Una clase de reivindicación sindical

El testimonio de Victorio Paulón en el juicio Saint Amant III

 

En el juicio oral y público, conocido como "Saint Amant III", que se lleva adelante desde el 12 de junio en el auditorio el Auditorio Macacha Güemes del Instituto Tecnológico Rafael Aguiar de la Unión Obrera Metalúrgica de San Nicolás en el que se investigan los crímenes de lesa humanidad durante la última dictadura cívico militar, empresarial y eclesiástica, de 16 causas con 50 víctimas de secuestros, torturas, asesinatos y desapariciones cometidas en el Área Militar 132 del norte bonaerense que se encontraba bajo las órdenes del condenado y fallecido genocida, prestó declaración testimonial el lunes 16 Victorio Paulón, dirigente histórico de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) de Villa Constitución y actual  Secretario de Derechos Humanos de la Central de Trabajadores Argentinos (CTA). Su testimonio versó sobre  hechos que involucran a víctimas relacionadas con la  represión en Villa Constitución.

Victorio Paulón fue parte del activismo de la Lista Marrón cuyo dirigente más conocido fue Alberto Piccinini. Era una lista sindical antiburocrática. La central de la UOM Villa Constitución estaba intervenida desde Buenos Aires. “Una seccional que aportaba en recursos de cuota sindical y aporte de obra social, muy significativa, por lo tanto la UOM nacional recaudaba y no invertía en Villa Constitución”, señaló. Al fuerte reclamo de elegir representantes entre los propios trabajadores se sumaba el reclamo por la obra social, por tener un centro asistencial propio. La expectativa estaba puesta por  la vuelta de la democracia luego de la dictadura de Onganía. La vuelta de Perón al poder generó el avance de tener en la seccional de la UOM Villa Constitución una conducción elegida por los propios trabajadores. Pero, “eso no pudo ser, la UOM tenía una conducción muy verticalista”, Lorenzo Miguel era el Secretario General, donde “las realidades locales estaban disciplinadas políticamente a la fuerza a esos designios”, indicó.

Sucedió así que en Villa Constitución- en marzo de 1974- se realizó por parte de los trabajadores la ocupación de  las tres fábricas, “fundamentalmente de Acindar, incluso con rehenes porque ya en esa época había un clima de persecución, represalias y funcionaba la Triple A. Para resguardar la toma de fábricas se tuvo al personal jerárquico dentro de las mismas”, recordó Victorio Paulón. “Tras arduas negociaciones- donde comunicados de organizaciones de ultraderecha se difundían por radio amenazando e intimando a los trabajadores-, se liberaron los rehenes y se normalizó la situación con el compromiso de elecciones en 180 días”. El dirigente sindical realizó un paréntesis para dar cuenta del contexto y enumerar lo que sucedía en el país entre marzo y noviembre de 1974. “Muere el General Perón, se incrementa la represión. Uno de los apoderados de la Lista Marrón, el doctor Rodolfo Ortega Peña, diputado nacional, es asesinado por la Triple A. El mismo día que eso sucede en Buenos Aires una bomba hace volar por los aires el local de la Lista Marrón. Fue en ese clima donde se desarrollaron las elecciones y la lista marrón obtiene en noviembre el 64% de los votos”, recordó.

El incremento de afiliados en tres meses, la recuperación de derechos en el contexto laboral y la perspectiva que se abría con la paritaria del año 1975 concebida como negociación colectiva, donde no solamente era el reclamo por salario, sino demandas generales que iban a ser discutidas. Fue cuando “empieza a circular un anteproyecto de paritaria muy avanzado para la época. En aquella etapa se discutía participación en las ganancias, se discutía contar con directorio de obreros como algunas empresas lo tenían, como el caso de SOMISA y otras empresas estatales que llegaron a tener directorio obrero”, señaló Paulón. “En marzo de 1975, con un decreto firmado por Isabel Perón se denuncia un complot, se decide la intervención del sindicato de la UOM Villa Constitución denunciando un complot subversivo destinado a paralizar la industria pesada del cordón industrial. En ese contexto se produce a detención de más de 120 personas, casi todos delegados, comisión directiva del sindicato de Villa Constitución, comisiones internas y delegados paritarios del cordón industrial”. Sobre ese operativo señaló que fueron “detenidos delegados paritarios de Massey Ferguson, de Jhon Deere de la zona de San Lorenzo. Era la reacción frente al avance de lo que en la época llamábamos el sindicalismo clasista y combativo. Un sindicalismo que pretendía ir más allá de las conquistas del momento”, indicó.

