En Ramallo no Passa(glia)

Se esfumó la idea de crecer regionalmente para escalar a nivel nacional del candidato

 

La idea del intendente de San Nicolás, Manuel Passaglia —armador de Patricia Bullrich—, de crecer regionalmente implantando una candidata a intendenta empleada suya en el distrito vecino de Ramallo no pudo ser. El peronismo contó con un líder popular como Mauro David Poletti, que impidió los sueños del estanciero de hacer un San Ramallo que le permitiera proyectarse nacionalmente. Con Bullrich fuera de competencia en la segunda vuelta, Manuel solamente podrá apuntalar a su hermano Santiago en San Nicolás que, como era previsible, derrotó con holgura a la candidata de La Cámpora, Cecilia Comerio. Ramallo se encuentra entre los municipios bonaerenses que recuperó el peronismo.

Cuando Passaglia viró hacia las filas de Patricia Bullrich, decidió implantar candidatos en los distritos gobernados por cambiemitas que respondían a Horacio Rodríguez Larreta en la segunda sección electoral. En Ramallo llevó de su mano a su directora de Obras y Servicios Públicos, Cecilia Giammaria, quien compitió y le ganó las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO) al intendente Gustavo Perié, que tenía el sueño de ser reelecto. Si bien Giammaria es de Villa Ramallo, su participación política antes de su debut y despedida como candidata a intendenta ha sido nula. Passaglia la hizo jugar por primera vez y si ganaba le permitía a él presentarse como el verdadero jefe de los distritos de San Nicolás y Ramallo.

El giro del clan Passaglia es conocido. Papá Ismael llegó a ser intendente en 2015 de la mano del peronismo para luego abdicar y ser parte del PRO. Así, pasó a formar parte del gabinete de María Eugenia Vidal, encabezando el Instituto de la Vivienda. Fue Manuel, cuando era primer concejal, el encargado de cumplimentar el período de intendente que tenía su padre. Luego se presentó en las elecciones de 2019, y fue electo por el 55,40 % de los votos. Su hermano Santiago renovó banca como diputado provincial por la segunda sección electoral en 2021. La decisión familiar fue que sea el candidato a intendente en 2023. Fue electo intendente el domingo con más de 10 puntos de ventaja sobre la candidata de Unión por la Patria en San Nicolás.

 

Passaglia ganó cómodo en San Nicolás.

 

Manuel esperaba lo mismo en Ramallo con su candidata implantada. Como buen aprendiz de los giros de su padre, realizó uno interno donde pasó de mostrarse y coquetear con Horacio Rodríguez Larreta a militar en las huestes de Bullrich, a la que creía ganadora de la presidencia. Su sueño de tener dos distritos bajo su mando lo dotaría de poder para un futuro reclamo de un ministerio nacional. Para mostrar ese peso, debía crecer regionalmente. Así como fueron ganando campos en la zona, lo mismo proyectaban para la política. Ir sumando distritos para crecer en poder político.

Hace más de cinco años, el mejor periodista del país y conductor de esta nave, evaluaba el acercamiento de Manuel Passaglia al PRO. “Este es el espécimen más joven de la fauna política provincial al frente de una intendencia. Su acercamiento al gobierno provincial es un proyecto en escala nacional y con perspectiva de futuro”, describió Verbitsky. Passaglia apostó a abarcar mucho y se quedó sin crecimiento regional y nacional. Aunque podrá seguir con los negocios que realiza con fondos públicos de los nicoleños en su comarca.

Los fondos públicos utilizados para la construcción y explotación del Estadio Único, el Autódromo y Predio Ferial (que explotan los diarios La Nación y Clarín) y la explotación de esos espacios que no transparenta en su ciudad —a pesar de los reiterados pedidos por parte de los concejales de la oposición— fueron el origen del dinero negro con el que contó Manuel Passaglia para implantar a Cecilia Giammaria en el distrito de Ramallo, con gigantografías con su rostro en afiches colocados en las diversas localidades, publicidad en las redes antisociales y a través de una de las empresas prestadoras de telefonía móvil para llegar a todo ramallense, sumada la clásica publicidad en medios locales difundiendo su campaña. Pero todo eso no alcanzó porque  el peronismo tenía un candidato muy competitivo, como contamos en El Cohete.

