YO SEÑOR, NO SEÑOR

Jujuy suma femicidios y Morales culpa a la prensa

 

Desde que comenzó 2020 se cometieron en Jujuy una decena de femicidios. Según el informe de Mujeres de la Matria Latinoamericana (Mumalá), la provincia tiene la tasa más alta del país: dos femicidios cada 100.000 mujeres. El gobernador Gerardo Morales, en una interpretación sorprendente durante el reporte televisivo del Comité Operativo de Emergencia, buscó las causas por fuera de su gestión y cargó las culpas sobre los periodistas. “Por el pésimo tratamiento que reciben los casos de femicidio en los medios de comunicación locales la tasa de femicidios aumentó en Jujuy”, dijo sin sonrojarse. Con esa frase simple deslindó responsabilidades.

La pandemia y la actuación de los medios son para Morales la justificación y la excusa perfecta que explicarían los últimos cinco femicidios ocurridos en la provincia, incluido el de Alejandra Nahir Álvarez, una joven de 17 años asesinada por su ex pareja y padre de su beba de seis meses el sábado 10 de octubre. A su entender la intervención de las fuerzas policiales en el caso fue correcta, igual que la de la titular del Consejo Provincial de Mujeres e Igualdad de Género, Alejandra Martínez, quien apareció en la escena del femicidio para justificar que autoridades y funcionarios policiales de la Seccional 33 de Alto Comedero se negaran a tomar la denuncia a la familia durante la noche del viernes 11, violando el protocolo de actuación del flamante Comité Interinstitucional de Actuación en casos de desaparición de Mujeres, Niñas y personas de la Diversidad (Cindac) que obliga a la policía a recibir las denuncias sin pérdidas de tiempo, más todavía teniendo en cuenta que el extravío de una persona menor de edad se considera de alto riesgo.

Morales aprovechó el espacio de TV creado para informar sobre la pandemia, que lleva más de 200 programas y oficia casi como una cadena provincial junto a las redes sociales del Ejecutivo, para afirmar que “los casos de femicidios forman parte de una psicosis que existe en la Argentina”, en referencia a un informe de la Casa del Encuentro sobre los asesinatos de mujeres en tiempos de pandemia.

Luego de insistir con responsabilizar a los medios recurrió a la filósofa Diana Maffia y a la antropóloga Rita Segato, ambas activistas feministas, de quienes citó conceptos aislados y fuera de contexto con los que intentó sostener sus argumentos. “Cuidado con este tema, quiero leer algunas de las expresiones de Diana, que dijo que ‘el método de femicidio se multiplicó luego de haber tomado estado público la muerte de Wanda Tadei, la mujer del baterista del grupo de Callejeros, que tuvo una difusión mediática muy importante y un efecto contagio, que multiplicó las amenazas y los femicidios con la misma metodología'”, afirmó.

Siguiendo la línea de defensa y deslinde de responsabilidades, citó luego a Segato, quien dijo años atrás que los femicidios y las violaciones como expresiones de máxima violencia siguen ocurriendo en el país y que esto tiene relación con los tratamientos mediáticos. “Compara las agresiones de género con los suicidios y asegura que son contagiosos por el mal abordaje de los medios de comunicación”, machacó.

“Nos preocupa la situación de Jujuy”, admitió Morales antes de anunciar una serie de medidas de los poderes del Estado “para terminar y ganar la batalla cultural contra la violencia de género”. Anticipó que el Superior Tribunal de Justicia dictará en los próximos días una acordada para cubrir juzgados especializados en casos de violencia de género, con jueces de control penal y de otros fueros, “hasta que se concurse más juzgados de violencia de género, de los cuales sólo funcionan dos cuando están creados seis”. Reveló también que envió a la Cámara de Diputados los pliegos para designar fiscales penales, incluido uno especializado en violencia de género. Se van a asignar fiscales y fiscales adjuntos a esa tarea específica. “Si Dios quiere, con el Ministerio de Seguridad vamos a disponer en los próximos días de cincuenta dispositivos duales o pulseras para los casos de medidas cautelares dispuestas por la Justicia que impidan que el violento se acerque a la mujer”, agregó.

Luego de la verborragia y las diatribas contras los medios insistió en que “con el Presidente (Alberto Fernández) tengo el mejor de los diálogos y comunicación”. Añadió que “esperaba hacer lo mismo con el Ministerio de la Mujer pero no se pudo porque la titular del área, Elizabeth Gómez Alcorta, puso en conocimiento de los hechos acaecidos a la Procuración General de la Nación, que cuenta con una unidad especializada en femicidios y violencia de género, y a la Protex, que es la Procuraduría de Trata y Explotación de Personas”.

Cabe resaltar que Morales tiene una especial animadversión con Gómez Alcorta porque fue quien lideró el grupo de abogados que defendía a Milagro Sala hasta fines de 2019, cuando asumió como ministra de Mujeres y Género. De hecho la funcionaria encabezó la defensa de la dirigente social en el juicio federal iniciado por el propio Morales a raíz del episodio de los huevazos en 2009. En ese debate oral, el alegato final estuvo a cargo de la actual ministra.

En su informe del domingo Morales reveló que ese mismo día tuvo un contacto telefónico o remoto con el Presidente para “despolitizar y despartidizar estos asuntos” porque “el 80 por ciento de los colectivos feministas, movimientos de mujeres y otras organizaciones que salieron a reclamar por los derechos de las mujeres tienen lineamientos kirchneristas y de la izquierda”.

Antes de seguir con el informe epidemiológico, volvió a referirse a los medios y no al fracaso de sus políticas para prevenir la violencia de género. “Esta semana vamos a iniciar una serie de talleres de formación con los medios y también con distintas organizaciones para que bajemos un cambio, le quitemos la espectacularidad”, aseveró Morales, quien pretende educar a los medios en el tratamiento de los femicidios con la única intención de deslindar responsabilidades del Estado. Hasta ahora no se anunció ni comenzó ningún taller.

Por último anunció que enviará dos iniciativas a la Cámara de Diputados. La primera es un Proyecto de Ley de Emergencia, supuestamente con aportes de organizaciones. La segunda es la implementación de un sistema de protección de derechos, una ley marco en materia de derechos de mujeres y diversidades que “va a constituir un enorme avance y nos va a poner en un nuevo paradigma”.

El femicidio de Alvarez, el sábado pasado, generó indignación, bronca y tristeza y se tradujo en nuevas marchas durante la semana. Los colectivos feministas y algunos movimientos de mujeres reiteraron por enésima vez los pedidos de renuncia del ministro de Seguridad provincial, Ekel Meyer, y de la presidenta del Consejo Provincial de la Mujer, Alejandra Martínez.

 

 

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