De la Loma a la lona

La empresa Loma Negra despide y traslada trabajadores en Barker, provincia de Buenos Aires

 

Loma Negra sigue firme en su decisión de cerrar su planta en Barker, localidad del partido Benito Juárez de la provincia de Buenos Aires. A los 105 telegramas de despidos enviados se le suma la maniobra de llamar a los empleados para ofrecerles retiros voluntarios y traslado a otras plantas sin ningún tipo de beneficio. Todo esto se efectúa cuando está dictada la conciliación obligatoria por un Ministerio de Trabajo que aconseja a sus trabajadores resignarse. Pero existe una comunidad dispuesta a resistir el cierre, acompañando a sus obreros en la lucha.

El 8 de mayo, más de 1.500 personas formaron parte de una asamblea popular en Barker, realizada en un gimnasio de una escuela secundaria. La propia empresa invitada a participar fue la gran ausente. Allí se propuso continuar la lucha. El Concejo Deliberante sesionó el 10 de mayo en el sindicato de la Asociación Obrera Minera Argentina (AOMA) seccional Barker, “donde todos los concejales elaboraron un proyecto de comunicación solicitándole a la Secretaría de Trabajo, al Ministerio, a Vidal, a Macri, a todos, que tomen intervención en esta situación para encontrar una solución distinta a la que propone Loma Negra”, cuenta Martín Isasmendi, secretario general de AOMA seccional Barker.

 

 

“Barker es un pueblo minero de 5000 habitantes que vive principalmente del trabajo en Loma Negra, de las canteras de arcilla y de un complejo carcelario- la unidad 37— que surgió en 2002, luego de que la fábrica cerrara por primera vez”, describe Ramiro Peón, concejal del FPV-PJ del distrito Benito Juárez y empleado de Loma Negra que recibió el telegrama de despido. “El rubro del cemento no ha caído significativamente. En el año 2015 nosotros batimos récords de producción con 12.215.188 toneladas vendidas de cemento en el año. En 2016 cayó un 10,8% con 1.310.655 toneladas menos. En 2017 casi se igualó el récord de 2015 y en 2018 la caída fue de un 2,63%. Para este año lo proyectado es que caiga un 3,9%, pero muy lejos de la caída de 2016”, dice el concejal, y añade que a pesar del descenso en la producción de 2016 Loma Negra incorporó 12 empleados más. “El argumento de Loma Negra de que está en crisis y que por eso debe cerrar la planta no es creíble, porque vendieron un 7% más que 2016”, sostiene.

Ramiro Peón manifiesta que “los compañeros del sindicato le están exigiendo que presenten los balances en el Ministerio de Trabajo y no los presentan”, y describe que la empresa “está violando la conciliación obligatoria no dejando a compañeros entrar a trabajar”. Están en riesgo 330 puestos de trabajo. “El intendente Julio César Marini llevó una propuesta a la empresa de reducción de Tasa a la piedra por un período de cuatro años donde el Municipio estaría resignando en ese lapso 140.000.000 de pesos pero a cambio de que la empresa no despida un solo trabajador”, dice Ramiro. Pero la empresa no brindó respuesta.

 

 

Desde 2011 el Municipio incrementó el impuesto a la piedra. “En 2008 la recaudación fue de 800.000 pesos y en 2018 de 26.000.000 de pesos”. De 2008 a 2011 el municipio estuvo en manos del radicalismo, que tuvo una pésima administración y quedó imposibilitado de pagar salarios a sus empleados. A partir de 2011, cuando nuevamente el peronismo recuperó la intendencia, se ajustó e incrementó la tasa de Derecho de Explotación de Canteras. En concepto de lo que tributa Loma Negra en Tasa de Inspección Seguridad e Higiene, en el municipio de Benito Juárez para 2018 fue de 843.400 pesos. Tasa ajustada a la declaración jurada que la empresa realiza. El presupuesto Municipal de 2018 de Benito Juárez fue de 750.000.000 de pesos. Solamente el 30% de sus recursos son de origen local, ya que el 70% son recursos provinciales. Dentro de ese 30% de recursos locales, un 12% está generado por lo que tributa Loma Negra — unos 27.000.000 de pesos.

Que cierre la planta que Loma Negra tiene en Barker no solamente perjudica al distrito de Benito Juárez sino que pone en riesgo la economía regional. Talleres de Tandil, de Olavarría, se benefician con trabajos indirectos. “330 puestos de trabajo que estarían inyectando por mes alrededor de 12.000.000 de pesos. Doce millones de pesos que salen de los bolsillos de los trabajadores todos los meses a la calle en Barker y Villa Cacique”, remarca Ramiro Peón.

 

 

La idea de Loma Negra de cerrar su planta en Barker no es nueva. Ya sucedió en 2001, pero el pueblo se movilizó y se formaron grupos de trabajo. “Tenían tres objetivos: la creación de una unidad penitenciaria que quizá no haya sido la mejor de las opciones pero generó muchos puestos de trabajo (un poco más de 300); turismo y la ruta 80, con la idea de conectividad y lograr un corredor económico”, cuenta Daniela Corro, concejala de Benito Juárez. La obra de la unidad penitenciaria fue ejecutada por el mismo municipio, “se encaró ese desafío para primar la mano de obra local”, señala. La intención del Intendente de ese entonces fue reactivar la economía basándose en los objetivos de los tres proyectos que fueron impulsados por la sociedad, buscando una salida a la decisión empresarial de Loma Negra de herir de muerte al distrito con el cierre de su planta.

