Un bono a la esperanza

El 70% de los jubilados volverán a ganarle a la inflación

 

Transmitir las ideas, los valores y los principios de la seguridad social es algo de vital importancia en una sociedad como la nuestra, tan injusta, tan desigual, tan dolorosamente sufriente para algunos y tan egoístamente placentera para otros. Además, a quienes debería movilizar estos niveles de injusticia solo les merece alguna frase para superar el trance, no veo que forme parte de la agenda de la política. La temática de la seguridad social es entendida como “una cuestión de viejos” porque se la asimila a las prestaciones jubilatorias y no comprenden que la seguridad social es la principal herramienta de distribución del ingreso nacional. Es cierto que la educación es fundamental en este sentido, pero requiere tiempo y la mayoría de las veces aquel que necesita más, no tiene tiempo o margen de espera. También es cierto que el trabajo con el salario conforma otra herramienta de distribución del ingreso, pero no es menos cierto que muchos no tienen, y no logran obtener, un trabajo mientras que muchos otros simplemente no tienen capacidad física o mental para hacerlo. Ese lapso que permite que las personas se eduquen, o aquellos que por los motivos que sean no cuentan con un empleo, o tienen trabajos marginales, deben ser atendidos por la seguridad social.

 

Durante este tiempo los medios reprodujeron mil veces las palabras de Martín Guzmán diciendo que este año la reactivación económica vendría de la mano del crecimiento del salario y de las jubilaciones. Explicaba, con la claridad a que nos tiene acostumbrados, que de nada serviría un crecimiento económico que solo beneficiara a unos pocos, ya que el desarrollo económico debía servir para que la gente viva mejor y eso se logra con un reparto mas equitativo de los frutos del crecimiento. Agregaba que la única forma que tiene la Argentina para crecer es incrementando la demanda interna de tal forma que permita poner en marcha el aparato productivo.

 

Esta idea básica ya había sido expresada por el Presidente y por muchísimos dirigentes del Frente de Todos. Sin embargo, que la exprese el Ministro de Economía en funciones y además, en tiempo presente, adquiere otra dimensión. No lo dijo en una charla académica ni como algo a tener en cuenta, sino que manifestó que en la Argentina actual y en este año se aplicarín esas medidas. Es más, enseñó que el presupuesto nacional 2021  fue diseñado con esa meta.

 

Las organizaciones gremiales rápidamente salieron a apoyar estas ideas, en especial cuando escucharon que las paritarias no tendrían techo. En ese marco, Héctor Daer indicó que “el objetivo es reducir la desigualdad”

 

El próximo mes de marzo debutará la nueva ley de movilidad jubilatoria, que para el primer trimestre estará en el 8,07% de aumento. Esto nos lleva a reflexionar lo importante que fueron los cambios que introdujo el Senado en la nueva ley luego de una charla entre el Presidente y la Vicepresidenta. En aquella reunión se resolvieron dos cosas: que no se aplicaría el descuento del 5% ya que el aumento de diciembre no se consideraría a cuenta como había sido anunciado por la Directora Ejecutiva Fernanda Raverta, y por otro lado ya no se aplicaría para medir salarios sólo el RIPTE, sino el RIPTE o el INDEC el que de más alto. Por lo tanto, si esto no hubiera sido modificado el aumento rondaría el 2% lo que obviamente resultaba intolerable. Por suerte primó la sensatez y se hicieron los cambios. El 8,07% es una cifra baja si efectivamente la inflación supera el 11%. Esto motivó la critica a la formula de movilidad, especialmente por aquellos que se callaron ante el saqueo macrista del 2018 y 2019. Como alguna vez dijo Cristina “que no se hagan los rulos” en marzo se toma para evaluar salarios el último trimestre de 2020 en que la economía estaba muy depreciada, por lo que es de esperar que en el próximo trimestre se logre compensar esta diferencia y que en el segundo semestre se alcance la meta que anunció Martín Guzmán. Por otro lado, si se hubiera seguido aplicando la formula macrista el aumento sería de 7,18%. Siempre es necesario recordar que no hay formulas mágicas, ya que cualquier formula de movilidad es positiva si se da en el marco de una economía en crecimiento. Bueno es recordar una vez más que no se conoce país alguno donde haya jubilados ricos en una sociedad pobre, pero sí abundan los países que tienen universos importantes de jubilados pobres en sociedades ricas. Esta formula de movilidad lo que hace es repartir equitativamente el crecimiento económico para evitar que unos pocos se lleven el esfuerzo de todos. La mejor prueba de lo dicho es que durante el macrismo, los jubilados perdimos contra la inflación el 20,5% pero los trabajadores activos perdieron el 23,8. Por ello, no debemos olvidarnos que entre los trabajadores activos y los pasivos hay una relación estrecha y la suerte de ambos va en el mismo sentido.

 

Haciendo honor a las palabras de Martín Guzmán, el presidente tomó la decisión de otorgar dos bonos extraordinarios de $1.500 cada uno, de los cuales uno se cobrará en abril y otro en mayo, en la confianza de que para junio la formula demostrará su fortaleza. Y si este año aumentan los salarios de los trabajadores activos por arriba de la inflación, lo mismo ocurrirá con los beneficiarios de la seguridad social. Estos bonos cubrirán al 70% del sistema, hay un grupo de unos dos millones que no recibirán bono y por lo tanto, si la inflación es la esperada recibirán menos que la inflación, en la esperanza de que en junio se recupere lo perdido y hay un grupo que si se aprueba el proyecto de aumento del mínimo no imponible le ganarán largamente a la inflación. En definitiva, cuando el presidente hablaba de empezar por los que menos tienen y más necesitan se refería a la aplicación de este tipo de políticas.

 

 

 

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