Autonomía de Rocca

La autonomía municipal de Ramallo puede verse afectada si prospera el planteo judicial de Ternium

 

La transnacional ítalo-luxemburguesa Techint, que a través de sus empresas Siderar, Tecpetrol y Transportadora de Gas del Norte, figura entre aquellos que más activos externos formaron entre 2015 y 2019,  objetó ante el Poder Judicial de San Nicolás la Tasa de Inspección por Seguridad e Higiene (TISH) que le cobra la Municipalidad de Ramallo. El juzgado en lo Contencioso y Administrativo Nº1 donde tramita la causa solicitó un peritaje  para determinar el costo de la TISH. En su presentación judicial, la empresa apuntó al costo de la TISH con un informe del Instituto Tecnológico de Buenos Aires según el cual debía tributar  mucho menos y otro análisis donde calculó el presupuesto municipal y cuánto le insumía prestar ese servicio de inspección. El Poder Judicial sigue el camino empresarial de verificar una relación directa entre el costo de la prestación del servicio y su base imponible.

Entre los puntos que el perito Carlos Luciano Bianchi —ingeniero industrial en higiene y seguridad—, debió responder, estaban los propuestos por la demandante y la demandada, pero también los que formuló la jueza María Isabel Fulgheri. En uno de ellos señaló que el perito “deberá ilustrar en forma detallada respecto del procedimiento que deben realizar los agentes municipales en dicha planta a los efectos de llevar adelante la inspección relativa a la prestación del servicio de seguridad e higiene en la misma, para la posterior determinación del importe de la tasa en cuestión”. Ese punto propuesto por el Juzgado va en sintonía con lo que pretende la empresa de Rocca: una relación directa entre costo de la TISH y el valor que debería tener.

 

 

 

 

 

El costo de la TISH no guarda una relación directa con el monto que la Municipalidad de Ramallo fijó para esa tasa en su Ordenanza Fiscal e Impositiva. Los resultados indicarán que el personal destinado para la prestación del servicio es escaso y que los costos para la Municipalidad por la prestación de ese servicio por lo tanto son menores y es desmedido lo que la Municipalidad cobra en concepto de TISH. Pero si no estuviéramos frente al juzgado contencioso y administrativo de Rocca, se debería atender lo expresado en la audiencia pública ante la Corte Suprema en la causa que se debatió la autonomía de los municipios. El intendente del partido de Vicente López, Jorge Macri, fue uno de los expositores y afirmó: “Limitar la tasa al fenómeno de la inspección es una mirada malintencionada y muy segmentada y limitada”.

 

 

 

Existen otras variables —precisamente indirectas— que todo Municipio incorpora al monto de una tasa. La TISH que cobran los municipios a las empresas que existen en sus territorios, constituye también un importante porcentaje de su presupuesto propio. El contador Roberto Feletti, en representación de la Federación Argentina de Municipios (FAM), expuso en esa audiencia pública ante la Corte y fue preciso al señalar que “cualquier golpe a las finanzas municipales hoy está lesionando el piso de ciudadanía en la Argentina”. Quien actualmente es Secretario Administrativo del Senado bonaerense también se refirió a la autonomía de los municipios que se debe preservar y a lo que calificó de “entorno amigable”, en referencia a todo lo que el Estado municipal construye, como lo es preservar el entorno urbano para que las empresas desarrollen su actividad. “Eso es costoso, y sería muy inequitativo si no se sostuviera conforme a la capacidad contributiva”, dijo.

 

 

Si hablamos de un “entorno amigable”, Rocca encontró un entorno más que amigable cuando gracias a la privatización menemista se quedó con la ex SOMISA. Por más que su nombre mute de Siderar a Ternium, la historia de cómo se quedó con la siderurgia no se olvida. En aquel entonces eran los mismos operarios de la fábrica, que se iban con la zanahoria del retiro voluntario, los que advertían que la producción que había puertas adentro de la ex SOMISA era mucho más que el valor de lo que pagaron por ella los Rocca.

