Viento en los bolsillos

El discutible negocio de los parques eólicos se repite en Azul

 

“Les cuento que estamos en el puerto de Bahía Blanca donde ya ha llegado el barco desde China que trae todas las partes del armado y la construcción del parque eólico Los Teros”, expresaba con orgullo el intendente de Azul, Hernán Bertellys, a fines de marzo. Por iniciativa de Cambiemos —con mayoría en el Concejo Deliberante— se aprobó una ordenanza “de hacer exenciones de tasas a todos los emprendimientos que tengan que ver con el uso de energías alternativas. Lo presentó uno de los concejales de Cambiemos y al poco tiempo apareció esta inversión multimillonaria en dólares que a Azul no le deja nada”, dice Inés Laurini, concejala del FpV-UC. Su bloque solicitó sin éxito modificación de la Ordenanza Fiscal Impositiva para que se cree una nueva tasa para que el parque eólico tribute y también se brinde la debita transparencia y se dé a conocer el convenio firmado entre la Municipalidad e YPF Luz, la empresa constructora que tiene como proveedora a su accionaria General Electric.

 

 

 

El propio Bertellys confesó en una entrevista en una radio local quién sería el beneficiario del parque eólico de Azul. "El beneficio directo es primero el usufructo del dueño del campo, que pasa prácticamente a duplicar lo que le rinde. Le salió un negocio que no tenía previsto, que va a tener un derrame económico, obviamente esperemos que sea en el partido de Azul", dijo el intendente que en 2015 ganó en las elecciones primarias entre las cuatro listas que se presentaron por el Frente para la Victoria y luego resultó ganador en las elecciones generales y al poco tiempo de haber asumido en la intendencia se pasó a Cambiemos.

 

 

En una entrevista expresó que el parque eólico “también le va a dejar a la administración municipal un fondo importante que va a venir a beneficiar y ayudar a que podamos dejar saneado el municipio”, dijo. “¿De qué plata estamos hablando?”, quiso saber el periodista del programa radial local Posición Adelantada. “Estamos hablando entre 40 y 50 millones de pesos que es lo que nosotros estaríamos pidiendo, mendigando, todos los años al gobierno nacional y al gobierno provincial para cerrar los números pagando los aguinaldos”, respondió Bertellys.

—¿40 o 50 millones al año? —preguntó el entrevistador.

—No, no, no —dijo el intendente.

—Mensual —se apuró a decir el periodista.

—Por única vez, esto es por única vez, por derecho a construcción.

 

El dinero que según el intendente percibirá el Municipio y le permitirá no “mendigar” al gobierno nacional o provincial para poder pagar salarios y aguinaldo solamente por un año para luego continuar con el limosneo, se percibirá dudosamente. “En el presupuesto 2019 ya debería figurar lo que estiman recaudar por la instalación del parque eólico y no hay nada de nada”, expresa Inés Laurini. Del presupuesto 2018, unos 352.748.688,98 de pesos (31,58%) son recursos propios. Los recursos que recibió Azul de la provincia de Buenos Aires fueron 721.272.022 de pesos representando el 64,58%  y los recursos nacionales percibidos fueron 42.798.490,54 de pesos, un 3,83%. La administración de Bertellys está muy lejos de lograr aquello de vivir con lo propio. Teniendo de dónde obtener mayores recursos locales no existe esa decisión política de revertir los porcentajes que componen el presupuesto de Azul.

 

Se está llevando adelante la primera etapa de la obra. Los técnicos especializados que se encuentran en el partido no son mano de obra azuleña. El sindicato de UOCRA prevé un cupo de 100 personas aproximadamente para la obra pública, que será corta. Una vez concluida quedarán empleadas diez personas que se ocuparán del trabajo de mantenimiento y operación del parque. “¿Estás dispuesto a trabajar en una obra que en 10 meses termina y no hay continuidad”, es la pregunta que le formularon a un ingeniero que solicitó empleo. El parque eólico que el intendente vende como una gran solución para Azul solamente movió mínimamente el mercado de alquileres de casas. Además, la favorecida de la energía que se genere en el parque eólico Los Teros no será la comunidad de Azul sino empresas como Toyota, Coca-Cola FEMSA, Nestlé y Profertil, entre otras.

“En órdenes de prioridades en esta Argentina es lo último que necesitamos. Tanto en Azul como en la provincia de Buenos Aires el consumo de gas, el consumo eléctrico, han caído. La generación de energía eléctrica en Argentina hoy está a niveles de 2014”, dice Federico Bernal, director del Observatorio de la Energía, Tecnología e Infraestructura para el Desarrollo (OETEC). Para Bernal es un error “gastar cientos de millones de dólares en algo importado para un sistema energético diezmado en su consumo de electricidad, ahondando en un sistema como el renovable intermitente que no tiende por su característica, por sus contratos dolarizados, a disminuir las tarifas sino que contribuye a aumentarlas”, señala y pone como ejemplo lo que sucede “en Chile y Uruguay, que van a la cabeza de este tipo de incorporación de tecnologías y son los países con menor consumo y las tarifas más altas, no es casualidad”.

