Del Rodrigazo a Massa

Segundo encuentro de discusión sobre la obra de Horacio Verbitsky


Para seguir la discusión de la obra de Horacio Verbitsky que se desarrolla estos días en el Centro Cultural Kirchner, más vale no perder de vista detalles. El miércoles 17 de mayo Verbitsky concedió una entrevista en el programa Siempre es hoy, conducido por Daniel Tognetti —uno de los ideólogos y productores del ciclo—. En esta repasó, a modo de invitación al primer encuentro, la parte de su obra referida al papel de la Iglesia católica como guía espiritual de los mandos de las Fuerzas Armadas Argentinas en su funcionamiento como brazo represivo de las clases dominantes con las discusiones presentes. También recordó los libros que —como La educación presidencial, Robo para la corona o Hacer la corte— fueron pioneros en la descripción de los dispositivos de poder disciplinario sobre la toma de decisiones públicas ya en la democracia a cargo de agentes económicos, judiciales y políticos. Cuestiones estas que Cristina Fernández de Kirchner había agitado en su carta del martes 16. 

El último 21 de mayo, en el salón de la cúpula del Centro Cultural Kirchner, se produjo el interesantísimo primer encuentro de discusión sobre los cuatro tomos de Historia política de la Iglesia católica argentina, con el investigador de ideas (en muchas cosas) opuestas, Rosendo Fraga. La conversación giró en torno al comportamiento de la Iglesia católica y las Fuerzas Armadas Argentinas, las instituciones más herméticas del siglo XX argentino, y de sus vinculaciones con los actores mayores del drama del país, entre ellos, el movimiento obrero, el peronismo y el bloque de clases dominantes. Tras la preciosa introducción de Luciana Bertoia y con la finísima coordinación de Pablo Caruso, los autores debatieron sobre el origen del vínculo entre Iglesia y militares; el conflicto entre la jerarquía católica y peronismo; el papel del clero en los sucesivos golpes de Estado —en particular durante la última dictadura—, y el rol de Francisco cuando todavía era Bergoglio. 

 

 

 

 

 

 

 

El segundo encuentro se realizará el próximo miércoles 7 de junio a las 18, nuevamente en el Centro Cultural Kirchner, con la presencia del economista Pablo Gerchunoff, la coordinación de la historiadora Camila Perochena y la lectura previa de la filósofa Flavia Dezzuto. La historia del libro en torno al que girará este segundo encuentro se remonta a la madrugada del 23 de noviembre de 2015. Apenas se conoció el dato del triunfo de Macri en aquella segunda vuelta, Horacio Verbitsky aceptó mi propuesta de escribir un libro de conversaciones sobre la historia política argentina que acabaría por incluir un repaso de la trayectoria militante, la obra y la carrera periodística del entonces presidente del CELS. La pregunta de la hora era: ¿cómo hemos llegado hasta acá? A comienzos de 2016 me presenté en su estudio ubicado frente a Plaza Lavalle. Sus primeras frases fueron: “¿Se te hizo temprano?”, “No se puede negar que sos insistente” y “Contamos con las mañanas de los días lunes y jueves para trabajar”. En abril de 2018, Siglo XXI en co-edición con Tinta Limón Ediciones presentaban en la Feria del libro Vida de Perro, balance político de un país intenso, del '55 a Macri. A partir de allí, iniciamos con Horacio una intensa gira de presentaciones por varias provincias del país. Una de las más bellas conversaciones públicas que tuvimos sobre el libro fue con los filósofos cordobeses Flavia Dezzuto y Diego Tatián.

 

 

 

 

 


La idea de convocar a Pablo Gerchunoff a discutir Vida de Perro se nos ocurrió con Daniel Tognetti y Camila Perochena luego de leer La moneda en el aire (Siglo XXI, 2021), libro en el que el economista dialoga con el historiador Roy Hora “sobre la Argentina y sus futuros imprevisibles”. El paralelo formal y la diferencia real que une y separa ambas conversaciones constituyen en sí mismos una tentadora invitación al debate. La figura del paralelismo permite, además, presentar una zona asombrosamente común entre Gerchunoff y Verbitsky: fueron compañeros de escuela primaria de Ramos Mejía (el último es dos años mayor) y en el año ‘53 debieron concurrir con la bandera del colegio hasta el regimiento de La Tablada para saludar al Presidente Perón que realizaba una visita, previo paso por la iglesia para bendecir el pabellón patrio. Escolta y abanderado eran, además, herederos de apellidos literarios notables: Pablo, sobrino nieto de Alberto, el autor de Los gauchos judíos; Horacio, hijo de Bernardo, autor de Villa miseria también es América. Ambos pasaron de la escuela de Ramos al Colegio Nacional Buenos Aires y transitaron brevemente por la carrera de sociología de la UBA y bien pudieron haberse encontrado en la redacción del semanario de la CGT de los Argentinos, en el que Horacio trabajaba bajo la dirección de Rodolfo Walsh y al que Pablo acudía a realizar alguna colaboración. Puestos, en cambio, a elucidar sus diferencias de enfoque y de trayectoria política, cabe reparar en el hecho de que Gerchunoff, intelectual de amplia trayectoria (como académico, historiador económico, periodista y funcionario público de gobiernos radicales) se considera a sí mismo como un liberal de izquierda, admirador de Alfonsín y crítico del manejo de la economía de los gobiernos kirchneristas. ¿Cómo será Gerchunoff lector de Vida de Perro? El encuentro del próximo miércoles promete ser una discusión calificada sobre los modos de leer los procesos político-económicos que determinan nuestras coyunturas durante el período que —no sin algo de humor— va del Rodrigazo a Massa.

 

 

 

 

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