Porteño, flaco y rubio, le decían El Polaco y cantaba con todo el cuerpo hasta los puntos y las comas. Goyeneche, el fin del esquematismo ramplón del “tango vs. rock”.
Todo es erotismo, al bandoneón se lo percute, se lo taladra, se lo acribilla. Adiós al tango de casitas bajas. Grítenlo en la calle: ¡Piazzolla es la nueva música de Buenos…