Así en la tierra como en el cielo

Las TIC brindan por la designación de Héctor Huici como subsecretario de Comunicaciones

 

Según confirmó el Boletín Oficial este 26 de abril, uno de los socios del estudio Pinedo, Huici & Asociados fue designado como subsecretario de Comunicaciones y Conectividad bajo la órbita del jefe de Gabinete, Nicolás Posse. Esta vez se trata de Héctor María Huici, quien resurge de las cenizas tras ocupar cargos estratégicos en el gobierno privatizador de Carlos Menem y, más recientemente, con Mauricio Macri. Toda una vida dedicada al lobby empresario y a atender por ambos lados del mostrador.

Se trata de uno de los tantos reacomodamientos en la gestión del clan Milei, que cambia de funcionarios como de soquetes cada vez que el establishment se lo ordena. La salida de Ignacio Cingolani de la secretaría del área TIC (Tecnologías de la Información y la Comunicación) era la crónica de una muerte anunciada. El abogado no gozaba del aprecio en el cenáculo íntimo de los ultra-libertarios debido a su cercanía a Axel Kicillof, por su rol como subsecretario del Ministerio de Transporte de la Provincia de Buenos Aires, pero en especial por no ser muy hábil para la rosca. Trabajó desde 1997 hasta 2012 haciendo tareas administrativas dentro del ex COMFER y la AFTIC, para luego trasladarse al directorio de la Agencia de Transporte Metropolitano (ATM).

Los rumores daban por finalizado el recorrido de Cingolani desde el día que el ex ministro de Infraestructura Guillermo Ferraro terminó desplazado, por filtrar información ultra-secreta de las reuniones de gabinete, según hicieron saber los hombres de la oficina del Presidente. Esa cartera fue subsumida entonces por el hacendoso ministro en zapatillas, Nicolás Caputo.

 

Dame un raviol

Sin embargo, el área en cuestión no quedó en Economía y se convirtió en un raviol de la Jefatura de Gabinete, como parte de la Secretaría de Innovación, Ciencia y Tecnología, a cargo de Alejandro Cosentino, un experto en inversiones online que nada tiene que ver con el campo académico y el desarrollo de la Sociedad del Conocimiento. El empresario creador de Afluenta piensa en clave Fintech y en hacer operaciones crediticias, muy propias de la timba financiera, al igual que el tomador de deuda serial con el FMI antes mencionado. Volvamos.

 

Alejandro Cosentino.

 

Huici será el encargado de manejar los hilos del ENACOM, el sector vital para garantizar la conectividad en la Argentina, a través de la red de fibra óptica desarrollada por ARSAT, una de las empresas tachadas de la venta en los 232 artículos que subsistieron a la negociación en la versión pocket del proyecto de Ley Bases, que se discute en el Congreso a capítulo cerrado.

El también magíster en derecho administrativo de la Universidad Austral ya tuvo un cargo similar entre 2016 y 2019 como secretario de las TIC. Por entonces, dejó que la telefonía móvil híper-concentrada no perdiera sus privilegios y favoreció los cambios de uso del espectro radioeléctrico solicitados por las telcos dominantes, sin contraprestaciones sociales a cambio. Nunca pasó por su cabeza establecer tarifas preferenciales de acceso a Internet para estudiantes y grupos vulnerables: una buena práctica propia de un mundo que entiende la conectividad como un derecho humano fundamental. Huici siempre optó por los grandes jugadores del sector, bajo el mito del efecto derrame hacia los pobres que subsistan según los designios de la renta diferencial de la tierra. Punto.

El organigrama debajo de Cosentino tiene algunos funcionarios a cuidar luego del cimbronazo de la masiva manifestación en defensa de la universidad pública que mostró a Milei como un Gólem del poder con pies de barro. Además de Huici en la subsecretaría de Comunicaciones y Conectividad, cuenta en Ciencia y Tecnología con Paula Nahirñak –quien a diferencia de su jefe, sí revista una vasta trayectoria académica en universidades públicas y privadas– y quedó como parte de la herencia de la gestión de ex ministro Lino Barañao, un amante de la clonación de vacas transgénicas, aunque por su derrotero converso podrían haber sido mastines ingleses con nombres de economistas blancos y neoliberales.

Pero lo que presenta más incógnitas será la relación futura entre Héctor Huici y Mariano Greco, otro funcionario ya con entradas en la frente que en tiempos de juventud integró las filas de la militancia en el PJ Digital –luego de transitar una temprana experiencia aliancista–. Greco supo tener como referente a Aníbal Fernández –luego de la salida de Juan Manuel Abal Medina– durante el primer gobierno de Cristina y, desde entonces, encontró un lugar en el mundo TIC.

Designado sorpresivamente por Milei en la presidencia de ARSAT, también por herencia del breve, triste, solitario y final de Matías Tombolini en la empresa, Greco quedó entre los contactados por las fuerzas del cielo satelital. Antes asesoró a Martín Olmos, el hijo de Kelly, quien ostentó un puesto similar al de Huici hasta que debió renunciar por la incompatibilidad generada por su mamá en el Ministerio de Trabajo de Alberto Fernández.

Pero lo cierto es que Greco se posicionó como un interlocutor eficaz para vender los servicios del data center de una empresa superavitaria y, como sí tiene cintura política –a diferencia de Cingolani–, se dice que el monotributista Santiago Caputo, ese que no aparece mucho en fotos salvo para mostrar el tatuaje de una psicografía del Nostradamus argentino Benjamín Solari Parravicini, lo tiene en la corte del mundo esotérico del Hombre Gris.

