El gobierno crea una mentira y se la termina creyendo. La situación fiscal y financiera se deteriora rápidamente. No hay un orden macroeconómico. Sí hay una disciplina de endeudar y fugar.
El campo popular debe impugnar la miseria de las metas nacionales que propone la derecha. Hay que evitar la penetración de la resignación en los sectores populares y, sobre todo, en su dirigencia.