015 se crearon 18 Universidades Nacionales. Sin embargo, consideró que, en comparación con otros países de Latinoamérica, la Argentina aún necesita más universidades: contando las públicas y las privadas, “la Argentina tiene una universidad cada 365.000 habitantes. Colombia tiene una universidad cada 177.000. Brasil tiene una cada 150.000 habitantes. México tiene una cada 109.000”.

Detrás de la vocación de ajuste a las Universidades Públicas hay una disputa de modelos: “Tienen otra idea: la del arancelamiento, la de financiar la universidad privada, la del voucher”, evaluó el titular de la cartera de Educación. El trasfondo es restringir la inclusión de los sectores populares, primera generación de universitarios de sus familias, que es lo que viene creciendo en los últimos tiempos. En la Argentina, la Universidad no sólo es la principal institución de producción de conocimiento, sino que es además es “la que produce democratización social y democratización del conocimiento”, completó Perczyk.

En la misma línea se expresó este martes su par en el ministerio de Economía, Sergio Massa, en el encuentro “Unidos por la universidad y la ciencia” en la sede de Ciencias Exactas de la UBA: “No hay mayor valor que tengamos que defender que la Universidad pública, gratuita, de calidad e inclusiva, porque es el instrumento que nos genera la base para la movilidad social ascendente en la Argentina”. El precandidato presidencial de Unión por la Patria ponderó que, además, hay que consolidar su capilaridad y multiplicarla porque “todavía no tenemos la cantidad de universidades que necesitamos a lo largo y a lo ancho del país para que el hijo de cualquier obrero, nazca donde nazca, pueda acceder a la universidad”.

 

 

Las expresiones xenófobas de Patricia Bullrich son un capítulo más de una campaña de desinformación en torno al sistema universitario. Su ataque comenzó hace un mes con la divulgación de datos falsos respecto a la tasa de egreso de la Universidad Nacional de La Pampa, que ya fueron desmentidos por Diego Kenis en una edición anterior de El Cohete. “Hemos dejado de ser un país universitario”, dictaminó en aquella oportunidad. El ministro de Educación la refutó: “La inscripción a las universidades creció un 67% en los últimos 10 años”. Cuando comenzó la democracia, en 1983, la Argentina tenía 350.000 estudiantes universitarios, 26 universidades y 28 millones de habitantes. 40 años después, la población no llegó a duplicarse, pero se duplicó el sistema universitario (hoy hay 57 universidades) y se multiplicó por siete la población universitaria. “Tenemos una tasa de escolarización en la universidad que es el 5,3% de la población. Es la más alta de Latinoamérica junto con Cuba, cercana a la de España”, sopesó Perczyk.

 

 

En su spot de campaña, Patricia Bullrich declara que no pueden darse “el lujo de hacerlo a medias otra vez”. El cambio a medias de Mauricio Macri significó un 25% de pérdida en los salarios de docentes y no docentes universitarios, una baja de 900.000 a 560.000 en las becas Progresar (que en vez de pagarse los 12 meses del año, se pagaban 10) y la realización de sólo una obra en una universidad en cuatro años. (En el gobierno del Frente de Todos, pandemia mediante, el Programa Nacional de Infraestructura Universitaria ejecutó 167 intervenciones para mejorar las condiciones edilicias). Además, el ex Presidente terminó su gobierno en 2019 adeudando seis meses de transferencias en gastos de funcionamiento a las Universidades Nacionales.

 

ABC + P

Martín Maldonado aún estaba en la secundaria en agosto de 2018, pero acompañó a sus profesores a marchar en rechazo al ajuste a la educación pública. Hoy preside el centro de estudiantes de la Facultad Regional Rosario de la Universidad Tecnológica Nacional. “Quieren una educación elitista”, juzgó al ser consultado por las declaraciones de Bullrich y agregó: “El Fondo Monetario Internacional es el verdadero gestor de esta política y JxC funciona como oficina gerencial y vocera de lo que el FMI quiere aplicar en nuestro país”. El estudiante expresó también su preocupación por el aumento de la violencia en Jujuy: “Es la siembra del discurso del odio, pretenden acostumbrar a la sociedad a la aplicación sistemática de políticas represivas”. El joven, militante de La Cámpora Universidad, valoró que “estos modelos neoliberales apuntan a la atomización de cada integrante de la sociedad y nos hacen perder la noción de lo colectivo”.

Para Albana Velozo, secretaria de género de la Juventud Universitaria Peronista de la Provincia de Buenos Aires, lo que subyace en las expresiones de la precandidata a presidenta de JxC es un “discurso discriminatorio en contra de las minorías”. La joven, recientemente egresada de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional de La Plata, añadió que “el miedo que nos acongoja ahora no es solamente por la estructura de las universidades” sino por todas “las herramientas de contención para que los estudiantes podamos continuar en nuestros estudios” y enumeró: albergue, boleto, comedor. El ABC es una demanda histórica del movimiento estudiantil. Pero en su racconto, Albana enroló una nueva consonante: la P de Progresar.

Este miércoles, Massa y Perczyk anunciaron un aumento del 56,5% en las becas Progresar que ascenderá a 20.000 pesos en agosto. El programa tiene hoy 1,7 millones de destinatarios, el triple que en 2019.

 

 

Fuente: Secretaría de Evaluación e Información Educativa del Ministerio de Educación.

 

El ministro de Educación opinó que hay que mejorar la Universidad, “pero hay que mejorarla desde consolidar lo que hace bien, que es su vocación de integración social, su compromiso con la sociedad y su articulación con el sistema productivo”. Un modelo de país que apueste al desarrollo nacional con inclusión social debe incluir en su programa la ampliación del derecho a la universidad. Siempre más y mejores, porque la Universidad Pública es uno de los pocos instrumentos de igualación de las posiciones sociales que tiene nuestra sociedad.

 

 

 

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