El Central domina el área

Los DEG del FMI se utilizarían para pagar deuda. Sojeros y aceiteros juegan a Dr. Jekyll y Mr. Hyde

 

Con los precandidatos para las PASO ya definidos, arrancó la carrera electoral que culminará con las legislativas del 14 de noviembre. En la primera semana post cierre de listas, el Banco Central salió a marcar un poco la cancha y empezó a vender dólares para contener las diferentes presiones. En cuatro jornadas vendió un poco más de 300 millones, además de pagar 220 millones al Club de París, una cuota parte que sirve de puente hasta el año que viene. A su vez, la próxima semana se deberán desembolsar otros 300 millones al Fondo Monetario Internacional en concepto de intereses, en medio de la negociación con el organismo.

El gobierno pretende mostrarle al Fondo que el repago del yunque de deuda que le dejó el macrismo se podrá hacer con un incremento de las ventas de bienes y servicios al exterior. Vuelve a primar la idea de una salida exportadora (véase Techint se va a la guerra).

“El desafío es aumentar las exportaciones porque necesitamos, en un futuro muy cercano, llegar a los 92.000 millones de dólares. Y eso es un desafío para las exportaciones y las importaciones”, indicó a El Cohete a la Luna un funcionario del Banco Central.

La balanza comercial vuelve a estar en escena. El vicepresidente segundo del Banco Central, Jorge Carrera, publicó esta semana una serie de twitts que pasaron desapercibos aunque fueron muy esclarecedores del actual contexto en disputa.

“En las exportaciones, todos los rubros aumentan respecto a 2020 y 2019. Lo mismo ocurre respecto a las importaciones. Notable el aumento de Bienes de Capital y Accesorios de Bienes de Capital. Y es muy alto el de Bienes Intermedios, con una suba de más del 70%”, explicó Carrera.

“Vale notar que con estas cantidades no se evidencian dificultades para importar, si lo comparamos con un período donde todavía el gobierno de Macri no había colocado el llamado cepo. Los altos niveles de importación de Bienes Intermedios y Repuestos de Bienes de Capital en los últimos meses no condicen con el nivel de actividad registrado. Hay una persistente acumulación de stocks”, sostuvo el funcionario.

Primer dato: quienes necesitan acceder a los dólares comerciales pueden hacerlo sin tener que recurrir al contado con liquidación. La aclaración vale porque, por ejemplo, desde el sector agropecuario suelen sostener que deben comprar insumos al valor del “dólar blue”.

Segundo dato: hay un evidente incremento de las importaciones producto de la recuperación económica, un arco que va de YPF, Arsat e INVAP hasta textiles, alimentos, automotores y empresas de distintos tamaños.

Tercer dato: también podría existir un componente de especulación.

“Esta acumulación debe ser tenida en cuenta cuando se calculan potenciales aumentos de las importaciones ante una recuperación de los niveles de consumo como la que se anticipa”, advirtió Carrera. Es decir, ¿el que avisa no traiciona?

 

 

Números para el Fondo

Muchos de los dólares para las importaciones se van en la cuestión energética: 1.000 millones mensuales aproximadamente. La cuenta se repite de abril a septiembre; tras la llegada de la primavera, la demanda baja a la mitad.

¿Qué tiene que ver esto con el FMI? La futura ley de hidrocarburos está centrada exclusivamente en incrementar la producción y las exportaciones de crudo y gas, y permitirle a las operadoras acceder a parte de las divisas. La lógica indica que hay que producir más gas para importar menos.

Nada que no se haya mencionado de manera diplomática en el último comunicado del Fondo tras el encuentro de Martín Guzmán y Kristalina Georgieva en Venecia: “Se lograron avances concretos en entendimientos en cuanto a políticas para el desarrollo del mercado de capitales doméstico, la administración tributaria y el desarrollo de sectores generadores de divisas”.

Otro sector que prometió que se podía llegar al mágico número de los 100.000 millones de exportaciones fue el agroindustrial, con su mentado proyecto presentado a través del Consejo Agroindustrial Argentino, que hasta el momento no pasó la instancia de borrador.

Pero la pregunta es si el FMI mirará los números de las exportaciones o sólo la cuestión fiscal.

“Yo creo que el FMI va a pensar más en lo fiscal que en lo externo. Seguramente habrá alguna trayectoria de sostenimiento de superávit de cuenta corriente, pero en general los dólares no son lo que más miran. En el acuerdo del macrismo tenían movimientos compensatorios en el sector externo (otros movimientos netos), que incluían reversión de la fuga, que nunca se cumplió. El tema fiscal, y cómo se financia, será clave sobre todo si se considera lo que pasa con la seguridad social”, sostuvo Nicolás Zeolla, economista jefe de la Fundación de Investigaciones para el Desarrollo (FIDE).

