Adrián Paenza

Para entretenerse en el ascensor, en una sala de espera, en el tren, subte o esperando en un semáforo.

Un pasatiempo inocente que termina teniendo impacto en la cantidad y calidad de la matemática necesaria para abordarlo.

Aunque cueste creerlo, este artículo no habla sobre el 30% de votantes del núcleo duro antiperonista.

Un dilema matemático, con la colaboración estelar —e involuntaria— de Manu Ginóbili.

Argumentos que servirán (o les deberían servir) a los candidatos y a la sociedad toda, para entender por qué un país necesita invertir en ciencia básica.

Para comunicarse con otro a pesar de no compartir idioma, lo único que hace falta es voluntad... y ganas de pensar.

Resuélvalo y gánese un millón de dólares.

Cuando las matemáticas mal aplicadas sirven a la injusticia.

La nueva tecnología en materia de comunicaciones, ¿aísla o conecta? Un estudio de Josué Ortega y Philipp Hergovich analiza los nuevos comportamientos sociales.

A veces es difícil imaginar cantidades siderales y por eso hay que conceptualizar. Para eso, lo que ayuda es comparar.