Los ricos de la Argentina dividen sus negocios entre el “carry trade” y el sistema colonial tradicional, mientras el pueblo presente y futuro paga las consecuencias.
Deuda récord, dólares que no aparecen, reservas negativas y metas incumplibles. El establishment propicia otro Menem, para que no aparezca un Kirchner.
El capital financiero local e internacional se favorece a costa de exclusión social, potenciación de la pobreza y apropiación de reservas petroleras, gasíferas y mineras.
El FMI recomienda continuar ajustando, eliminar el impuesto PAIS y las restricciones cambiarias sin contemplar las consecuencias para la economía argentina.
La aprobación de la ley Bases —y con ello, el avance del RIGI— es un paso más hacia la entrega del país a conglomerados económicos y fondos de inversión.