TRISTEZAS DE UN AA

Respuesta a Emmanuel Álvarez Agis

 

1) El Acuerdo firmado en septiembre de 2003 con el FMI fue por una deuda de 12.500 millones de dólares. La Argentina contaba con superávit comercial (ese año por 16.087 millones de dólares y el año anterior por 16.111 millones) y no le vendía dólares a las empresas para que paguen sus deudas como hizo el gobierno de Alberto Fernández por 8.300 millones de dólares ni financiaba el anticipo de importaciones por 6.660 millones de dólares como hizo el BCRA.

2) El gobierno de Néstor Kirchner operó siempre con resultado fiscal positivo. El superávit fiscal primario (antes del pago de la deuda) fue de 8.251 millones  de dólares y el financiero de 1.454 millones (2,22% del gasto total).

3) La combinación de superávits comercial y fiscal le permitió sacar al país de la cesación de pagos, en ese momento más grande de su historia.  Se canjeó la deuda soberana de valor nulo tras la crisis de 2001, por nuevos bonos indexados por la inflación y el índice de crecimiento económico (sustituyendo títulos en moneda extranjera por moneda nacional). La Argentina había entrado en suspensión de pagos de su deuda externa. Este default ha sido el más largo de la historia financiera moderna e implica fundamentalmente la cesación de pagos de capital e intereses de los títulos de deuda pública emitidos por el Estado (deuda soberana). A fines de 2004, la deuda externa total alcanzaba los 178 000 millones de dólares. ​Se reestructuraron deudas por un valor equivalente a 62. 500 millones de dólares de valor nominal, canjeadas por nuevos títulos por un valor nominal equivalente a 35 300 millones de dólares. Como consecuencia de la reestructuración, el componente en pesos de la deuda pasó del 3 al 37 %. Todavía no habían llegado los genios del neoliberalismo para quienes da lo mismo la deuda en pesos o en dólares.

Paralelamente se propuso una quita del 65% de la deuda, que implicaría una disminución de 61.350 millones de dólares sobre el capital, que se reduciría así a 20.450 millones de dólares. En junio de 2004, llega a un acuerdo con Organismos Internacionales y de los gobiernos de los tenedores de bonos en el exterior y se reconocieron los intereses atrasados. El 3 de enero de 2006, la Argentina canceló el total de su deuda con el Fondo Monetario Internacional (FMI) concretando un pago anticipado de 9.530 millones de dólares, para lo cual utilizó parte de las Reservas Internacionales generadas  (y no mal vendidas por el BCRA, férreamente controladas por Néstor Kirchner en persona), mediante la colocación de un Bono del Tesoro intransferible en el BCRA. (La pagó el superávit comercial).

4) Las reservas internacionales pasaron de 14.000 millones de dólares en mayo de 2003 a más de 47.000 millones en el 2007.

 

5) Evolución del PIB 2003-2007

Mientras que en 2001 y 2002  la tasa de inversión era del 11% del PIB, en 2007 superó el 23%. Dentro de la tasa de Inversión Interna Bruta Fija, la inversión pública creció a tasas anuales superiores al 50 por ciento y, en 2006 el porcentaje del PIB  en inversión pública fue el más alto de los primeros 22 años del siglo XXI.

6) El período 2003-2007 fue una etapa de gran avance de la economía argentina, el desempeño productivo estuvo motorizado por la persistente mejora del gasto interno (consumo e inversión) y las exportaciones. Por otra parte, la generación de mano de obra fue otra característica saliente del período 2003-2007; ello se evidenció en una tasa de desocupación que fue descendiendo sin pausa con reducciones importantes, alcanzando niveles de un dígito (y era del 25% en mayo de 2003).