Passaglia pensaba que con Giammaria podía convertir a San Nicolás y Ramallo en un corredor turístico que permitiera aprovechar en el distrito vecino el río Paraná en todo su esplendor. Un mercado inmobiliario muy potable para explotar, donde lo primero era arrasar con bosques nativos, la reserva, como ya lo hace en San Nicolás. Muestra de ello vino luego de que perdiera Giammaria, a la que Passaglia creía ganadora. El miércoles, la Secretaría de Obras y Servicios Públicos de Ramallo, junto con la de Desarrollo Local, informó al medio local FM Meta que llevó a cabo una inspección a la vera del arroyo Ramallo. Detectó maquinarias y personal de la Secretaría de Obras Públicas de la Municipalidad de San Nicolás, realizando movimiento de suelo, arrasando con la vegetación.

 

Passaglia arrasando con la vegetación en Ramallo.

 

Passaglia no arrasó con los votos en Ramallo, pero sí con las máquinas.

 

 

Virtudes y desafíos

Mauro Poletti no tuvo la necesidad de presentarse en las localidades del distrito, donde es conocido por haber sido concejal en varios períodos y luego intendente entre 2015 y 2019, tiempo de recortes de Vidal y Macri, cuando su gobierno logró en ese contexto que la variable de ajuste no fueran los trabajadores municipales, a quienes valoró para llevar adelante con ellos la obra pública, como pavimentación de calles. En 2019, compitió por la reelección y perdió contra el intendente del PRO, Gustavo Perié, por escasos 44 votos. Las carreras universitarias gratuitas, que por primera vez se brindaban en el partido, fueron una de las acciones destacadas de su gobierno; en este sentido, había comenzado la construcción de un centro universitario, abandonada luego en la gestión del cambiemita Perié.

Eso explica, en parte, el respaldo de votantes que, después de cuatro años de una mala gestión de Perié, valoró sus acciones concretas como sus intentos de transformación. Eso lo mantuvo en el centro de la escena nuevamente. En un acto que realizó a fines de abril de 2022, con la presencia del ministro de Obras Públicas de la Nación, Gabriel Katopodis, Mauro Poletti anunció su recorrida por las localidades de cara a las elecciones de 2023. Detrás de él sumó a la mayoría de concejales de su espacio, junto a demás actores sociales y sindicales que formaron parte de su equipo de campaña. Trabajó en una propuesta sólida que fue desarrollada y explicada en cada localidad con su equipo.

Si bien Poletti fue derrotado en las localidades de Villa Ramallo (3.847 a 3.115); Pérez Millán (1.324 a 1.213); Villa General Savio (664 a 477); El Paraíso (233 a 163), y hasta en la mesa de extranjeros (por un voto), en la ciudad de Ramallo ganó por amplia mayoría, 5.384 votos contra 2.541 que obtuvo Giammaria. Esa amplitud de votos de diferencia contra su adversaria en su ciudad le permitió convertirse nuevamente en intendente electo. En la ciudad cabecera despierta un amor en la barriada propio de líder peronista. También su victoria se explica por haber acortado la diferencia que había sido mayor en las PASO en las demás localidades esquivas —desde siempre— al peronismo.

No fueron pocos los y las votantes que vieron como peligro la idea de tener una candidata empleada de Passaglia y decidieron no elegirla. Sumado a que los desalojados seguidores de Perié no se plegaron en su totalidad a la campaña de Giammaria, ni tampoco a votarla. Pero los méritos son de Poletti, que es un líder popular que despierta pasión. Sin él, el peronismo sería terreno baldío. Esa carencia de liderazgo es lo que sufre el peronismo nicoleño y explica en parte que el clan Passaglia se vaya pasando la posta: de papá Ismael a su baby Manuel, y de Manuel a su hermano Santiago.

En la caravana del triunfo, Poletti expresó: “Este gobierno que comienza a partir del 10 de diciembre tiene que ser el gobierno de los vecinos. Y junto a Axel Kicillof en la provincia de Buenos Aires y junto al compañero Sergio Massa en la Nación —porque vamos a caminar también para ganar la Nación—, vamos a ser el mejor gobierno de los últimos tiempos para que la felicidad y la grandeza del pueblo del partido de Ramallo no tengan ningún tipo de discusión”, señaló.

