¿Volver a las aulas ya?

77 por ciento de padres y madres prefieren docentes vacunados

 

En la llamada "opinión pública" se ha instalado, como si fuera un "sentir ciudadano", la exigencia de volver cuanto antes a las clases presenciales. En muchos casos, resulta obvia la utilización política del tema. Pero el efecto final es cierta aceptación generalizada de que el conjunto de la población está reclamando por un urgente retorno a las aulas. Incluso han caído en esta percepción muchos que son críticos de los medios concentrados (y sus aliados políticos).

Sorprende que han sido pocas las consultas acerca de qué opina realmente la ciudadanía y, dentro de ella, en particular, las madres y padres de los niños, niñas y adolescentes que deberán "poner el cuerpo" a las clases presenciales (además, obviamente de los/as docentes y auxiliares). "Poner el cuerpo", unos en forma directa y otros de manera indirecta (pues se convertirán en contactos estrechos de sujetos que, con la presencialidad, pasarán a vincularse con mucha más gente que durante el aislamiento social). Solo hubo algunas pesquisas que abordaron el tema, pero que, en general, formularon preguntas de difícil negación pues presuponen situaciones ideales (del tipo, "¿está de acuerdo con la vuelta a la escuela si se cumplieran todos los protocolos?"), cuando muy pocos creen realmente que esto se pueda efectivizar en la mayoría de las escuelas.

Desde el equipo SocPol de la Universidad Nacional de Quilmes diseñamos una encuesta donde relevamos qué opina la gente sobre la vuelta a clases presenciales (distinguiendo especialmente a las madres y a los padres de estudiantes del nivel inicial, primario y secundario), con 2.258 casos residentes en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y la provincia de Buenos Aires, 996 de los cuales son madres o padres.

Los resultados arrojan una imagen muy distinta de la que predomina en los medios y los discursos políticos. Preguntados acerca de si "sería mejor esperar a que todos los docentes estén vacunados contra el Covid para comenzar las clases presenciales", el 73% respondió "sí, habría que esperar que todos los docentes estén vacunados (o, al menos, la mayoría de ellos)", y sólo un 27% optó por "no, las clases tienen que empezar lo antes posible, aunque los docentes no estén aún vacunados", tal como se observa en el gráfico 1. En la provincia el porcentaje a favor de esperar es levemente más alto (74%), pero en CABA no es mucho más bajo (69%). Lo que resulta más sorprendente es que el 77% de las madres y los padres de estudiantes piensan que habría que esperar a que los docentes estén vacunados.

 

 

Fuente: UnQui

 

 

La preocupación también refiere a las posibilidades de que los estudiantes porten el virus y, de este modo, contagien a sus abuelos y abuelas. Por eso, el 68% opina que las clases presenciales no deberían comenzar hasta que los mayores de 60 años estén vacunados, tal como se observa en el gráfico 2.

 

Fuente: UnQui

 

 

 

Consecuentemente, hay un deseo generalizado de que, si comenzaran ya las clases, cada familia pudiera decidir si envía o no a sus hijos/as a la escuela o si continúan solo con las clases presenciales (74%). Como se observa en el gráfico 3, únicamente un 26% sostiene que debería ser obligatorio que todos los estudiantes asistan y, en el caso de las madres y los padres, este porcentaje se reduce al 22%.

 

 

Fuente: UnQui

 

También hemos preguntado acerca de la relación que existe entre la situación epidemiológica general de los distritos y la oportunidad de comenzar, o no, las clases presenciales. Ante un nivel de contagios que sigue siendo hoy bastante elevado, la mitad de los encuestados/as opina que todavía no se debería volver a las escuelas. Del resto, algo más de un tercio piensa que tienen que comenzar las clases presenciales, pero que deberían cerrarse las escuelas si el nivel de contagios volviera a ser el de septiembre u octubre del año pasado, y solo un 15% opina que "hay que volver ahora a clases presenciales, y mantenerlas, sin importar la cantidad de contagios diarios".

La encuesta abordó toda una serie de dimensiones que, por una cuestión de espacio, no pueden ser analizadas en esta nota (se realizaron 43 preguntas). Sin embargo, no queríamos finalizarla sin comentar de qué manera las madres y los padres de niños/as en los niveles inicial y primario valoran la labor que realizó, específicamente, la maestra de cada uno de ellos/as. Como se observa en el gráfico 4, casi la mitad opina que en 2020 la maestra trabajó mucho más (o un poco más) que lo que lo hace en un año de clases presenciales. En cambio, solo un 16% piensa que lo hizo mucho menos y un 11% que trabajó un poco menos.

 

 

Fuente: UnQui

 

Concomitantemente, más de dos tercios de las madres y los padres sostienen que la maestra de su hijo/a le puso mucho o bastante esfuerzo o entusiasmo a sus clases virtuales y a las devoluciones a los estudiantes. Por el contrario, solo un cuarto opina que realizó sus tareas por internet con poco o casi nada de esfuerzo o entusiasmo.

Estas evaluaciones positivas del trabajo y la actitud de los docentes, se traducen en una valoración de la experiencia educativa que dista muchísimo de la imagen que se intenta construir acerca de que en 2020 "no hubo clases" y que ahora habría, efectivamente, una "vuelta a las clases". En este sentido, cuando les preguntamos cuánto aprendió su hijo o hija durante el año pasado, solo un 15% dice que no aprendió nada, mientras que casi un 40% opina que aprendió bastante, tanto en términos de contenidos como en los aspectos de la enseñanza y el manejo de los espacios virtuales (el resto se distribuye entre quienes afirman que aprendió más de contenidos o más de virtualidad).

En fin, las encuestas de ningún modo pueden reemplazar el debate ciudadano. Sin embargo, pueden aportar indicios más cercanos sobre el sentir popular, en contraposición con la capacidad diferencial que tienen los sectores con más poder económico y/o mediático para imponer su perspectiva en la "opinión pública". Consistentemente con lo analizado en trabajos anteriores, la mayoría de la población tiene una conciencia acabada de la gravedad de la pandemia y de los cuidados que requiere. En particular, sabe de los peligros que puede ocasionar un incremento generalizado de los contactos. En este caso, llama la atención que, incluso, se destaquen las madres y los padres por sus preocupaciones y por preferir que las clases presenciales aún no comiencen. En todo caso, nada sería más sensato que reducir la presencialidad al mínimo o, mejor aún, esperar unas semanas más hasta que todos los docentes e, incluso, buena parte de los adultos mayores ya estén vacunados.

 

 

Ficha técnica de la encuesta:

• Fecha de relevamiento: del 10 al 12 de febrero de 2021.
• Universo: población mayor de 18 años, residentes en la Provincia de Buenos Aires y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
• Alcance del relevamiento: Ciudad Autónoma de Buenos Aires, de la Provincia de Buenos Aires.
• Diseño muestral. Captura de casos a través de publicidad en Redes Sociales (Facebook e Instagram), segmentada proporcionalmente por género, edad y partido/jurisdicción. En provincia se relevaron todos los partidos del Gran Buenos Aires, los tres grandes aglomerados urbanos (Gran La Plata, Gran Mar del Plata y Gran Bahía Blanca) y 15 partidos del resto de la provincia.
• Tamaño de la muestra: 2.259 casos (524 en CABA y 1.734 casos en la Provincia de Buenos Aires).
• Cantidad de preguntas: 43.
Realizado por SocPol - UNQ (Instituto de Economía y Sociedad en la Argentina Contemporánea de la Universidad Nacional de Quilmes).
Más informes en www.socpol.ar

 

 

 

 

 

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