7) Según un informe de la CEPAL (Comisión Económica para América Latina y el Caribe), entre 2003 y 2008 la Argentina contrajo la tasa de desempleo urbano abierto un 53,8 %, y se ubicó tercera entre las naciones latinoamericanas con mayor eficacia en la reducción de la desocupación. Desde 2003 se verificó un incremento exponencial en la cantidad de beneficiarios que participaban en las políticas activas de empleo y formación profesional que llevaba adelante el  Ministerio de Trabajo. Se pasó desde apoyar a alrededor de 16.000 personas (en 2003) a más de 900.000 (en 2014): el incremento fue del 5.700 %. La estrategia fue poner en marcha a fines de 2003 el Plan Integral para la Promoción del Empleo "Más y Mejor Trabajo".

La creación de empleos para reducir la desigualdad social a raíz de la pobreza, fue una de las premisas del proceso iniciado por el gobierno de Néstor Kirchner. Los índices de pobreza y de desempleo disminuyeron notoriamente. El salario mínimo que era en 2003 de $360 se elevó a $1.240 en el 2007.

8) En el período 2003-2007 la industria argentina creció a un promedio anual del 10,3 % en términos del Índice de Volumen Físico (IVF), acompañando la dinámica de la economía en su conjunto. La persistencia del avance del sector manufacturero constituye una característica que sobresale en relación a otros períodos de crecimiento industrial. Valga como ejemplo que ​en julio de 2004, gracias a la gestión del Presidente Kirchner y su par de Venezuela, Comandante Hugo Chávez, se firmó un acta compromiso para reflotar el astillero Río Santiago y en 2005 fue firmado el contrato que estableció la construcción de dos buques de 47.000 toneladas cada uno. Gracias a los contratos firmados con Venezuela para la construcción de buques petroleros, el astillero pudo ser reactivado, lo que implicó la incorporación inmediata de 250 nuevos operarios (entre soldadores y caldereros)

9) En cambio en enero de 2022 el gobierno con el acuerdo con el FMI, legitima el préstamo del año 2018 y, la renegociación eterna de un pasivo impagable. Acepta inspecciones que condicionan la política económica y obstruyen la redistribución del ingreso. Promete sin fundamentos recortar el déficit sin ajuste y propicia una dureza monetaria que afecta la continuidad del crecimiento. Las mini-devaluaciones propiciadas por el FMI y los aumentos de tarifas van a impulsar la inflación y el proyectado incremento de las reservas no es compatible con la fuga de divisas.

El programa que delineó el gobierno de Alberto Fernández con el FMI establece un sendero de reducción del déficit fiscal, una restricción creciente a la asistencia monetaria del Banco Central al Tesoro, más una meta de reducción de la brecha entre el dólar oficial y los paralelos, lo cual a lo largo de la historia se alcanzó siempre con devaluaciones en el mercado oficial.

Por ejemplo para este año 2022 la meta anual de déficit fiscal sobre el PIB es de 2,5%, de 1,9% para el año 2023, de 0,5% para el año 2024 y de 0% para el año 2025, acompañadas de una fuerte reducción del financiamiento por parte del BCRA que fue del 3,7% del PIB en el año 2021 y pretenden que sea solo del 1% para este año 2022

Por lo tanto el ajuste fiscal total del año 2022 es del 0,7% del PIB, pero se le debe sumar el menor financiamiento del BCRA en 2,7% del Producto Interno Bruto. Por ende el ajuste de las cuentas públicas es del 3,4% del PIB, que se calcula en 416.111 millones de dólares. El de este año con respecto al año pasado debe ser equivalente a unos 14.100 millones de dólares (es en pesos)

10) El gasto público de la Administración Nacional es del 22,1% del PIB, uno de los más bajos de los últimos 75 años y pretenden llevarlo al 18,7% del PIB.  Es claramente imposible. Entonces van a exigir que se vendan los recursos naturales a precio vil, con leyes como la de Emergencia Económica y  la de Reforma Administrativa del Estado de 1989.

Como ese ajuste no se puede cumplir, los acreedores pedirán que se le pague con nuestras riquezas naturales: el subsuelo argentino y por lo que cultiva el país, para comprarlo a precio de remate. Es más, para ello van a utilizar los dólares que fugaron en la gestión de Cambiemos y los que les vendió el BCRA en los dos últimos años.

 

 

 

 

 

 

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