Hasta el 31 de mayo, la Administración Pública Nacional acumuló un déficit primario de 172.411 millones de pesos y uno financiero de 395.353 millones, con una priorización del gasto en servicios sociales, que representaron el 69,1% del gasto total ejecutado. El detalle surge del informe de avance del proyecto de ley de presupuesto 2022 que el Poder Ejecutivo envió al Congreso Nacional a fin de junio.

 

 

Presiones

El sector agropecuario liquidó divisas por 16.000 millones de dólares en el primer semestre del año. Algunos analistas creen que la venta de esos dólares continuará hasta septiembre. Sin embargo, los grandes dueños de los granos ya están jugando su propia partida (devaluatoria).

Según voceros de la industria aceitera, quedarían en manos de los productores, sin vender, cerca de 23 millones de toneladas de soja y 6 millones de toneladas de maíz. El valor estimado sería de 9.000 millones de dólares.

–¿Es una situación habitual o se están sentando en los silos bolsa? –preguntó este cronista a un aceitero.

–En maíz están vendiendo más pero en soja menos que otros años. Cada vez que hay ruido en el mercado de cambios nos venden menos y ahí empezamos a perder plata como exportadores porque tenemos barcos esperando y puertos vacíos sin mercadería, más ahora que con la bajante del Paraná todas las marítimas nos están matando con los precios.

Las grandes cerealeras nunca pierden plata. Lo que no venden ahora, lo harán después. No sólo gozan de los precios de transferencia, también le descuentan el valor de las retenciones a los productores. También se muestran como antagónicos de los productores primarios pero son de la misma estirpe.

Si el objetivo de quienes retienen parte de su cosecha es forzar a una devaluación, la industria también se “beneficiaría” del salto en el tipo de cambio. Industria y grandes productores primarios, tranquilamente podrían ser Dr. Jekyll y Mr. Hyde.

 

 

Controles (ex post)

“De repente, a las empresas privadas se les ocurrió, a todas juntas, salir a pagar sus deudas en dólares en el exterior; es un poco raro. Necesitamos un Estado con poder, que sepa cuál es la real producción de riqueza; no puede quedar todo sujeto a una declaración jurada de una empresa minera, petrolera o agroexportadora. El Estado tiene que defender la legalidad”. Esto decía Ricardo Aronskind en un artículo publicado por El Cohete en septiembre del año pasado (véase Las cuevas tienen banca).

El planteo surgía porque a pesar del superávit comercial que había para esa época, comenzaba una nueva escalada devaluatoria a través de la salida de dólares vía contado con liquidación.

La sospecha era que muchas empresas dolarizaban sus carteras a partir de las opciones de financiamiento barato por parte del Estado nacional en el marco de los diferentes programas ideados para soportar la pandemia del Covid.

El diagnóstico no era tan errado. Esta semana, la AFIP publicó una resolución a partir de la cual un grupo de aproximadamente 2.000 empresas deberán devolver el dinero que recibieron vía ATP por haber desviado su finalidad.

El 99,35% de las 307.000 empresas que recibió al menos una vez el salario complementario cumplió con las condiciones del Programa ATP. En total se erogaron 220.000 millones de peso dentro de este programa.

Ahora el Banco Central cuenta con más reservas que el año pasado. Tal como había adelantado Alejandro Vanoli, ex titular de la autoridad monetaria, el Central estuvo midiendo al mercado a la espera de cuándo intervenir (véase Puja distributiva y elecciones). Lo hizo esta semana con la venta de 320 millones, aunque terminó el mes con un saldo comprador de 700 millones.

 

 

Con el FMI adentro

Este lunes, la junta de gobernadores del FMI aprobará el desembolso de 650.000 millones de dólares a nivel mundial en derechos especiales de giro (DEG) que le permitirán a la Argentina recibir 4.350 millones a fines de agosto.

Luego del cierre de listas, trascendió que esos recursos, que robustecerán las reservas internacionales, serán utilizados para cancelar deuda con el Fondo por 3.600 millones entre septiembre y diciembre.

Quedaría desterrado, de esta manera, el pedido del bloque de senadores del Frente de Todos que semanas atrás aprobó una resolución en la que solicitaba que dichos recursos se utilizaran primero para “potenciar el crecimiento económico”.

“Es la decisión que tenemos que tener para generar empleo, y obviamente modificar la estructura productiva. Dejar de lado los esquemas de especulación y la usura por otros de producción y trabajo. Esa es la visión que debemos tener para disminuir la pobreza y aumentar los bienes de consumo a través del sistema productivo”, había manifestado el senador formoseño José Mayans (véase Marcar la cancha).

Todo hace suponer que la macro se ordenará con el FMI adentro.

 

 

 

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