 

 

Peritaje

En la presentación judicial la empresa expresó “que el servicio municipal de inspección consistió y consiste (al menos desde el año 2015, pues con anterioridad a esa fecha, la Municipalidad no prestaba servicio alguno a Siderar) en la visita bimensual a las instalaciones de Siderar de 1 ó 2 inspectores municipales (visitas de 2 ó 3 horas, aproximadamente)”, manifestaron, objetando la suma anual en concepto de TISH que “resulta manifiestamente desproporcionada con el costo del servicios municipal prestado”. El perito Bianchi le brindó un guiño a la empresa de Rocca en ese sentido, al describir después en la pericia que la actividad de inspección realizada por la Municipalidad es “quizá insuficiente”.

El perito Carlos Luciano Bianchi tuvo una actuación poco feliz cuando fue designado para llevar adelante un peritaje en la empresa Prochembio, de la que hablamos oportunamente en El Cohete. La empresa es productora de agroquímicos y generadora de problemas ambientales. Se acreditó a través del Organismo Provincial para el Desarrollo Sostenible (OPDS) que la industria demandada ante el Poder Judicial incumplía con habilitaciones ambientales: recurso hídrico subterráneo y emisiones gaseosas. La pericia de Bianchi fue impugnada. El perito incorporó planos supuestamente aprobados por la Autoridad del Agua (ADA), con sello y firma ilegibles. Pero resultó que el ADA en el propio expediente informó que Prochembio no contaba con permiso de vuelco de efluentes líquidos industriales.

Desde el juzgado Contencioso y Administrativo Nº1 de San Nicolás creyeron necesario ordenar el  peritaje, “para que nos evacúe cuestiones técnicas y tengamos un soporte técnico que ayude a decidir después en la causa”, señaló el secretario del juzgado Agustín Pablo Bautista. “Toda tasa tiene una contraprestación. La TISH es el importe que se paga por la prestación de un servicio público y tiene que estar —lo dice la ley— debidamente relacionada con la prestación del servicio”, dice el Secretario del juzgado. La cuestión sería “determinar si la prestación del servicio que le otorga la Municipalidad se corresponde con los importes que esa empresa paga en función de los servicios que se le presta”.

 

 

El actual gobierno municipal cree que la acción judicial de Siderar (ahora Ternium) obedeció a un conflicto que tuvo la gestión anterior (el gobierno peronista) con la empresa, que derivó en la judicialización. Pero ese argumento no es válido, ya que fue con el intendente radical Walter Ariel Santalla donde se fue incrementando la TISH y la empresa de Rocca nunca objetó esos aumentos. Aumentos necesarios y bien pensados por el ex intendente radical como forma de generar autonomía municipal con progresividad tributaria donde el que más tiene, paga más.

José Luis Torriani es el asesor letrado del gobierno local del PRO. “La forma de salir de esto es con diálogo entre las partes, en eso estamos desde el mes de diciembre. Se avanzó bastante pero hay que ser cautos”, manifestó. La TISH que Ternium tributa en Ramallo se calcula en base al salario del empleado clase I, dividido ese monto por seis y multiplicado la cantidad de empleados que la empresa tiene declarados. Que la TISH esté atada al salario del empleado municipal permite que en cada aumento otorgado en paritarias a los trabajadores municipales se incremente la TISH de las grandes empresas de la zona. Lo que ocurrió —como lo señalamos oportunamente—, es que el gobierno del intendente Gustavo Perie no brindó paritarias a los empleados municipales y por la tanto la TISH para las grandes empresas de la zona, incluida Ternium, quedó congelada. Eso le permite a Rocca —gracias a los millones ahorrados por la decisión del gobierno local del PRO—, florearse con donaciones y mostrarse solidario.

 

 

 

 

 

 

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