¿Y sin cuarentena?

Con otra reacción oficial, el 15 de mayo podríamos tener entre 80.000 y 120.000 muertes

 

Este trabajo asume que la mortalidad por Covid-19 está condicionada por el número de casos graves en un mismo momento y por la disponibilidad de camas de Terapia Intensiva. A partir de un análisis de la evolución de la mortalidad antes y después de la implementación del aislamiento social preventivo obligatorio, es posible estimar que la cuarentena ha colaborado de manera directa e indirecta para evitar entre 80.000 y 120.000 muertes en Argentina hasta el 15 de mayo.

 

 

¿Se ha logrado aplanar la curva de casos?

La duplicación de los fallecidos resulta un marcador de la tendencia de la pandemia útil para evaluar su trayectoria y pronosticar su impacto. En la Argentina, una vez que se arribó al cuarto fallecimiento (21 de marzo) el número de muertes se duplicó entre los 2 y 4 días y la progresión se mantuvo. Llevó 4 días pasar del 4° al 8° fallecido, solo 2 para saltar del 6° al número 12, e hicieron falta 3 jornadas para alcanzar las 18 muertes una vez que aconteció la 9a.

A partir del 27 de marzo, una semana después de iniciada la cuarentena, los días necesarios para duplicar el número de muertos se ampliaron a seis. Y esa cifra se mantuvo, tal como queda expresado en el gráfico 1, hasta la fecha en que se escribe el presenté informe (9 de abril). Fueron necesarios 6 días para duplicar las 15 primeras muertes pero también para pasar de 19 a 38, y de 29 a 58 óbitos. La curva se ha aplanado tanto que en ocasiones el plazo se extendió hasta los 7 días.

 

 

 

 

¿Cuántas muertes hubiéramos tenido sin cuarentena?

Estimar el número de fallecimientos no resulta sencillo pero es posible simular escenarios de acuerdo a los días necesarios para la duplicación de las muertes. Para realizar la simulación que se presenta en la ilustración principal, se consideró el número de muertes efectivamente generadas a consecuencia de la pandemia hasta el 27 de marzo y se estimó la evolución considerando una duplicación de fallecimientos cada 4 días (el más benévolo de los 3 escenarios posibles hasta ese momento).

Según esta estimación, la Argentina hubiera debido soportar algo más de 87.000 muertes al 15 de mayo. Al día de hoy serían 170 los fallecidos en lugar de los 71 que efectivamente han ocurrido.

 

¿Cuál hubiera sido la evolución con las tasas brasileñas?

El país vecino presentó su primera muerte por Covid-19 el 16 de marzo y pese a haber transcurrido menos días que en la Argentina, a la fecha registra 941 decesos. El gráfico siguiente muestra los días que debieron transcurrir en la Argentina y en Brasil para lograr la misma duplicación de fallecimientos.

Como puede apreciarse la situación es marcadamente diferente en ambos países, de hecho Brasil presenta un promedio de 2,6 días para duplicar el número de muertes.

 

 

 

 

En caso de haber tenido la velocidad de duplicación evidenciada en Brasil, en lugar de haber llegado a las 87.000 mencionadas previamente, la Argentina debería soportar casi 1,5 millones de vidas perdidas para mediados de mayo, como muestra el gráfico siguiente. Al día de hoy, las muertes hubieran sido 363, más del doble de las esperadas para nuestro país con la velocidad de duplicación previa a la cuarentena y 5 veces más de las que efectivamente se produjeron este 9 de abril.

 

 

 

 

¿Cuántas muertes se evitarán por la cuarentena?

La cuarentena ha cumplido su cometido, y con creces. Manteniendo la misma línea de análisis, se realizó una simulación del número de fallecimientos que alcanzaría la Argentina al 15 de mayo en caso de continuar con la cadencia de duplicación actual. Para hacerlo, se consideraron los fallecimientos registrados hasta el 3 de abril y se duplicó el número cada 6 días. Ceteris paribus, considerando el mínimo y máximo de fallecimientos observados diariamente hasta el 3 de abril, es esperable que la Argentina arribe a mediados de mayo con una cifra de fallecidos entre 4.480 y 4.992, como se observa en este gráfico:

 

 

 

Según estas estimaciones, Argentina debió haber alcanzado el jueves 9 de abril entre 70 y 78 fallecimientos, cifra acorde con las 71 muertes reportadas hasta el momento de finalizar el presente informe.

La comparación de los escenarios presentados antes y después de la implementación del aislamiento obligatorio permiten identificar que la cuarentena evitó aproximadamente 82.000 muertes a partir de haber logrado una ampliación en el número de días requeridos para duplicar los fallecimientos.

 

 

¿Es posible que el impacto sea aún mayor?

El mayor cuello de botella del sistema de salud para dar respuesta a esta pandemia es la disponibilidad de camas de terapia intensiva. Según datos del Ministerio de Salud de la Nación, la Argentina cuenta con 8.444 camas críticas a nivel nacional, las cuales en condiciones normales suelen estar ocupadas en un 80-90%. Gracias a las medidas que se han implementado para reducir esa tasa de ocupación, es posible asumir que 50% de esas camas están en condiciones de utilizarse exclusivamente para Covid-19.

 

 

 

 

Para simular la evolución que hubieran tenido las camas de terapia intensiva (UTI) disponibles para hacer frente a los casos graves si no se hubiera modificado el curso de la enfermedad a partir de la implementación de la cuarentena, se consideraron entre otros supuestos que la totalidad de fallecidos por Covid-19 mueren en UTI.

 

 

 

 

A través del análisis de la última tabla se puede hipotetizar que si no hubiera habido cuarentena obligatoria la totalidad de camas disponibles se hubiera saturado entre el 25 y 26 de abril, generándose un déficit de camas críticas superior a 126.000. Extrapolando datos del análisis realizado por el autor sobre la evolución de la pandemia en España, donde se concluyó que cada cama deficitaria genera 0,3% de mortalidad adicional, es posible estimar que la Argentina pudo haber agregado cerca de 38.000 muertes más producto de la falta de camas de UTI.

 

 

 

Discusión

A juzgar por la evolución de la enfermedad, es posible acordar que el impacto de la cuarentena ha sido más que satisfactorio. De hecho, los escenarios presentados en este informe permiten estimar que la cuarentena ha colaborado, como actor principal, en evitar casi 120.000 muertes desde su instalación y hasta mediados de mayo. 82.000 de esas muertes se evitaron en forma directa por el aplanamiento de la curva y las restantes 38.000, a consecuencia de haber evitado saturar antes de tiempo la respuesta del sistema de salud. La oportunidad que nos ofrece el aplanamiento de la curva nos obliga a dimensionar adecuadamente la cantidad de camas críticas (entendidas no solo como el recurso físico sino humano y tecnológico) necesarias para hacer frente al 5% que requerirán internación en terapia intensiva. La evolución de la pandemia a nivel mundial permite estimar que mueren 2 de cada 100 personas por la letalidad del virus, debemos trabajar fuertemente para evitar un exceso de mortalidad que será consecuencia de nuestra incapacidad para dar una respuesta social organizada.

 

 

 

* Esteban Lifschitz es investigador del Instituto de Medicina para la Seguridad Social y Evaluación Tecnológica (IMSSET), Facultad de Medicina, Universidad de Buenos Aires. Los datos y opiniones presentados son responsabilidad del autor y no de la institución.

 

 

 

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