Coco y el amigo Joe

El rol de Mahiques para abortar la investigación sobre Lewis y la compra fraudulenta en Lago Escondido

 

El 24 de marzo de 2016, Macri estuvo alojado unos días en la estancia Lago Escondido de su amigo personal Joe Lewis, británico que en la década de 1990 logró adquirir más de 10.000 hectáreas de manera fraudulenta a través de una compleja red de testaferros locales. Lewis junto con su mano derecha y testaferro Nicolás Van Ditmar (“Nico” para Ercolini, Mahiques & Cía.), fueron los grandes instigadores de la represión a los mapuches durante el mandato de Cambiemos.

La estancia Lago Escondido es una especie de Estado dentro de otro Estado; el viejo Joe se mueve como el gran benefactor de la Comarca andina, cada tanto abre sus puertas a la comunidad, organiza el “día de la familia” o hace gala de sus intentos para donar un hospital (rechazados por la comunidad). La hidroeléctrica que construyó con el lago apropiado la hizo junto al Grupo Mindlin.

“Dado que lo conozco de años a Joe Lewis y soy amigo de él, no tengo vínculos comerciales, ni siquiera futbolísticos porque yo soy de Boca y el del Tottenham. El compró a dueños privados un campo, lo desarrolló, vive ahí un par de meses por año, sigue invirtiendo, le da trabajo a cientos de personas, la verdad que no entiendo por qué esta sistemática forma de agredirlo”, había dicho Macri.

En pleno gobierno cambiemita, el ex Presidente hizo todo lo posible para evitar que se profundizase una investigación sobre su amigo Lewis. En 2021, fue el camarista Carlos Mahiques –uno de los integrantes de la Junta de Lago Escondido– quien terminó por salvar al británico, tal como manifestó CFK en su alocución post sentencia.

 

 

La operatoria de Lewis

El 17 de junio de 1994 se constituyó la empresa Properties Buenos Aires, con asiento legal en la Capital Federal. Dicha compañía suscribió 12.000 acciones y estaba integrada por Alfredo Rovira y Miguel Gesuiti. Dos años después, se incorporó como titular de la empresa el abogado Lisandro Alfredo Allende. En su carácter de presidente de Properties S. A., solicitó durante los primeros meses de 1996 el pedido de previa conformidad para adquirir un predio de 8.063 hectáreas. La autorización fue otorgada por el director de la Unidad de Proyectos de Radicación el 2 de julio de 1996, a nombre de Properties.

Sin embargo, en el registro de la propiedad inmueble de la provincia de Río Negro la escritura quedó inscripta bajo la sociedad Hidden Lake S. A., con fecha 30 de agosto de 1996. La sociedad estaba integrada por Lago Corp con el 99% de las acciones, mientras que el 1% restante pertenecía a Lewis. En mayo de ese año, según registros de la Inspección General de Justicia (IGJ), Properties había cambiado su denominación social por Hidden Lake. Un mes antes, el amigo personal de Macri constituyó en Bahamas la sociedad Lago Escondido Inc, según revelaron los periodistas Tomás Lukin y Santiago O'Donnell en su libro ArgenPapers.

El presidente del directorio de Hidden Lake era Nicolás Van Ditmar. Es decir, Lewis adquirió tierras en una zona de seguridad de frontera (algo prohibido por un decreto-ley vigente) con un enorme recurso hídrico como el Lago Escondido, a partir del cual montó una empresa hidroeléctrica junto a Pampa Energía, a través de un entramado de testaferros.

 

 

Salvemos a Joe

Esta historia es conocida en Río Negro, en los tribunales federales y en distintos estamentos del Poder Ejecutivo. Un derrotero que arrancó en plena década de 1990 y finalizó –al menos en los tribunales– en 2021.

En 2012, la Procuraduría de Investigaciones Administrativas (PIA) detectó “irregularidades en la compra y venta de dichas tierras” y realizó distintos requerimientos de información al entonces Ministerio del Interior y Transporte, luego Ministerio del Interior, Obras Públicas y Vivienda.

Cuatro años después, el 7 de octubre de 2016, la Procuración del Tesoro de la Nación remitió una nota suscripta por el subprocurador Orlando Javier Moreno a Rogelio Frigerio, por entonces ministro del Interior, en la que hacía referencia a una nota enviada por el fiscal general interino de la PIA a esa Procuración fechada el 12 de agosto de 2016, por medio de la cual le solicitaba que “instruya al servicio jurídico del área que estime competente para que inicie la acción de lesividad” por la adquisición de tierras del empresario británico Lewis.

A medida que avanzaban esas acciones de lesividad, Macri no decía nada. Solo había manifestado su amistad con el británico. La investigación interna avanzó. El dictamen de la Dirección General de Asuntos Jurídicos del Ministerio de Interior, Obras Públicas y Vivienda, con fecha 20 de marzo de 2017, fue contundente:

“El acto por el que se otorgó la previa conformidad es nulo de nulidad absoluta por tener vicio en la causa por falsedad en los hechos. Hidden Lake S.A. se presenta como continuadora de H.R. Properties Buenos Aires S.A. Esta última empresa había obtenido la autorización para la compra de tierras por tratarse de una persona jurídica argentina cuyo presidente era un argentino nativo que carecía de antecedentes desfavorables. Sin embargo, Hidden Lake S.A. era una sociedad con un socio mayoritario desconocido y otro extranjero. Es decir, que se otorga la previa conformidad a esta última en base a la que se le había otorgado con anterioridad a H. R. Properties, pese a los cambios que se habían producido en el seno de la sociedad y que se contaba con los documentos que acreditaban la nueva denominación, la nueva composición social y el cambio de directorio con miembros extranjeros”.

Lo curioso de la situación es que toda esta información fue reconocida por el propio jefe de Gabinete, Marcos Peña Braun, ante una consulta de la senadora Magdalena Odarda, durante su presentación en la Cámara Alta en noviembre del 2017. A pesar de reconocer que el Ministerio de Interior, Obras Públicas y Vivienda elaboró una demanda de lesividad por la operatoria denunciada, el ministro del área, Frigerio, decidió no avanzar en la misma. Macri supo cómo pagar su amistad con Lewis.

 

 

Prescripción

La estocada final a esta historia –al menos en los tribunales– llegó el año pasado. La PIA estuvo litigando para evitar que se declarase la prescripción del delito imputado a Lewis y a los funcionarios que permitieron la transacción en plena década menemista. El que terminó de cerrar toda posibilidad de investigación fue Carlos Mahiques, ya que el 15 de septiembre de 2021 firmó la prescripción del delito. Un año después, el camarista viajó a Bariloche para participar de la Junta de Lago Escondido sin ningún cargo de conciencia. Fue recibido por Nico Van Ditmar, de quien habrá leído mucho en los expedientes acumulados desde mediados de los ‘90. Imágenes obscenas de un Partido Judicial que se mueve a la par del poder económico.

 

 

 

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