Un juicio muy esperado

El 5 de mayo comenzarán las audiencias por crímenes en los Pozos de Banfield y Quilmes

 

Después de siete años de espera, un tribunal de La Plata acaba de poner fecha para que se inicie el juicio por crímenes de lesa humanidad cometidos en los centros clandestinos conocidos como Pozo de Banfield y Pozo de Quilmes, que funcionaron bajo la órbita de Ramón Camps. El proceso comenzará el próximo 5 de mayo.

Los tres jueces que estarán a cargo del proceso son Walter Venditti, Eduardo Farah y Carlos Rodríguez Eggers. Ninguno pertenece a la jurisdicción de La Plata, porque el Tribunal Oral Federal (TOF) 1 de esa ciudad no tiene jueces titulares, lo que contribuye a la demora de las causas.

Venditti y Farah están interviniendo actualmente en el juicio por el arsenal naval de Zárate, que se realiza en Olivos. Rodríguez Eggers, por su parte, interviene en el juicio por la Contraofensiva, cuyas audiencias se llevan adelante en San Martín.

 

 

Tiempos

Venditti, Farah y Rodríguez Eggers resolvieron que las audiencias se hagan en la sede de la Cámara Federal de La Plata a pedido de las querellas y de la fiscalía. La intención de los jueces era que las audiencias se llevaran a cabo en San Martín.

En la resolución que se dio a conocer en la última semana, los jueces abren la puerta a que alguno de ellos se ausente por razones de fuerza mayor y que sigan las audiencias por videoconferencia, algo que no cayó bien entre querellantes. En su decisorio, los magistrados no ahorraron quejas respecto del tiempo que les insume viajar desde San Martín hasta La Plata, explicando que el trayecto puede extenderse hasta dos horas y media.

Durante la audiencia preliminar del 6 de diciembre, la abogada Guadalupe Godoy había protestado por los jueces que participan por videoconferencia. “Cada vez da más la sensación de que el cuerpo lo ponen sólo los testigos. No vienen los imputados. Nos da una sensación de mucha impotencia porque los juicios son mucho más que condenas”, dijo. En esa audiencia, el abogado de Abuelas llevó una carta de Estela de Carlotto, pidiéndoles celeridad a los jueces.

Todavía no se conoce quién será el cuarto juez, que deberá designarlo la Cámara Federal de Casación. Tampoco se sabe cuántos días ni qué días se realizarán las audiencias, lo que es imprescindible para armar el calendario para el uso de la sala de audiencias y que puede derivar en demoras.

 

 

De presencias y testigos

El Pozo de Banfield fue uno de los centros clandestinos más grandes de la provincia de Buenos Aires. Su funcionamiento comenzó antes del golpe, operó como maternidad clandestina y como base del Plan Cóndor. En el juicio, se tratarán 247 casos de víctimas que pasaron por esa dependencia policial. Por este tramo, por primera vez será enjuiciado Juan Miguel Wolk, el Nazi, jefe del Pozo de Banfield y que espera el inicio del proceso en prisión domiciliaria.

La Brigada de Investigaciones de Quilmes se mantuvo activa como centro clandestino entre 1975 y 1979. En el juicio, se examinarán los casos de 175 personas que estuvieron ahí secuestradas.

Los estudiantes y las estudiantes que fueron secuestrados en la Noche de los Lápices pasaron por alguno de los dos centros clandestinos. Sus casos serán también materia de juzgamiento en este proceso.

Entre los represores acusados están Miguel Osvaldo Etchecolatz, el médico Jorge Bergés, el ex ministro de Gobierno Jaime Lamont Smart y el ex juez Juan María Torino.

Por mayoría, los jueces dijeron que no hace falta que los imputados estén presentes en todas las audiencias. El único que insistió en la importancia de su comparecencia fue Rodríguez Eggers.

Como el tamaño de la sala es reducido, el TOF solicitó la transmisión en vivo de las audiencias por el Centro de Información Judicial (CIJ), para garantizar el derecho de toda la sociedad a saber qué pasó.

 

 

 

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