Pero era otro el plan que se estaba pergeñando y es la explicación del comportamiento empresarial. En su testimonio Victorio Paulón señaló que: “Acindar se constituye como la patronal más dura con respecto a la respuesta del movimiento sindical”,  y explicó la causa. “Acindar se estaba convirtiendo en una especie de vanguardia de los sectores más duros que estaban preparando el golpe del 24 de marzo de 1976. De hecho el presidente del directorio de Acindar se llamaba José Alfredo Martínez de Hoz  que el 24 de marzo va a ocupar el ministerio de economía de la dictadura de Videla”. Su testimonio que fue toda una clase de historia para alumnes  de la escuela secundaria nº 3 Fortunato Bonelli y de la Escuela de Arte de San Nicolás. Pudo ubicarlos en el contexto histórico y permitirles conocer lo que sucedió en Villa Constitución. La palabra pausada y precisa de Paulón fue toda una clase para ellos. “Hay todo un desarrollo histórico que permite entender la lógica en que se enmarcó aquel procedimiento”, dijo Victorio ante el Tribunal Oral Federal conformado por los jueces Otmar Paulucci, Ricardo Moisés Vásquez y German Sutter Schneider. Con la intervención al sindicato, “lo que lograron general fue una huelga que duró 60 días que paralizó la producción siderúrgica de Villa Constitución que era el principal proveedor de la industria de la construcción y todo el autopartismo”, dijo y aclaró que se trató de “una huelga atípica que no tenía ninguna reivindicación económica, ni siquiera se pedía el pago de los días caídos. Lo único que pedíamos era la libertad de los compañeros y la devolución del sindicato”.

Quien forma parte de la Comisión Directiva del Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) precisó que “no es casualidad que se cargaron un Obispo acá (por Carlos Horacio Ponce de León) y asesinaron un Obispo en La Rioja (por Enrique Angelelli)”, dijo y señaló la relación al afirmar: “Hay un vínculo entre los responsables, un teniente coronel (el Batallón de San Nicolás era conducido por el teniente coronel Manuel Fernando Saint Amant) y un coronel (Osvaldo Héctor Pérez Battaglia era jefe del Batallón riojano) que pertenecían al mismo grupo católico ultramontano que respondían al propio sector de la jerarquía de la Iglesia. Bonamín y Tortolo eran los referentes y venían hablando de que la Argentina necesitaba un baño de sangre”, señaló. El vínculo al que refirió Paulón había sido señalado en 2006 por Horacio Verbitsky en una nota en PáginaI12 bajo el título El eslabón perdido que es importante repasar. Victorio Paulón narró cómo fueron viviendo ese proceso y en lo personal expresó que fue detenido el 1º de mayo de 1975, cuatro meses detenido en Coronda donde era el delegado del pabellón. Contó haber sido trasladado a Devoto donde fueron encerrados en un sótano 30 compañeros, que fueron muy torturados. Luego fue trasladado a Chaco, en los últimos días del gobierno de Isabel Perón y los primeros meses del golpe.

Sobre lo sucedido en Villa Constitución, con más de 100 personas detenidas en una población de 28.000 habitantes, Paulón graficó su impacto al indicar en números que  la población metalúrgica en la ciudad era “de más de 7000 personas, por lo que la actividad central de la economía de la ciudad giraba alrededor de la masa salarial de la quincena de los metalúrgicos”. Refirió que los familiares nunca tuvieron contención alguna del cura de Villa Constitución y quien sí los recibía y auxiliaba era el Obispo de San Nicolás. “Ponce de León era la referencia de los familiares de los presos de Villa Constitución, tuvo actitudes muy solidarias”. Después de los 60 días de huelga se decidió levantar la medida de fuerza y volver a trabajar. “Cuando vuelven a trabajar viene el vuelto. Viene la represalia, más de 1000 despedidos. De los primeros treinta y pico de muertos que contabilizábamos al principio-después fueron más-, 16 sucedieron durante el gobierno de Isabel Perón y 14 durante la dictadura militar. Era desde la finalización de la huelga hasta el golpe, un clima de terror instalado adentro de la fábrica y en Villa Constitución”.

Explicó que la CGT que encabezaba Saúl Ubaldini, en 1982, convocó a un paro general y el sindicato de Villa Constitución mandó a la gente a trabajar ignorando la convocatoria. Alberto José Piccinini había salido en libertad hacía dos años, en julio de 1980. “Estuvo con libertad vigilada no había tomado contacto con los trabajadores de fábrica. Ese día se dirigió hasta la portería acompañado junto a 2 compañeros a gritarles a los trabajadores que no podían estar trabajando. Lo desconocían, hasta que alguien lo identificó, así fue que se armó la asamblea y se resolvió adherir al paro”. En menos de un año la UOM Nacional decidió cambiar el interventor nombrando a Naldo Brunelli que era el Secretario General de la UOM San Nicolás y es quien llamó a una reunión de 4 representantes para normalizar la seccional. “Se va a elecciones y Piccinini gana por el 84% de los votos. En noviembre de ese año se normalizan todas las seccionales del país y la lista marrón ganamos con el 88% de los votos”.

