Opinión

¿Estamos obligados a soportar en silencio aberraciones institucionales en boca de candidatos que se amparan en la libertad de expresión?

Tras el pacto Macri-Milei, la rebeldía expresada en el rechazo a la “casta” y el “que se vayan todos” derivó en una suerte de macrismo 2.0 plasmado en el slogan “Kirchnerismo…

Sólo con un gobierno peronista que defraude a sus bases la izquierda puede acercarse a la clase obrera.

En un país devorado por el realismo mágico, lo que se juega en las decisiones del 19 es de vida o muerte.

Milei retoma el relato de la lucha entre el Bien y el Mal para defender los intereses de la minoría más favorecida.

Nunca fue tal clara la confrontación entre dos fuerzas antagónicas, excluyentes e irreductibles. La democracia está en peligro.

Los ocultamientos de Milei no pueden disimular sus intenciones. Massa es la opción real y plausible, no para conformarse sino para seguir bregando.

¿Pueden una risa o una canción salvar el mundo? No en términos objetivos, claro. Pero aun así, pueden ayudar a que nosotros lo hagamos.

El lavado de cara de Milei tras las elecciones generales copia el giro discursivo del PRO en 2015. Urge despejar los globos de colores para evitar otra catástrofe.

Los libertarios tergiversan sus ideas y le atribuyen un programa que no suscribiría. De su obra no surge el pensamiento anarco-capitalista y autoritario que expresa Milei.