En la semana, junto a otros intendentes electos, se reunió con el gobernador reelecto Axel Kicillof y Sergio Massa. Con Kicillof, Mauro Poletti deberá trabajar en conjunto para que los tres barrios cerrados no registrados en Ramallo —Estrella Federal, Q47 Lomas y El Solar Club de Campo— comiencen a estar regularizados. Así se podrá aplicar la Ley de Hábitat, que permitirá al Estado municipal contar con dinero o tierra y paliar el déficit habitacional existente, articulando con el Instituto de la Vivienda bonaerense y conjuntamente con Nación, para poder desarrollar un plan de viviendas en el distrito.

 

Kicillof, Poletti, Massa, en la reunión con intendentes bonaerenses electos.

 

Los distritos bonaerenses recuperados por el peronismo fueron 14: Azul; Bahía Blanca; Bragado; Brandsen; Carmen de Patagones; Dolores; Lanús; La Plata; Olavarría; Puerto Coronel Rosales; Ramallo; Salliqueló; Suipacha y Tres Arroyos. De los 135 distritos que componen la provincia de Buenos Aires, 85 municipios quedaron en manos del peronismo.

El nuevo intendente de Ramallo también logró obtener mayoría en el Concejo Deliberante. Con la reelección de Axel Kicillof y la posibilidad de que Sergio Massa sea Presidente, las obras de infraestructura que necesita Ramallo pueden llegar a ser una realidad. Sabe que ni bien asumirá el 10 de diciembre el problema con el agua se agravará. El día de las elecciones, en Villa Ramallo, gran parte de los hogares padecía de la falta de agua por una rotura de una bomba del tanque que provee ese vital servicio. Pero la problemática es mayor, Poletti lo sabe y fue el único candidato que habló del tema, expresando que no bien asuma debía hacer dos pozos de agua para esa localidad.

Para lograr una buena intendencia, Mauro Poletti deberá realizar una reforma tributaria progresiva. Para que las grandes empresas sean realmente grandes contribuyentes en los hechos. Una política fundamental para no ser un administrador de pobreza, como viene sucediendo con los intendentes desde hace años, quienes hacen una obra aquí y dejan otra inconclusa allá. Un síndrome de frazada corta por la falta de una decisión clave que permita una seria transformación del municipio, para que las empresas más poderosas efectúen un aporte significativo que permita no solamente asfaltar las calles de tierra restantes, sino tener un programa de obra pública para arreglar las arterias destruidas.

Ramallo, a diferencia de otros distritos, tiene empresas instaladas que han tenido y tienen ganancias extraordinarias. Pero ese beneficio del que gozan no se traduce en lo que aportan. Están instaladas ahí por el entorno amigable desarrollado por el partido para que sus plantas puedan gozar de los servicios necesarios para su funcionamiento. Eso les permite incrementar su ganancia, que ha sido y es mucha, y que no se refleja en el distrito, generando una gran desigualdad entre el aporte que hacen los vecinos de tasas con el que hacen estas empresas. La fabricante de acero Ternium, del grupo Techint; la compañía de agronegocios norteamericana Bunge; la cementera brasileña Loma Negra; la maderera Fiplasto, donde el 57 % de esa empresa productora de tableros de alta densidad quedó en manos de Marcelo Mindlin, empresario dueño de Pampa Energía, grupo integrado de generación de electricidad gas y petróleo; el frigorífico exportador ArreBeef son empresas que deberían tributar más.

Tener ese tipo de empresas en el distrito indica claramente que hay recursos que el Estado municipal debería buscar con una política tributaria que no sea la que reinó en la gestión del cambiemita Gustavo Perié, en la que empresas prósperas disfrutaron de las tasas congeladas por el intendente Hood Robin de Ramallo.

Mauro Poletti puede llevar adelante la transformación necesaria para que esas grandes empresas sean verdaderamente grandes contribuyentes en el distrito. Puede implementar una política tributaria progresiva modificando la ordenanza fiscal impositiva, puesto que el peronismo contará con mayoría en el Concejo Deliberante desde el 10 de diciembre. Tiene una segunda oportunidad para llevar adelante la transformación necesaria que Ramallo necesita y sobre todo la posibilidad de hacerlo por su capacidad de acción y de trabajo que lo llevaron nuevamente a conducir los destinos del distrito.

 

 

 

 

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