Su testimonio fue muy gráfico al calificar la responsabilidad empresarial. “Si uno entiende que la complicidad civil o responsabilidad empresaria fue una bisagra con la dictadura, en el aspecto económico Acindar es el perno de esa bisagra”, dijo  ante la pregunta de cuál fue el rol que le podía atribuir a la empresa. “La presencia de Martínez de Hoz es lo que demuestra que fue el grupo económico más favorecido por la dictadura. Antes del golpe había unas 35 firmas siderúrgicas y cuando terminó quedaban 4. Acindar absorbió a la gran mayoría de las empresas”, señaló.  Sobre las dos víctimas del caso por el que prestó declaración, Carlos Alberto Sosa y Alicia Noemí Fuhr de Sánchez, quien se encuentra desaparecida, compañera de Zenón Sánchez, dirigente histórico de la Lista Marrón, dijo conocer a Carlos Sosa. “Era de la comisión directiva de la Unión Ferroviaria de Villa Constitución, fue uno de los detenidos el 20 de marzo, porque no sólo detuvieron a dirigentes de la UOM sino a trabajadores de otros sindicatos de Villa Constitución que participaban en la misma línea sindical. Entre ellos la Unión Ferroviaria y La Fraternidad”. Describió a Carlos Sosa como “un hombre íntegro, de esos dirigentes sindicales que viven en el mismo barrio, en la misma casa”.  Habló de la comunión existente entre peronistas y comunistas. “Carlos Sosa era un histórico dirigente comunista de Villa Constitución”, indicó.

Le preguntaron sobre Alicia Fuhr de Sanchez a quien conoció por haber estado detenido junto a Zenón Sánchez que era delegado de Acindar. Con quien desde el 1º de mayo de 1975  compartieron cárcel y traslados a otras dependencias. “En Coronda, en el traslado Villa Devoto, el golpe de Estado en la cárcel de Chaco”, enumeró. Alicia Fuhr de Sánchez iba con la mujer de Victorio Paulón a visitarlos a Coronda. “Alicia era la encargada de solidaridad de los familiares de los presos. Todos los problemas que tenían los familiares de los detenidos, si no tenían dinero para viajar o lo que fuese, ella era la que estaba al frente, predispuesta, generosa”, la recordó. Pero fue posteriormente que Paulón se enteró que Alicia Fuhr de Sánchez que fue secuestrada y desaparecida, porque también fueron a buscar a su compañera que tuvo que exiliarse. Sobre la persecución a la familia de Alicia Fuhr dijo: “Uno de sus hermanos sé que está desaparecido. Todo esto me lo contó Zenón Sánchez con quien me veo permanentemente. La persecución sobre la familia fue tremenda, sobre la madre y los hermanos”, dijo.

En su declaración remarcó que “la mejor escuela de formación sindical es el testimonio de las víctimas de aquella gesta sindical”. Reivindicó al sindicalismo como ejemplo de resistencia. “Soy un acérrimo defensor de la historia del movimiento obrero argentino. Uno de los factores determinantes para consolidar la democracia es la democratización de los sindicatos”. Remarcó su importancia al señalar: “Su presencia a lo largo de la historia ha marcado límites y ha imposibilitado que se consolide ningún proyecto autoritario. Las dictaduras militares en la Argentina siempre duraron menos que en la mayoría de los países de América Latina y eso es gracias a la resistencia del movimiento obrero”, destacó. Desde Mesa de la Memoria de San Nicolás, la incansable militante Anabel Longinotti cuenta que el testimonio de Victorio Paulón “fue una clase de historia sindical, de reivindicación de lo que significa el sindicalismo en la Argentina que es lo que hace que nos volvamos a reconstruir después de las derrotas”. Sobre lo que produjo su testimonio le impresionaba a un compañero y a ella en la sala “como lo escuchan los gendarmes atentos, la cara de atención de los abogados que defienden a los imputados, del propio tribunal que escuchaba con suma atención, de las secretarias de los jueces, todos”.

Para finalizar Victorio Paulón señaló la importancia de los juicios de lesa humanidad que se impulsan. “Además de ser sanador declarar frente a un tribunal, porque estuve 6 años sin verle la cara a un juez, porque nunca me acusaron de nada, porque estuve detenido en virtud de un decreto del Poder Ejecutivo y fue liberado en virtud de otro decreto del Poder Ejecutivo, darme el lujo de sentarme delante de un tribunal es poder ser testigo de todas estas cosas que vi”. Victorio Paulón estuvo detenido desde el 1º de mayo de 1975 hasta el 21 de agosto de 1981. 6 años y casi 4 meses de encierro por ser un luchador sindical. Concluyó expresándoles a los jueces del Tribunal Oral “que tengan conciencia de lo que se dice en la sentencia, de lo que alegan los fiscales, es lo que en las escuelas aprenderán nuestros nietos y los hijos de nuestros nietos, porque la historia se escribe con la verdad”. La defensa no formuló preguntas. El aplauso que había sido interrumpido por el Tribunal, expresando que el testimonio no había terminado, dando paso a la defensa para formular interrogantes, volvió hacerse sentir ante su negativa. El maestro Paulón dio una clase magistral sobre resistencia sindical. Sus palabras cobran el peso de la coherencia que tuvo y mantuvo e a lo largo de su vida. Ayer batallando por los derechos de los trabajadores y resistiendo la tortura y el encierro por su militancia gremial no lo doblegaron y lo tienen hoy siendo Secretario de Derechos Humanos de la CTA, como también escribiendo y describiendo cada domingo la lucha obrera sindical desde ésta plataforma digital.

 

 

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