Desigualdad en la ruta del petróleo

Gobernadores en deuda con parceleros en Centenario

 

 

José Panero tenía 29 años cuando accedió a una de las 350 parcelas de la Nueva Colonia en Centenario, espacio de producción agropecuaria de pequeña escala en el cordón que rodea Neuquén capital. Pasaron diferentes gobernadores del Movimiento Popular Neuquino (MPN) en más de veinte años y, hoy, una de sus hijas, Alba (37 años), conduce la organización de los parceleros que reclaman la regulación total y definitiva de las 450 hectáreas en las que viven y trabajan más de mil personas. Llevan una semana sin agua para riego, en un área de producción agropecuaria y en plena época de siembra.

Por segunda vez en el año, la Asociación de Fomento Rural (AFR) de Nueva Colonia cortó dos rutas durante tres días la última semana y reclamó en la oficina de la Dirección Provincial de Tierras, organismo público responsable de la demora crónica del problema. Las medidas de protesta se levantaron en espera del cumplimiento de los compromisos asumidos por el gobierno provincial para la semana que se inicia. El 4 y 5 de setiembre inspectores de Tierras deberán retomar los trabajos en el lugar. Para el jueves 7, representantes de la AFR deberían ser recibidos por Jorge Lara, secretario de Desarrollo Territorial y Ambiente, a cargo del valioso paquete de las tierras fiscales provinciales. Del avance de la próxima semana depende la continuidad del conflicto, con pobladores de más de 80 años que fueron a la ruta por garantías mínimas de estabilidad en la tierra para vivir la etapa final de sus días.

 

 

Nueva Colonia está ubicada al noroeste de la capital provincial, a pocos kilómetros de la margen oeste del valle inferior del río Neuquén. Está junto a la ruta 7, estratégica para el movimiento de la industria de los hidrocarburos y sus servicios del área Vaca Muerta.

“Somos rehenes del Estado”, sintetizó Alba. “El Estado no nos otorga en venta la tierra, nos mantiene en la precariedad. Ahora los precios de las mensuras y las cuotas se dispararon para una familia productora. No tenemos ni red de agua para consumo ni para la producción. Ni el transporte público quería pasar”.

 

 

Modelo en riesgo

La provincia otorgó 450 hectáreas de tierras fiscales en el límite de los ejidos de Centenario y Vista Alegre para la creación de Nueva Colonia, con 350 parcelas. Actualmente, viven 600 familias (mil cien personas) que subdividieron de hecho algunas de esas parcelas originales para dar respuesta al crecimiento propio de los hijos y la imposibilidad de acceso a tierra en el mercado inmobiliario local. Treinta hectáreas permanecen improductivas sin ocupación real, por titulares que especulan o no se arriesgan a invertir hasta no contar con la documentación oficial de la tierra, indicó Alba. No superan los 20 titulares que cuentan con algún avance en la regulación dominial de su parcela.

 

 

En estos años, al menos en cuatro oportunidades, se formaron mesas de trabajo entre la AFR y Tierras que ni llegaron a reunirse. El 29 de agosto, desde la secretaría de Lara notificaron a Alba que el 4 y 5 de setiembre se harán las inspecciones en las parcelas, compromiso arrancado con la movilización ante el despacho de Fernando Domínguez Esteves, director provincial de Tierras. Anuncios similares se realizaron también para parceleros de Senillosa, otra localidad vecina, el año pasado y a comienzos de este.

“Muy pocos pudieron empezar a pagar. El costo depende de la superficie. De acuerdo a la última información, cuesta 750 pesos el metro cuadrado. Tenemos un plazo de 90 días para pagar los gastos de inspección. El desembolso inicial ronda el millón de pesos por familia. Después es una cuota anual”, detalló Alba.

La regularización dominial de Nueva Colonia actúa como cascada para acceder a otros servicios, como el agua para consumo humano y para riego, clave para la producción. “Recién el año pasado logramos que pase el transporte urbano, aunque solo en horario escolar”, explica Alba. Respecto al agua, ni Recursos Hídricos de la provincia ni el Consorcio de Riego local destraban la forma de suministrar agua dulce en forma y caudal suficiente. A los que viven más alejado de un canal de riego del que se abastecen, el municipio de Centenario les suministra en camiones cisterna semanalmente, servicio limitado en cantidad y calidad.

De las mil cien personas que habitan esta colonia, la mitad es adulta mayor y la otra mitad son niñxs y adolescentes. Un centenar es de la población original. Un abuelo de 89 años produce alfalfa alrededor del tanque australiano. La familia Olagaray mantiene una huerta inmensa, con frutales y gallinas ponedoras, produciendo unas reconocidas canastas orgánicas. En el caso de la familia Panero, comparten dos hectáreas entre cuatro familias para la cría de chachos, gallinas, vacas, chivos y frutales. Este año no pudieron hacer huerta todavía por falta de agua.

 

 

Hace dos años normalizaron la AFR, que estuvo sumergida en el desgaste y el desaliento por diez años. Alba fue elegida como responsable de la directiva y este año renueva mandato. Esos diez años fueron aprovechados por la burocracia estatal.

Las chacras tradicionales están ubicadas del otro lado de la ruta 7. Esta colonia se formó sobre campo abierto, con la intervención del Estado desde el origen, a diferencia de otros asentamientos criminalizados como usurpaciones. Como en el caso de Colonia Esperanza, estos espacios de recreación de las formas de vida tradicionales para la autonomía y el autosustento quedaron encapsuladas en el modelo de urbanización del Alto Valle de los ríos Negro y Neuquén, que abarca desde Fernández Oro (Río Negro) al este, hasta Cinco Saltos y Centenario (Neuquén) al norte hasta Plottier al oeste.

 

La mora en la regularización de Nueva Colonia es la contracara del avance de la expansión del ejido de la capital provincial, tributario de la vigencia de la matriz energética de Vaca Muerta. Por eso, estos parceleros tuvieron que cortar la ruta de acceso a los yacimientos para ser escuchados. “Ellos recibieron la orden de desalojo y trasladaron el corte frente a la Escuela 204, siempre sobre Ruta 7. Hay caminos alternativos para vehículos livianos, pero el transporte pesado como camiones y colectivos aguardan en el lugar”, confirmó el comisario inspector Héctor Pérez, coordinador operativo de la Dirección de Tránsito.

Luchas desiguales junto a la ruta del petróleo.

 

 

 

 

 

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