“Esas ideas surgieron desde el pueblo con una ciudadanía activa que se juntaba en las escuelas y un poder político que acompañó y ejecutó en lo que pudo las propuestas”, dice la Concejal. “Con la ruta 80 se avanzó muy poco, un kilómetro en ese período. El turismo comenzó en ese año y continuó con avances evidentes como la puesta en valor del hotel que era de Loma Negra y hoy está a cargo el Municipio”. Barker es una localidad rodeada por sierras y hondonadas del sistema de Tandilia, apta para incentivar el turismo. Los cerros permiten la actividad deportiva de escalada. Pero Ernesto Santamarina —propietario de grandes extensiones de hectáreas de campo y tierras en la zona— no permite el acceso al cerro Cuchilla de las Águilas.

Si como enseñó Eduardo Reese el código urbanístico es después del presupuesto la ordenanza más importante que tiene un Municipio y de cómo se planifique dependerá la vida del pueblo, distritos como el de Benito Juárez necesitan de una proyección diferente para diversificar su economía y no estar atados a la decisión de una empresa o los caprichos de sus terratenientes.

Hay un intento de modificar esa matriz desde el gobierno Municipal actual, aunque seguramente insuficiente. “Con una línea municipal de microcréditos para emprendedores, desde el Municipio se ha fomentado la venta de lotes a privados con grandes beneficios para inversores en materia de turismo. Para acceder a esos terrenos tienen que presentar un proyecto turístico”, dice Daniela Corro. “No somos Mar del Plata ni tenemos la estructura de Tandil, pero hemos logrado sostener con poquito las actividades turísticas a lo largo de estos años”. Para la Concejal, si lograran el acceso libre a los cerros la cuestión turística cambiaria notablemente. “Se busca constantemente cambiar la matriz económica”, dice. La tarea no es fácil. Rodeados de terratenientes y de una empresa en manos de una transnacional, no es algo que se revierta rápidamente sino que requiere de un acompañamiento colectivo y de un buen plan de ordenamiento territorial. 1207 hectáreas tienen a través de la sociedad Cabalgando en el partido de Benito Juárez los Blanco Villegas. La familia presidencial también hizo buenos negocios con la central térmica, como informamos el 15 de abril de 2018 en El Cohete a la Luna.

El Estado de Bienestar que surgió durante el peronismo permitió aquella “ciudad jardín y pueblo obrero”, que se construyó en Barker con Fortabat cuando inauguró Loma Negra y nació el pueblo Villa Cacique, ubicado en el partido de Benito Juárez. El pueblo de Barker ya existía como estación ferroviaria. Antes de 1956 la fábrica de cal que había fue lo que adquirió Fortabat para luego construir la cementera con 5000 trabajadores. “La fábrica en nuestro pueblo sufrió el avance del capitalismo, el neoliberalismo, de las flexibilizaciones laborales, las tercerizaciones, todo fue experimentado acá”, cuenta Martín Isasmendi.

La empresa Loma Negra, hoy en manos de la trasnacional brasileña Camargo Correa, tiene nueve plantas cementeras: en Zapala (Neuquén); en San Juan; en Catamarca; en Ramallo (provincia de Buenos Aires); en Vicente Casares (provincia de Buenos Aires) tienen un centro de distribución y embolsado; en Olavarría (provincia de Buenos Aires); otra en el mismo partido de Olavarría, la planta más vieja; en Sierras Bayas, otra localidad del partido de Olavarría, tiene otra planta; y la ubicada en la localidad de Barker que pretenden cerrar, como ya informó aquí Victorio Paulón.

“Loma Negra no ha presentado un preventivo de crisis, ha encuadrado la reducción de personal en un decreto del año 1988 donde aducen muchos puntos que no son reales. AOMA Nacional rebatió cada uno de sus puntos, como lo que es eficiencia de la planta”, dice Ramiro Peón. “No ha realizado una sola inversión en la planta durante estos años y pretende hacérnoslo pagar a los trabajadores”. El concejal enumera las maniobras de la empresa, “ofreciendo traslados a otras plantas, generando el desarraigo y lejanía de los obreros de su familia; proponiendo retiros voluntarios que son despidos encubiertos, generando incertidumbre y miedo en los trabajadores. Es lamentable la situación que nos toca vivir”.

Ramiro Peón evalúa que "estas empresas multinacionales son insensibles, no tienen responsabilidad social. Este pueblo, Villa Cacique o La Calera se crearon en base a la fábrica que durante más de 60 años se llevó parte de la riqueza local. Y no es que no haya más recursos naturales, pero nosotros ya no queremos que se lleven vagones con piedras, queremos que se lleven el producto terminado”, relata y recuerda que “desde esta planta salió el cemento para la represa de Yacyretá; el cemento para la autovía de la ruta 14; íbamos hacer el cemento para las represas del sur que luego de 2015 fueron paradas. Esta empresa nos quiere hacer creer que nuestros equipos ya no sirven y que los trabajadores tampoco, pero nosotros hemos demostrado con propuestas que esta planta es viable para la empresa como lo ha sido en estos últimos 12 años”. Los trabajadores no descartan organizarse y formar una gran cooperativa y continuar explotando la planta. No están dispuestos a aceptar que en la planta Loma Negra de Barker queden 30 ó 40 trabajadores como pretende el grupo brasileño Camargo Correa. Una reducción de más de 280 personas no sería tolerable para la comunidad que se resiste y continúa en lucha.

 

 

 

 

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