Tal vez Greco tenga que pagar las cuentas a fin de mes y no debiera ser juzgado por desandar toda su historia de militancia política, que en otros tiempos se hubiera convertido en mazmorras cuando no en destierro. Veremos.

 

Tarea fina para Huici

Hasta ahora el ex funcionario macri-menemista y ahora mileísta tenía un problema: parte de su tropa ingresó en su gestión como secretario TIC y prefirió que la tarea sucia la hicieran otros. Primero esperó las notificaciones de alrededor de 100 de telegramas de despidos de quienes se desempeñaban en la sede central de Buenos Aires y el desalojo forzoso de otros 300 por el cierre de todas las delegaciones provinciales. En tanto, para mayo se esperan 200 nuevos ceses de funciones como parte del deshumanizado ajuste libertario.

Por su parte, el mundo de los servicios TIC alza sus copas por esta versión leonina de Huici, ya que se trata de un interlocutor conocido y previsible afín con las políticas de desregulación a ultranza. De hecho, el sitio especializado DPL News –con sede en México– recorrió los logros obtenidos por él en materia de conectividad, sin mencionar que todos y cada uno de ellos son el resultado de una política que inició en 2010, con la construcción de la Red Federal de Fibra Óptica (ReFeFo), iluminada en parte con el financiamiento obtenido por el Fondo Fiduciario de Servicio Universal.

Telefónica de Argentina y Telecom recuerdan los buenos oficios de Huici desde la época de las privatizaciones. Hacia 1993 ocupó la gerencia del Departamento Regulatorio de la ex CNT (Comisión Nacional de Telecomunicaciones) y en 1995-1996 cumplió el rol central de asesorar a la Subsecretaría de Comunicaciones.

Ya sin tareas en la autoridad regulatoria, en 1997 distrajo su mirada por la reformulación de la estructura general de tarifas que benefició a las prestadoras de servicio básico telefónico (Telefónica y Telecom) conocida como “rebalanceo tarifario” (entre llamadas locales e internacionales), cuya ola de amparos judiciales sentó uno de los primeros precedentes en materia de defensa de los derechos de usuarios y consumidores. Ese mismo año tampoco se sonrojó cuando ambas compañías telefónicas continuaron en condiciones monopólicas a pesar de haber incumplido con las metas de los pliegos en la licitación y de negarse a transitar una audiencia pública. De hecho, lograron su cometido y obtuvieron tres años más de exclusividad sin apertura a la competencia.

Ocurre que Huici siempre tuvo un pie adentro del estudio jurídico de Federico Pinedo y el fallecido Federico Sánchez Elía, también fundador de Tesacom. Allí generó todo su conocimiento, volcado años más tarde en los think tanks macristas. Desde 1994 en adelante Huici asesoró tanto a gobiernos como a empresas de telecomunicaciones.

Por eso en 2016 el ya socio legal del entonces senador Federico Pinedo –propuesto por Sánchez Elía luego de rechazar el cargo– insistió en ceder la soberanía satelital de ARSAT para abrir los cielos al mundo privado, tras argumentar que bajarían los costos de acceso a internet por simple oferta y demanda. En la ecuación no contó la inversión en innovación y desarrollo desde 2006 en adelante para la fabricación del Arsat 1 y Arsat 2, además de otros satélites de menor alcance aunque no menos importantes para el desarrollo agropecuario como el Saocom. Todos ellos fabricados en colaboración de la sociedad estatal de alta tecnología INVAP y la CONAE (Comisión Nacionales de Actividades Espaciales).

 

Gordillo picarón

En la práctica Huici también fue un protegido del cuestionado German Kammerath Gordillo, imputado allá por 1997 por el cobro de coimas en la concesión en el control del espectro radioeléctrico a la firma francesa Thales Spectrum. Si bien esa causa terminó prescrita tras un minué de dilaciones judiciales, Kammerath cumplió prisión efectiva por otras tropelías y se encuentra en libertad condicional desde diciembre de 2022.

Sobre esos negociados en tiempos menemistas, El Cohete a la Luna ya detalló las irregularidades de las concesiones en el Teorema de Thales Spectrum. Y, también, dedicó un spin off sobre la designación de Roberto C. Catalán en Romper la trampa.

Como dato de color, cabe recordar que Catalán se mueve siempre en la sombra de Huici. En ese artículo se recuerda cómo su amigo lo rescató tras ser expulsado como director de EDELAR S. A., por relativizar la dictadura militar y usar la recuperación de la identidad de Maximiliano Menna (el nieto 121) para defender genocidas en una radio local.

Catalán es hijo del ex juez homónimo –nombrado por Jorge Rafael Videla en 1976–, condenado a 12 años de prisión tras la investigación de la mega-causa Menéndez, en donde se comprobó su encubrimiento de secuestros, torturas y homicidios. Catalán padre falleció en agosto pasado, curiosamente caminando por la vía pública, como otros sentenciados con prisión domiciliaria. Catalán hijo –por ahora– no ha sido convocado formalmente pero le sobran declaraciones negacionistas para integrar la gestión libertaria.

Todo vuelve y nada bueno asoma cuando un grupo de fanáticos le hace coro a las políticas que necesitan de protocolo anti-piquetes para gobernar. Detrás del Hombre Gris se ocultan todas las aberraciones de los sicarios de la última dictadura y las mutaciones de una democracia fallida, que claramente necesita revisar su odio de clase como matriz cultural. Fin.

 

 

 

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