Bernal viene sosteniendo que “todo el programa del plan RenovAr que lanzó Macri es un gran negociado de panales solares y molinos eólicos y de penetración del capital extranjero en el sector energético”, tema que abordó  Horacio Verbitsky el 20 de enero. Para el director de OETEC “esto es una constante y es algo que está sucediendo en demás países de la región, sobre todo en Chile y Uruguay”. Agrega que “con todo el cuento verde y el cuento del fin del mundo por el cambio climático ingresan empresas que no solamente te venden a través de créditos del Banco Mundial los paneles y molinos sino que los contratos también son extranjerizados en lo que es operación y mantenimiento”.

En su investigación dio cuenta de que los contratos “quedan en manos de empresas que están detrás de las que fabrican las tecnología, que son los fondos de inversión”. Consultado el bioquímico y biotecnólogo sobre si la industria nacional podía haber participado para ser proveedora, expresó: “Se podría haber armado un cluster como hizo en el tema nuclear el gobierno anterior. Se podrían haber incorporado hasta 150-200 megas de energía eólica íntegramente fabricados por la industria nacional, pero los tiempos del plan RenovAr, los objetivos y lo vertiginoso de incorporar este tipo de tecnologías hizo que no pudieran competir”. Para Bernal se diseñó todo de una manera de que la industria nacional no pudiera participar, se abrieron las importaciones sin control y se llegó a esta situación “donde ya van 7.000 millones de dólares de crédito de endeudamiento del Estado nacional o de las provincias para la compra de molinos eólicos o paneles solares extranjeros”.

También en Azul hay beneficios para productores mineros y la extracción de granito que realizan. En un presupuesto de más de 1.100.000.000 de pesos de 2018 solamente lo que tributaron las canteras en Tasa por Derecho de Explotación no pareció ser suficiente. “En Azul se paga un monto fijo anual por tonelada de material extraído, pero nadie controla cuánto material extraen”, dice Inés Laurini y compara Azul con el municipio de Olavarría, que determinó en su Ordenanza Fiscal Impositiva que se pague “el 3% del valor del producto en el mercado al mes anterior”, sin necesidad de actualizar la tasa por estar vinculada al valor del producto en el mercado. “La comparación nosotros la hacemos con el distrito de Olavarría, que durante el año pasado recaudó más de 300.000.000 de pesos anuales y en Azul solamente  $1.114.883 anuales. Si se divide por 12 meses y por las 9 canteras (ahora hay 10) registradas que había el año pasado, cada cantera pagó una suma insignificante”, refiere la concejal Laurini. El precio del granito de primera trituración se fijó para 2019 en Azul de $5,20, lo que representa un aumento de tan sólo 9% en relación al precio fijado en 2018 que era de $4,77 y el del granito en bloque en $40,50, un 3% inferior al $41,60 fijado en el año anterior.

La poca información con la que cuentan sobre las canteras en Azul llevó a los tres concejales del FpV a presentar un proyecto de ordenanza de transparencia de la actividad minera “dedicado a relevar, registrar, y publicar toda la actividad extractiva-minera que se realiza en el distrito”, dice el escrito que solicita se informe “nombre de los yacimientos y su estado actual, método de explotación, uso o no de explosivos, tipo de producción, cantidad mensual, promedio anual, destino de la producción, personal que ocupa y lugar de procedencia, tributaciones que realizan con el fin de incrementar la cantidad y calidad de la información de dominio público en relación al uso racional de los recursos naturales”. El proyecto se encuentra en estudio en tres comisiones, pero es una muestra alarmante de la poca información que tienen los representantes del pueblo sobre la explotación minera en el distrito.

En el capítulo VIII de Don Quijote de la Mancha su amigo Sancho Panza advierte “que aquellos que allí se parecen no son gigantes, sino molinos de viento, y lo que en ellos parecen brazos son las aspas, que, volteadas del viento, hacen andar la piedra del molino”. Al intendente Bertellys le hace falta necesita un Sancho que le explique que necesita crear una tasa para que el parque eólico tribute en su distrito donde también se incrementaron las canteras al mismo tiempo que cerró la fábrica de explosivos Fanazul, dejando en la calle a 219 empleados. “Un error estratégico fundamental que cometieron teniendo una fábrica de explosivos, insumo para canteras”, expresa Inés Laurini. “El cierre de esa fábrica fue una resignación absoluta de soberanía”, señala. Lo cual sugiere que el intendente posee —diría Verbitsky— dosis elevadas de macrismo en sangre.

 

 

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